Dentro de las labores de un periodista la búsqueda de la verdad es su objetivo principal, Andrea Santa, reconocida en el medio por trabajar en el programa Séptimo Día, ha experimentado la complejidad de mucha situaciones solo con el fin de seguir su pasión, amor y compromiso con esta disciplina.
¿Cuéntenos cómo empieza en el periodismo?
Empecé en el periodismo desde que tenía 8 años y me robaba las cartas que los familiares le escriben a sus muertos en el cementerio, pues para esa época iba mucho a acompañar a mi madre. Pero hablando en serio, comencé cuando Manuel Teodoro me dio la oportunidad de trabajar junto a él en «Séptimo Día», primero haciendo prácticas, luego me enganché como investigadora, pero sabía que lo mío era otra cosa.
¿Cómo hace una periodista una investigación de este tipo de programas? es decir con qué tiempo de anticipación empieza a investigar?
Tenemos mucha gente detrás de nuestras historias y hay que reconocerles el crédito, son los productores. Depende de la historia, hay unas que duran días, otras meses, incluso llevo en una más de un año, y me falta! …
En el programa de ayer domingo 16 se vio que entró a una cárcel. ¿Como periodista, cómo asimila el entrar a este sitio, y cómo asume lo que verá y vivirá cuando se entra?
A varios homicidas en cárceles, pero nunca había estado en un patio y menos en una celda. Cuando entré, lloré porque es uno de los peores lugares donde puede estar un ser humano. Imagínate vivir 13 horas en un cuarto de mínimas dimensiones con 7 personas? Es terrible.
¿Llegó a sentirse intimidada cuando entró a la cárcel?
Los presos intimidan, y mucho!. Uno pasa por el lado de ellos y se pregunta: ¿Y este qué habrá hecho? Algunos gritan obscenidades, otros quieren compartir su historia. Trato de escucharlos hasta donde puedo, pero no voy a negar que siempre que salgo de una cárcel llego a mi casa como si me hubieran dado una paliza.
Cuando trabajó como productora en «Séptimo Día», viajó a Venezuela para el caso de los cubanos en ese país. Cuéntenos la experiencia de sentir esa adrenalina al ser cómplice de una fuga de cubanos en Venezuela.
¡Yo no fui cómplice de nada! Sólo como periodistas acompañamos a estos médicos cubanos en su proceso, logramos un material valioso al poder ser testigos de primera mano de una deserción. Quizá arriesgamos mucho junto a Manuel Teodoro, y al final la experiencia periodística no resultó tan alentadora. Hace poco ganamos una demanda que teníamos con ese tema. Pero sí soy sincera, adrenalina sí sentí cuando atravesé la frontera, volteé a mirar y vi cómo dos soñadores arriesgaban sus vidas.
¿Qué pasó con Cablenoticias? ¿Qué aprendió de ésta experiencia?
Cablenoticias fue un salvavidas después de unos meses en el exterior.
¿Qué espera de su carrera Andrea Santa?
Yo he optado por no esperar tanto y sí trabajar mucho. Todos los días me levanto antes de que suene el despertador, porque me he metido en la cabeza que el trabajo duro y con disciplina lo notan los televidentes. Me da mucha satisfacción cuando me dicen que están viendo el progreso.
Un significado simbólico de la palabra periodista.
Periodista para mí es un buen contador de historias, buenas y malas…
¿Qué notas interesantes seguiremos viendo en «Séptimo Día?
Estamos preparando un gran especial sobre adopciones extranjeras. Mi jefe me va a matar por contarles, pero hay un fenómeno muy grande que tiene que ver con una gran cantidad de colombianos que fueron entregados en los años 80 y 90 a extranjeros sin el consentimiento de sus madres. En dos semanas verán el problema tan grande.
¿Cómo ve el periodismo en Colombia?
La verdad, nos hace falta comer más libros y prepararnos mejor. Los mejores periodistas se están yendo a estudiar al exterior, y lamentablemente muchos no regresan. Pero bueno, hay grandes que aún siguen enseñándonos como Javier Darío Restrepo, a quien admiro profundamente.
¿Qué es lo más difícil de ser periodista?
Lo más difícil es sacrificar familia, amigos y tiempo. Yo trato de acomodar horarios para no dejar mi vida de lado, pero descubro que mi vida es esto y que no la concibo de otra manera.
¿Qué es lo más gratificante de ser periodista?
Que la gente aprecie una investigación, una nota o que gracias al trabajo que hacemos por ejemplo en «Séptimo Día» o en «El Rastro» se conozcan verdades que pocos se atreven a denunciar, por miedo, presión o autocensura. Yo puedo decir que como periodista he tenido mucha libertad de hacer lo que se me ha dado la gana y eso es gratificante.
¿Qué libros puedes recomendar a los que se están preparando para el medio del periodismo?
El mejor libro para ingresar al periodismo, sin duda alguna es «A Sangre Fría» de Truman Capote. Cada vez que tengo que contar una historia, me acuerdo de esas líneas y trato de que sean ejemplo para mi trabajo. Obviamente uno no logra acercarse ni en un 1% a esa gran pluma que es Capote, pero por algún lado se empieza, ¿no?
Correccion de Textos y Estilo: Rebeca Mendoza.
Agradecimietos: Laura Cano