Charlie Zen, nos cuenta como logró sobrevivir a un acontecimiento que le cambio su vida.
Carlo Zenon, el actor que sobrevivió a una dura prueba, nos cuenta como esta experiencia cambio su vida y la transformo en arte.
¿Cómo fueron sus comienzos en la actuación?
Desde muy pequeño empecé a asistir a cursos de actuación que me llamaban la atención. Por eso siento que nací con ese arte; así como el que se hace médico o ingeniero por pasión, la actuación venía conmigo en el alma. Aunque fue necesario estudiar para cultivarlo.
Enfrentarse por primera vez a las cámaras de televisión siempre es un reto ¿cómo fue su primera experiencia en un set de televisión?
Me sentía feliz de estar en un set. Me emocionaba el ambiente, las cámaras, y estar con actores que admiraba; pero también me sentí bastante desubicado por no saber qué hacer. A pesar de conocer mis libretos al pie de la letra, no entendía la dinámica del set; el manejo de las luces y la posición de las cámaras. Recuerdo le tapé la cámara a otro actor en la primera escena que grabé. Es por ello que debemos estudiar y prepararnos para desenvolvernos correctamente en escena. A pesar, de que fue una buena experiencia, prefiero actuar para el teatro y el cine porque me siento más cómodo y más vivo.
En su llegada a Miami, donde está radicado actualmente, tuvo un accidente ¿cómo sucedió?
Yo viajé con motivo de celebrar mi cumpleaños. Anteriormente estuve en un fuerte período de depresión en Colombia, por lo que decidí darme unos días antes de empezar el rodaje de la película, pautado para febrero. Llegué a Miami a principio de la tarde, me cité con un amigo actor y fotógrafo para a hacer unas fotos y ponernos al día de nuestra vida. Al terminar las fotografías nos sentamos en un paradero cerca del Desing District, jamás pensamos que algo nos podría pasar allí. Cerca de las 6.30pm fuimos asaltados por un hombre moreno, vestido de negro, que nos disparó. Yo recibí un disparo en el estómago, por lo que fui trasladado al hospital Jackson, donde permanecí un tiempo. Aún me estoy recuperando de esto, no solo física sino psicológicamente.
¿Este accidente marcó su vida como artista?
Me cambió la vida no solo como artista, sino como ser humano; tanto a mí, como a mi familia. Aunque fue muy difícil enfrentar esta situación, lo veo como una experiencia de vida, como una nueva oportunidad para vivir de otra manera.
Lo más difícil de esa situación ha sido estar lejos de casa. Mi madre me hace mucha falta, sus abrazos, sus cuidados, ese amor de familia que cura todo. A pesar de esto no estuve solo; mi mejor amiga vino a cuidarme, a pesar de estar recién casada. Ese fue uno de tantos gestos maravillosos que recibí de personas que no esperaba.
Esta experiencia me hizo madurar más. Me veo al espejo y visualizo otra persona; por eso cambie mi nombre artístico y volví a mi nombre de pila, el Charlie de los últimos años para mi murió ahí.
Por otro lado, como artista, el accidente me dio nuevas herramientas para crear. Me hizo más sensible y honesto conmigo mismo. De hecho estoy reescribiendo un libro que pensaba publicar este año, así como el guion de No dejes que muera sin volver a verte, la película en la que homenajeo a mi padre, mi ex pareja, mi mejor amiga y otros amigos que partieron. Irónicamente varios de ellos murieron de un disparo, lo que me identifica más con ellos y me convierte en un sobreviviente y un milagro.
También comencé a dictar conferencias en Miami con mi historia de vida titulada En lo que seré, dirigida a personas que se sienten vulnerables y que han considerado el suicidio, han sido víctimas de la violencia, o padecen enfermedades como cáncer o VIH (en el 2017 sobreviví a un tumor en el colón). En general me considero afortunado de poder llevar un mensaje a la gente de sobrevivencia, superación y sobre todo de amor, por los demás y por mí mismo.
Espero pronto poder estar contando mi historia de vida en Colombia y por el mundo. De momento todo ese dolor se ha vuelto arte a través de lo que escribo.
¿Por qué cambió su nombre artístico después de esta experiencia?
Porque tenía que dar un paso y dejar ir cosas a las que me aferraba y no me dejaban avanzar. Los últimos 4 años de mi vida fueron caóticos; una montaña rusa. Era necesario parar y empezar de nuevo. Además quería llevar a mi padre conmigo. El murió de un disparo. A pesar de que no quería llevar su apellido por la mala relación con mi familia paterna, podía llevar su nombre. Por eso lo cambié; una forma de dejar atrás todo lo que me hacía daño, asociado con mi antiguo nombre, y empezar de nuevo con el nombre de mi padre.
Además, este cambio me ayudo a reencontrarme con mi niño interno, lleno de sueños y de proyectos hermosos. Imagínate que aquí todo el mundo me dice ahora «Carlitos» como me llamaban de niño, porque así me siento, un niño que está aprendiendo de una nueva vida.
¿Cómo va su recuperación? ¿Cuál es el diagnostico de los médicos?
Me estoy recuperando satisfactoriamente gracias a Dios, al trabajo de los médicos y el amor de la gente que me rodea. No puedo moverme hasta que los médicos afirmen que estoy bien del todo, ya que esta cirugía tarda mucho en sanar, sobre todo por dentro. Por eso sigo aquí luchando día a día pero todo va bien. Me queda una gran cicatriz en todo el abdomen, la cual me gusta, y unas cuantas en el alma que están sanando.
En mi recuperación ha sido fundamental la buena energía y el buen trato del hospital. Además de las atenciones de la señora Gladis, a quién le agradezco por cuidarme al estar de alta, y a mis amigos Valerie y Juan Carlos que han sido muy especiales. Doy gracias a todos mis amigos, a los de siempre y a los que he hecho acá. También quiero agradecer a mi madre, hermanos, y sobrinos, su amor me mantiene vivo.
Recientemente has participado en producciones de teatro musical ¿Qué proyectos tienes con este género?
En el 2017 y 2018 estuve en un exitoso musical inspirado en las melodías de Fito Páez. Fue una práctica que me acercó mucho a este género, y amé con el alma la experiencia. A partir de allí escribí varios musicales como Tierra mala, un homenaje a mi madre sobre su inocencia y viudez, el cual posee tres partes musicales, una de ellas protagonizada por un talentoso amigo mío, Fabian Maza, vallenatero con quien estuve en Del caos al cielo. La otra producción se llama Mi novia y mi pueblo, y la última El triste, compuesto por música romántica. Estos proyectos se atrasaron por mi incidente, pero apenas regrese los ejecutaré con Lamberto García como director.
La idea de escribir y producir mis propios proyectos surgió hace años, por eso le apuesto al teatro musical, al cine y a las series web, que también hice una que saldrá al aire pronto. En un mes viajaré a Los Ángeles para comenzar la producción de mi musical El baile de los que sobran, un musical de los 90s que empezó su producción en Colombia con un elenco maravilloso y un equipo talentoso, a la cabeza de Lamberto y su equipo de trabajo.
¿Cómo se visualiza en diez años?
Hace diez años ustedes me preguntaron lo mismo, y en ese momento me visualicé en España haciendo cine, una meta que tuve antes de venir aquí. A pesar de no estar en ese país, estoy haciendo cine en un lugar donde no pensé vivir.
La vida te sorprende. Aprendí a no planear tanto, creo que uno debe prepararse e ir tras sus sueños y eso hago. Tengo muchos proyectos con el teatro, libros, conferencias de vida; por lo que en los próximos diez años me preocuparé en sacar adelante cada uno de estos, y dejarme sorprender por el resultado de lo que hoy estoy sembrando.
Pero tengo aspiraciones personales. Deseo enamorarme de nuevo y tener una familia, aunque la vida es incierta. Si en diez años estoy vivo y haciendo lo que me gusta, me sentiré agradecido y feliz. Dejaré que la vida me sorprenda. Dios tiene un propósito para mi vida y sé que es algo grande por las pruebas que me ha puesto para ser más fuerte; así que mejor le pregunto a él cada día «Dios ¿en dónde me tendrás en diez años? «, y que sea él quien me guíe.
Cuéntanos de tu pasión ¿Tus proyectos en el cine? ¿Que viene para ti?
¿Algo más que agregar?
Me gustaría dar el mensaje de que los milagros existen, yo soy prueba de ello. Además de enseñar a profesar el amor, porque el mundo lo necesita; no más odio, no más rencor. Por mi parte hice el ejercicio de perdonar y pedir perdón a quien considero que hice algún daño. Además quiero decir que debemos luchar por nuestros sueños, y disfrutar de las cosas sencillas que te da la vida como bailar, reír, abrazar, amar. Hay que respetar al prójimo y ponernos en su posición, que muchas veces es más difícil que la nuestra, por lo que siempre debemos estar agradecidos con las personas que nos rodean, como yo lo estoy con todos los que me han apoyado durante mi carrera y en estos momentos difíciles.
Por otro lado, quiero decirle a mis hermanos colombianos que vayan más al cine y al teatro, y apoyen nuestros proyectos para el crecimiento de esta industria.