Fabio cuénteme ¿cómo fue que se inició en la actuación?
Nada alejado a lo que la mayoría de la gente de actuación ha experimentado, que es empezar a hacer teatro en el colegio, sólo que en el colegio en el que yo estudié había un director que era muy comprometido, no era un profesor de otra área sino que era un profesor que se contrató para hacer teatro; lastimosamente lo hice hasta que estaba en noveno. Con él, con Humberto Cárdenas, empecé a meterme en esa onda, la de las humanidades, la filosofía, la literatura y entendiendo que todo ese conocimiento es la fuente de inspiración para el desarrollo del arte teatral; eso fue como una espinita que me quedó ahí. Después empecé a estudiar comunicación social pero finalmente me di cuenta que lo mío sí era el arte dramático y entré a la Universidad del Valle en Cali, me cambié de carrera y empecé arte dramático. Una vez terminé me vine para Bogotá, más con la idea de hacer televisión que teatro, pero la gente que conocí fue más gente de teatro, entre ellos el maestro Santiago García, el director del teatro La Candelaria, entré al taller de investigación teatral que él dirigía en la Corporación Colombiana de Teatro, esa fue la conexión para entrar después a La Candelaria donde considero que realmente me desarrollé como actor y creador también.
Últimamente muchos de los actores que entran a hacer teatro es con el enfoque de hacer televisión para lograr fama y tienen este tipo de pensamiento ¿Cómo ve esta nueva generación de actores? ya que esta nueva generación tiene las riendas para agarrar la televisión y tiene las riendas para estar en teatro.
Yo pienso que la televisión es un lenguaje de mucho respeto, también de mucha investigación, de mucha práctica y preparación. Es un lenguaje que debe hacerse y considero que todo actor debe experimentar el lenguaje de la televisión; pero también que es mucho más efectivo, mucho más práctico, más vital, estudiar el teatro, estudiar la carrera de arte dramático, pisar primero las tablas, experimentar en las tablas, crear en la tablas y a partir de ahí, ya uno podría tener las herramientas para enfrentarse también a los otros lenguajes, no sólo el de la televisión, sino también el lenguaje del cine. Me parece mucho más difícil para un actor, por muy histriónico que sea, que empiece haciendo televisión. Me parece que el teatro es bastante celoso y bastante exigente, entonces es mucho más difícil que un muy buen actor que ha empezado en televisión, que es modelo o bailarín o que tenga otra profesión como fotógrafo o literato se pare en el escenario, en el teatro, y que también funcione en ese lenguaje.
Después de haber estado en teatro, después de haber estado algunos años en La Candelaria, usted es un actor formado en teatro. ¿Qué le hace tomar la decisión de iniciarse en la televisión? ¿O intentó antes entrar a la televisión? ¿Cómo fue la oportunidad?
Yo sí había hecho algunas cosas de televisión, me llamaba la atención el lenguaje pero nunca había tenido la oportunidad de estar de lleno, por dos cosas, primero porque sabemos que no es fácil, un actor que no es conocido y que no tiene las condiciones físicas para poder entrar en un medio donde se necesitan especialmente cuerpos llamativos y segundo porque al no tener abierta esa posibilidad, los actores que arrancamos en teatro, afortunadamente digo yo, nos aferramos mucho más a las tablas. La oferta para mí en el teatro era mucho mayor que en la televisión, a pesar de que sí hacía algunas cosas (en televisión), entonces me fui comprometiendo mucho más y enamorando cada vez más del teatro y por eso me quedé, afortunadamente, lo repito, muchos años en el teatro. Nunca dejé de hacer televisión, siempre me llamaban a hacer capítulos en algunas producciones, directores que me conocían desde hacía tiempo, pero tampoco había una propuesta concreta que me hiciera dudar entre irme para televisión o quedarme en el teatro. Seguí en el teatro porque era mucho más llamativo para mí, todas las exigencias, toda la investigación, todo el estudio, así que me quedé finalmente hasta que entré a La Candelaria, ahí sí que ya no quería hacer otra cosa. Con el tiempo empieza uno también, como todos los seres humanos en las profesiones, a tratar de indagar en otras cosas y entre esas seguía latente siempre el hecho de poder experimentar el lenguaje de la televisión, la parte económica también juega un papel importante, los que están en teatro saben que no es fácil la situación económica, tengo dos hijos, tengo mi compañera, los compromisos a nivel económico son otros; los directores de televisión van al teatro, uno se conecta con ellos en otros espacios, en los festivales, comienza a hablarse ya en confianza y decir quiero hacer televisión y que los directores le digan bueno que chévere que quieras hacer televisión vamos a ver qué hacemos, entonces por ahí se van dando las cosas.
Sin duda Cubillos de «Amor Sincero» es uno de los personajes que mas reconocimiento le ha dado, y aunque sabemos que ha hecho televisión antes, ¿cómo ha sido este reencuentro con las cámaras? En este encuentro con la fama ¿Cómo ha sido este enfrentamiento con la gente? ¿Ha cambiado su vida el hecho de salir en la calle y que la gente lo reconozca?
Eso ha sido una peleíta ahí, que me ha tocado librar porque creo que no estaba preparado para eso, es distinto, por ejemplo en el ambiente de teatro. La Candelaria también es un grupo conocido, pero nunca va a ser igual de grande el círculo de este al que abarca la televisión, de hecho precisamente en una de las grabaciones los productores me preguntaban eso, que si ya me reconocían en la calle y yo les decía que sí, que ya mucha gente me reconocía, a lo que me preguntaban cómo era la experiencia, entonces yo les decía que lo peor de la experiencia es uno tener que seguir montándose en colectivo y en buseta. La cosa no es tan sencilla, yo salgo de mi casa y me olvido que estoy saliendo en televisión todas las noches, entonces salgo corriendo con mi mochilita y le pongo la mano al colectivo, una vez estoy arriba y siento las miradas de la gente en la cara, sí es muy raro, empiezan a hablar, los niños me reconocen bastante, afortunadamente a los niños les gusta bastante el personaje. Empiezan a preguntarle a uno «¿Oye tú eres el de amor sincero?», es perder una parte valiosa del anonimato. Ha sido un poco complejo, esa es la parte como que me disgusta del hecho de empezar a ser reconocido por el común de la gente, pero por otro lado también me gusta que siempre se refieren al trabajo que les gusta, que es bueno y divertido. Una vez una señora, cajera de un banco, me dijo que la hacía reír todas las noches, ese tipo de cosas me gustan, esa faceta me gusta, me parece chévere poder mostrar el trabajo a más gente y que la gente hable bien. Y siento todo el aporte a mi desarrollo como actor.
El teatro La Candelaria sin duda es uno de los teatros más importantes de Colombia, cuénteme de esta experiencia, desde que comenzó esa evolución ¿Qué ha visto de la parte artística dentro de usted? ¿Cómo ha sido? ¿Qué tan importante ha sido trabajar en el teatro La Candelaria?
Yo considero que realmente mi oficio, mi condición, mi modo de vida ya como un hombre de teatro, como un actor-creador empezó con el teatro La Candelaria donde realmente alcancé a dimensionar lo que era comprometerse con el arte, con el arte dramático, con el teatro, en este caso específico, de cómo eso ya deja de convertirse en una ilusión, un hobby o en un sueño y se convierte ya en una realidad, en un modus vivendi, lo que implica en la vida, en mi compromiso, en todas mis relaciones con lo político, con lo social. Haciendo obras que tienen un contenido bastante serio en el sentido del compromiso con todo lo que nos rodea, con el entorno, con la cosmovisión, con la relación con los demás y cargado siempre de buen humor.
Bueno hay algo que yo personalmente critico mucho de los artistas que están en la televisión y es que dejan de participar en teatro, dejan de hacer expresión corporal que es lo que un actor debe tener ¿Qué tan importante es para un actor tener un cuerpo manejado por la expresión corporal a la hora de trabajar? puede ser también en televisión.
Es una herramienta para el actor valiosísima, es con lo que nosotros exteriorizamos lo que tenemos por dentro, las emociones, los sentimientos, los pensamientos se expresa a través del cuerpo como decía el maestro Grotowski; la voz es parte del cuerpo también, normalmente se separan el trabajo vocal y el trabajo corporal, pero siempre van ligados, van unidos. Entonces si uno no tiene bien afinadito uno de los dos instrumentos, es como un músico al que se le rompió una guitarra, una cuerda de la guitarra y no la repone, no le hace un mantenimiento y no la está afinando, cuidando permanentemente. Claro hay formas de cuidarla no podemos decir que un actor de 60 años pues necesite hacer acrobacias porque yo creo que ya las hizo, un buen actor las debe haber hecho en sus tiempos mozos, pero si debe tener alguna otra forma de ejercitarlo como en el caso de Santiago García en La Candelaria, quien ahora hace Tai Chi como entrenamiento.
En cuanto al personaje que esta llevando a cabo ahora en «Amor Sincero» ¿Se le facilitó bastante porque es un caleño rajado? Hábleme de la preparación del personaje, me imagino que se le dio fácil ya que es valluno, cuénteme sobre eso.
Yo soy de Popayán, lo que pasa es que sí, estudié en Cali y la cercanía de Popayán con Cali pues permite que haya mucha influencia sobretodo de Cali que es una ciudad mucho más grande; escuchaba mucha salsa, en Popayán también hablamos de «vos» pero el acento del «vos» de Popayán es más parecido al nariñense que al valluno, pero bueno hay una buena conjugación en el manejo del «vos», eso me ayudó mucho y me permitió fluir porque hablar de «vos» no es fácil, combinar el «vos», conjugarlo no es fácil, por ejemplo acá en Bogotá la gente quiere hablar del «vos» y siempre lo mezcla con el «tú», «vos sí que eres». Entonces yo ya tenía esa parte que es tan importante en la televisión para que el texto fluya sin estar pensando qué y cómo lo voy a decir. Pero también creo que es el primer personaje en televisión en el que yo he tenido la oportunidad de investigar, de hacer una pequeña propuesta de elaboración de personaje, que se fue desarrollando en unos capítulos y funcionó bastante bien. Leí a Andrés Caicedo, en Viva la música, él mete fragmentos de canciones de salsa en la narración; vi material de Mayolo, que también trabajó mucho toda esta temática, ese era el contexto en el que se movía la novela, cuando Marbelle era una niña. Todo eso también me ayudo mucho y fue para mí muy rico.
Por ejemplo usted llega del teatro, donde la expresión es bastante grande para que esa expresión llegue al público que está a cierta distancia, la televisión es mucho más enfocada en expresión facial, como más calmada. Cuando hizo por primera vez televisión ¿Se le dificultó trabajar las expresiones para televisión, ya tenía eso bastante claro, o no lo tenía claro, o en el camino lo fue aprendiendo?
Había tenido dificultades cuando había hecho capítulos y otras cosas donde el director se vuelve para nosotros un chiste porque le dicen a uno que no actúe, claro, uno tiende al expresionismo que está muy cercano a casi todas las estéticas teatrales; pero en esta fue distinto, primero la naturalidad del personaje que hablábamos, está muy cercano a mí el personaje, la historia, al contexto en el que yo me desenvolví; segundo que tuve la oportunidad de estudiar, de hacer ensayos que nunca lo había hecho, nunca había estado en televisión con ensayos, desde el principio el director te dice eso sí es, eso no es, por aquí mejor, no exageres tanto con la boca, estás haciendo muecas, entonces ahí ya uno como que entra con más elementos para poder desarrollar el trabajo, que fue lo que paso ahora con Rodrigo Triana que me ayudó mucho en los ensayos, fresco más tranquilo, más naturalito, entonces uno ya coge la cosa por ahí; porque a la larga en televisión generalmente uno no tiene la posibilidad de ser dirigido.
¿Qué siente cuando actúa?
Mucha alegría, yo creo que mucho amor, me siento como sacando cosas que quiero decir, que tengo muy adentro y me hace falta sacarlas, decirlas a través de cada personaje.
Menciona una película que hayas visto y que siempre lleves en tu mente y dices «Wow» esta película se la tiene que ver todo el mundo
Por actuación me acabo de repetir los padrinos 1,2 y 3, me parece que podrían estar dentro de las candidatas.
¿Un significado simbólico de la palabra actor?
Capaz
¿Un consejo para la memorización de textos?
Tener una imagen de lo que se está leyendo siempre.
¿Qué herramientas usa para preparar sus personajes?
Muchas. Yo la verdad pienso que uno agarra de varios personajes, varios autores, varios teóricos de la actuación, de amigos, de compañeros de trabajo; para mi Cesar Badillo y Álvaro Rodríguez han sido vitales en mi formación actoral, con ellos aprendí a jugar, a indagar, a estudiar, a no casarse con ningún método, con ninguna técnica. Creo que me he dejado permear por esas enseñanzas y me inclinaría más, pienso cuando me preguntan eso, por la teoría de la pre- expresividad del actor, planteada por Barba y experimentada por el Odin; adquirir con el training unas herramientas, una pre-expresividad que me permita explorar en esos personajes, a través claro, de una investigación concreta para cada uno de ellos. No se trata de no conocer a Stanislavski, a Craig, a Brecht, a Chejov, sino todo lo contrario, conocerlos muy bien y meterse con todos ellos en el laboratorio, en la búsqueda. Me parece que en tele, funciona muy bien Stanislavski con las circunstancias dadas, el sí mágico, la partitura de acciones. Leer el perfil del personaje y en qué contexto se desenvuelve. Y a partir de ahí empezar a buscar en lecturas de libros, de novelas, películas relacionadas, de cosas que tengan que ver para nutrirse de sus sentidos, para tener motivaciones a partir de las cuales puedo empezar a jugar esos textos, a jugar lo que ese personaje dice y hace en concreto.
¿Actor o actriz favorita?
Mi actor favorito a nivel nacional es Cesar Badillo y a nivel internacional Al Pacino para mí no tiene comparación, habiendo tantos buenos como De Niro, Jack Nicholson o Anthony Hopkins, pero para mi Al Pacino es el maestro.
Como padre y como actor ¿Qué les puede decir a esos padres que ven la actuación como una profesión no seria, de poca reputación o inalcanzable?
Yo les diría que depende de cuál es el parámetro que tengan, que si ellos han visto teatro profesional y buen cine, pueden ver ahí reflejado cuál es el compromiso del actor y de la actriz frente a su oficio, porque es un oficio, es una profesión con que se compromete uno al ser un hombre del arte dramático para no decir del teatro sino en general de la actuación; y si no lo han visto y se han quedado con la imagen de productos que poco elaborados, que se hacen sólo para vender, donde la preparación del actor no es importante, pues tendrían razón; pero estarían equivocados en lo que es verdaderamente el oficio del actor, el oficio de una persona que como su modo de vida tiene el arte dramático.
¿Qué libros puede recomendar para los actores que se están preparando para la televisión, el teatro y el cine?
Las «Cartas a un joven poeta» de Rainer Maria Rilke, por el lado de la ética, por el lado filosófico pues están muchos libros, que conozcan de la historia de la filosofía, la historia del arte, la buena literatura. En cuanto a lo espiritual me parece que también es chévere indagar en los diferentes planteamientos, el Tao, «El Profeta» de Khalil Gibran, sobre el yoga, Castaneda, Jodoroski, la Biblia me parece un libro importantísimo para creyentes y no creyentes.
¿Un consejo a estos jóvenes que están intentando entrar a la televisión?
Que no tomen la opción de entrar a la actuación por querer ser famosos, por querer tener mucho dinero, por querer tener muchas novias, pienso que van a llevarse una decepción bastante grande, o que piensen que es un paraíso donde todo es lindo, donde todo es bello. Porque hay unos esfuerzos que hay que realizar y hay cosas que hay que dejar atrás para poderse dedicar al mundo de la actuación, entonces que se preparen, que estudien bastante, que sepan que entre más cosas investiguen, conozcan, vivan, van a tener muchas más herramientas para poderse defender.
Corrección de Texto: Grace K. Kiser ^^
Fotografías: Book personal Fabio Velázco / Prensa Canal RCN