Rodolfo, nos cuenta los detalles sobre su preparación para este personaje, altamente similar al personaje real. Además, también nos cuenta sobre su proyecto más cercano, aunado a otros aportes de interés… como todo un Maestro!!
¿Cómo empieza su carrera como actor?
Me gradué en el año 1996 como actor profesional en la Academia Superior de Artes de Bogotá, el título lo otorga la Universidad Distrital. Una vez ya graduado, empecé a trabajar en obras teatrales a nivel nacional e internacional, en festivales, y también me dedicaba a la docencia. Cuando me gradué, me fui a vivir a Cali y allí trabajé en la Universidad del Valle, donde estuve por tres años.
Luego regresé para Bogotá en el 2001. Allá me vinculo a otra universidad, con la que sigo trabajando, que es la Universidad del Rosario, una de las más importantes que hay en Colombia. Allí no hay carrera de Arte Dramático, sino talleres que son como requisito para que los estudiantes se gradúen, tiene que tomar unas clases que son electivas y entre esas ofrezco una que se llama: Seminario sobre Autores, que es teoría, y una práctica que es un Taller de Teatro de Actuación y otra, que es corporal, que se llama: Taller de Combate Escénico.
Ahora como estamos viendo la televisión colombiana se ha vuelto mucho más difícil, cada día hay más estudiantes de actuación «Queriendo ser reconocidos», ¿Usted cree que es difícil en esta época llegar a ser actor de televisión?
Creo que la cuestión no es difícil, pues finalmente en el medio entra mucha gente, que pasa, hace cosas y sale de la misma manera que entra. Pienso que radica más el éxito, en tener unas bases muy sólidas, y ellas son las que te tienen estudiando. Entonces, no creo que sea tan difícil porque hay mucha gente que entra pero igual sale sin pena ni gloria.
Vemos que se graduó en la Academia Superior de Artes de Bogotá, ¿Usted cree que para ser buen actor hay que hacer una carrera universitaria, o se puede hacer simplemente por talleres e ir entrenando?
Eso ya es de acuerdo a la convicción de cada persona. En mi caso particular, quise hacerlo porque deseaba hacer las cosas con todas las de la ley. Hice mi carrera de 5 años y después hice un posgrado en Cuba.
Para el mercado no es necesario que sea precisamente universitario. También a nivel de talleres hay mucha gente que los hace y les va muy bien.
La cuestión que da el profesionalismo o el haberse graduado en una Academia o en una Universidad Profesional; es que puedes hacer tus posgrados por fuera del país, o que puedes dictar clases en universidades serias dentro de tu país, o puedes hacer doctorados, maestrías; porque ya tienes ese requisito que es ser graduado en una universidad a nivel profesional. Cosa que no se puede hacer teniendo solamente talleres, porque los talleres dan unos certificados, pero en este país no son avaluados por la Secretaría de Educación como profesional.
Teatro y Televisión, distintos lenguajes. ¿Viniendo usted de las tablas se le hizo difícil adaptarse a los cambios que exige la televisión?
Lo que pasa es que hace rato estoy trabajando. Nunca estudié para ser actor específico de teatro o televisión, cosa que pasan cuando se hacen los talleres. Entonces, en el camino se va aprendiendo este lenguaje. En televisión yo llevo trabajando muchísimo tiempo, pero hasta ahora tengo el reconocimiento debido a este personaje que fue un boom aquí en Colombia.
Realmente el camino se hizo fue paso a paso y se aprendió, como decimos: «A los Totazos», porque efectivamente uno viene con toda esa expresividad y el volumen de voz, uno poco a poco apenas empieza a hacer su trabajo.
Boris Corrales es un personaje con muchos matices, interpretado de una forma muy semejante a lo que es el personaje real. ¿Cómo fue esa preparación para interpretarlo?
Eso tiene que ver mucho con la intuición y otra parte con el personaje en cuestión. A mí me dieron un material en video para mirar cosas básicas y de ahí extraje lo que fue el tono de su voz, el caminado y lo del chicle. El comía chicle, pero era porque fumaba mucho; así que lo del chicle es una característica por fumador.
El estudio del personaje se hizo en base a eso, a los videos que vi, lo característico del personaje, y la propuesta del actor. Para esta interpretación por iniciativa propia decidí subir de peso, aumenté 13 kilos. Yo tengo la tipología parecida al personaje, pero si tú detallas las fotografías reales con las fotografías de la caracterización, vemos que no somos tan parecidos como aparentemente se veía. Así que, para hacerlo más creíble, subí de peso, quedé en 83 kilos. Yo peso en realidad alrededor de 70, también me ayudaba con la ropa, exageraba sacando el abdomen, pronunciando más la papada.
Usted me dice que subió 10 kilos, ¿Cómo los subió, para subir hay que tener ciertas dietas o simplemente comió y comió?
Tengo la «mala fortuna», que cuando como mucho, engordo fácil. Siempre me he cuidado mucho con eso de no comer tantas harinas, de no comer entre comidas paqueticos. Así que comencé a comer mucho pan, arepas, comía entre comidas. Realmente no fui con un dietista, pero tampoco fue algo desaforado, y bien controlado. Actualmente, ya he bajado unos 4 ó 5 kilos, ya estoy llegando a mi peso.
En «Amor Sincero» Marbelle revivió momentos difíciles de su vida, entre ellos las escenas fuertes con Boris Corrales. ¿Llegó a sentirse incómodo por esta situación?
No, nunca. En estas escenas fuertes, que yo sabía que venían, me sentaba antes a hablar con ella. Conversábamos sobre la escena, le daba un gran abrazo y le decía cuanto la adoraba, que la quería mucho y que es mi gran amiga; pero en el set iba a ser el más cabrón de todo el mundo, y así se hizo.
Siendo usted profesor de actuación, ¿Cómo ve esa evolución y ese avance de los nuevos talentos? ¿Usted cree que los jóvenes de esta generación están preparados para asumir la televisión de hoy en día, o son muy flojos por esta cosa que dicen fama, dinero y fortuna?
Hay mucho joven que se está preocupando por preparase, eso es una cosa bien positiva, pero también siguen existiendo los productos inmediatos. Uno tiene que tener claro que en este medio, uno es un producto, y así mismo hay mucha silicona y otras cirugías. También hay gente que se preocupa, que se prepara y son igual de talentosos haciéndose sus mejorías o arreglitos, como dicen ellos mismos.
Esta es una generación que se preocupa un poco más por hacer las cosas bien, entra gente pero es muy poquita la que se mantiene o sigue adelante. La gente se da cuenta de eso, si un actor es versátil o no, ése es como el mayor medidor de todo; que se repintan mucho, o que no tengan propuestas o recursos para hacer cosas diferentes.
Usted viene de hacer televisión con personajes pequeños, en El Cartel de los Sapos, unitarios y otras telenovelas. ¿Siempre buscó un personaje que le diera como el impulso para seguir haciendo televisión en grande? Esto lo acaba de vivir con Boris Corrales. Antes de que esto sucediera, ¿Se sintió cansado de estar buscando esa oportunidad?
Eso es una cosa que tengo muy clara, y es que para ser actor uno no puede bajar los brazos. Es un camino largo. Siempre a pesar de que no me habían dado esa oportunidad de hacer un personaje grande, decían que era muy buen actor y todo, pero nunca existió como ese chance. Poquito a poco me fui haciendo ganar el respeto de colegas y de directores por mi trabajo, que es la mayor carta de presentación que puedo tener, hasta que se dio esta oportunidad.
Fue una bendición, un regalo, una lotería. Son poquitos los personajes que tienen tantos matices y riqueza a nivel dramático, para hacer la parte de recreación por parte de un actor. Creo que en ese sentido fui bendecido y llegó en un momento chévere de mi vida, pues he tenido una experiencia larga. Estoy muy bien parado en la tierra, y sé cómo afrontar ciertas cosas que son agregadas a este trabajo, como las entrevistas, la fama, el reconocimiento de la gente. Lo que si tengo bien claro, es que ahora pasa la novela y si uno no está vigente y no está haciendo las cosas bien, igual.
Sabemos que está preparando una obra de teatro, ¿Podría contarnos algo sobre ese nuevo proyecto?
Esta es una obra escrita por un dramaturgo colombiano que se llama Fabio Rubiano, él está cumpliendo 25 años con su grupo llamado Teatro Petra, y entre sus obras inéditas hay una que hace un homenaje al bicentenario, esta se titula: «El Natalicio de Schumann.
El dramaturgo toma el bicentenario como un pretexto para hacer una obra supremamente interesante, con muchos visos de humor negro, tiene un elenco súper chévere y un director muy interesante que se llama Ricardo Sarmiento. Esta obra se estrena el 24 de noviembre y la primera y segunda semana de diciembre, en la casa del teatro nacional.
¿Qué siente cuando actúa?
Pasión total por lo que hago, es donde me entrego.
Una película que siempre vas a recordar y vas a recomendar a todas las personas
La saga del padrino, corazón valiente, el pianista.
Un significado simbólico de la palabra actor.
Luchador
Un tip para la memorización de textos.
Para palabras que se nos dificulten aprender, buscar una analogía. Ejemplo en mi texto tengo la palabra sostén de sostener y sino me la puedo grabar rápidamente me imagino un sostén de los de las mujeres, ya teniendo esa referencia jamás se me va a olvidar esa palabra.
¿Qué herramientas usa para preparar sus personajes?
La observación, y 100% la intuición.
¿Qué les puede decir a esos padres que ven la actuación como una carrera poco seria, de poca reputación o inalcanzable?
Que apoyen a sus hijos, porque el actor, el verdadero actor o el proyecto actor, el que decide tomar en su vida esta carrera no hay quien lo pare, ni la familia, ni el dinero… es enfocarse y buscar.
¿Qué libros puedes recomendar a las personas que se están preparando para entra al medio de la actuación?
«Al Actor» de Michael Chejov,
¿Qué consejo les puede dar a estos jóvenes que quieren incursionar en el mundo de la actuación?
Hay que perseverar, pero hay que ser bueno en lo que se hace. La mediocridad no cabe en esta profesión.
Fotografias: Tomadas Elite Asociados Manager / Prensa Canal RCN