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ENTREVISTAS

Jose Brocco

Jose Brocco, talentoso actor puertorriqueño formado en las tablas y con una vocación innata por la dramaturgia, nos comenta en esta oportunidad su trayectoria por un sueño que hoy es realidad, cambiando la medicina por los libretos de obras tan intensas como las griegas, en contraposición a diálogos verdaderamente visuales ante la cámara del séptimo arte, deslizándose entre cada situación con la
pericia que le permite la confianza y el respeto por su propia vocación

 
¿Cómo empieza su carrera Artística?

Siempre, desde que tengo uso de razón, quise ser actor. Pero siendo de un pueblo pequeño, lejos del área metropolitana, donde se hace el 95% del teatro, lo veía como un sueño imposible de alcanzar. Por eso dedique mis esfuerzos en otras materias y comencé mis estudios en Pre- medica con la idea de convertirme en doctor. Ya por terminar mi bachillerato en la universidad pase por un pasillo del Departamento de Humanidades y en uno de los salones se llevaba a cabo un ensayo de una obra teatral. Me senté a verlo. Hasta ahí llego mi ilusión de ser médico. Ese mismo día forme parte del grupo de teatro universitario. Eso me dio la oportunidad de hacer varias obras de autores reconocidos y conocer personas clave que me fueron dando la mano en el mundo artístico. Tome clases formales de actuación por 4 años en el Ateneo Puertorriqueño con el afamado dramaturgo Roberto Ramos-Perea y realice mis primeros trabajos profesionales. Hasta el sol de hoy no he parado de trabajar y estoy seguro que dejar la medicina fue la mejor decisión que he tomado en la vida.

¿Que debe tener un actor en cuenta al interpretar el teatro clásico como el de Goethe y Sófocles?

Primero que nada, hay una técnica distinta de actuación para cada estilo. En la tragedia griega como es el caso de Edipo Rey la interpretación es un tanto exagerada y uno como actor y sobre todo si se es principiante, tiende a sentirse sobre actuado. Hay que saber que eso es lo que se busca tratar, y aun siendo así, impartir verdad en cada parlamento.

Otra cosa que es fundamental, es entender lo que se hace y se dice. Las obras en verso pueden ser un tanto complicadas de entender, puesto que no acostumbramos a hablar así. Hasta que no tengamos una idea clara y precisa del texto y del concepto del director, no podremos actuar ese tipo de teatro o cualquier otro con verdad.

En mi caso, tuve la oportunidad de realizar estas piezas muy temprano en mi carrera, cuando no tenía la experiencia ni la técnica de un actor profesional, pero gracias a que me dirigieron personas del calibre de la Dra. Victoria Espinoza en el caso de Edipo y el Profesor Joe Lacomba en el caso de Fausto, me sentí con el respaldo y la motivación de subir al escenario preparado para la interpretación. Desearía poder hacer esos papeles en esta etapa de mi carrera, pero desgraciadamente es un estilo que ya casi no se trabaja en mi país.

¿Que errores le aconsejaría no cometer a un actor que está comenzando este camino del arte?

Lo mismo que me aconsejaron a mí. Primeramente que el actor nunca deja de aprender. Pensar que ya se sabe todo acerca de la actuación es el peor error que puede cometer un actor. Segundo, que esta carrera es mitad talento y mitad perseverancia. Estos son dos requisitos que junto a la disciplina te abrirán las puertas del éxito. Finalmente, que los actores no escogemos los personajes; los personajes nos escogen a nosotros y debemos estar atentos a los mensajes que nos dan y dispuestos para prestar nuestros cuerpos para que cobren vida en el escenario. Para esto no hay una técnica ya establecida, cada actor tiene su librito y hay que aprender a identificar cual es el método que nos sirve a cada uno de nosotros. Hay que recordar siempre que si tú mismo no te crees lo que estás haciendo y diciendo, el público tampoco lo creerá.

Seguramente en el tiempo que lleva como actor tiene muchas anécdotas curiosas, ¿cual le gustaría compartir con actuemos?

Hay muchas. Pero una que atesoro en mi memoria con simpatía es cuando fui a Moscú con la pieza El Alquimista. Estábamos en el escenario del teatro Hermitage, lugar donde Stanislavski se formo e hizo todos sus estudios para escribir sus libros, así que pueden imaginarse los nervios y el honor de pisar las mismas tablas que semejante maestro.

Hacíamos la obra en español y a la vez el público, por medio de un sistema de audífonos escuchaba la traducción simultánea en ruso. Apenas llevábamos 15 minutos de función cuando el sistema se daño. De repente a alguien se le ocurrió abrir un micrófono y traducir cada línea que decíamos. Obviamente no estábamos preparados para eso y estando en escena era poco lo que podíamos dialogar para trabajar con la situación, a duras penas unas miradas entre los actores y decidimos continuar. Había que decir cada línea y hacer congelarse hasta que una voz del mas allá, entiéndase cabina técnica, repetía lo que decíamos en un idioma en el que solo sabíamos decir: «deme una cerveza, por favor». La obra, que de por si duraba dos horas, termino durando ese día casi el doble. Al final, luego del saludo, ya estando en los camerinos comentando lo sucedido y quitándonos el vestuario y el maquillaje, entro corriendo el regidor de escena para decirnos que el publico permanecía en sala de pie aplaudiendo, que saliéramos como estábamos al escenario. Eso hicimos y ha sido el aplauso más largo que he recibido en 20 años de carrera. Nunca sabré si fue para nosotros o para la voz del mas allá.

 
Jose Brocco
 
En el cine se trabaja a una cámara y las jornadas suelen ser más extenuantes, en cambio en la televisión al trabajar con 3 cámaras fluye más rápido el trabajo, ¿cuál es el reto del actor al realizar cine?

La concentración, definitivamente. No solo para tratar de decir exactamente lo mismo y con los mismos matices una y otra vez, si no estar con todos los sentidos puestos en lo que hacemos, para recordar con que mano tomaste que cosa, en qué momento y donde lo pusiste. Si logras hacerlo, será algo que los editores te agradecerán inmensamente.

Aparte de eso, el estilo es completamente distinto al de televisión también. Si la tragedia griega es «overacting», el cine definitivamente es «underacting». Lo menos es más. Hay que aprender a actuar con los ojos y no con el cuerpo.

Por último, ser buen compañero. Si ya grabaron tu toma y tus ángulos, debes actuar con la misma intensidad para los ángulos de tus colegas. Recuerda siempre que tu actuación depende de lo que te de tu compañero y viceversa.

Como actor latinoamericano ¿que ha sido lo más difícil al trabajar en producciones cinematográficas de EEUU?

Para hacer honor a la verdad, nunca ha sido mi meta trabajar en Hollywood. Cuando lo he hecho, ha sido porque es una oportunidad única que representa un reto grande o un aprendizaje único para mí. Supongo que es difícil entrar de lleno a ese mercado, siendo latino y he escuchado compañeros quejarse de que los llaman para hacer solo de maleantes o sirvientas. Me da mucha pena escuchar esas historias, pero no ha sido mi caso. Reconozco los grandes actores norteamericanos y admiro muchos de ellos. También se que ganan millones por película y que son reconocidos a nivel mundial. Pero cuando haces de esta profesión tu vida y lo haces por vocación y no para que te reconozcan en la fila del supermercado, esas cosas pasan a un segundo plano. No critico a quien da el salto, para los gustos, los colores. Pero en mi caso, aunque domino el ingles, prefiero seguir trabajando en mi idioma y con el calor de la gente latina, no solo en Puerto Rico, si no en toda Latinoamérica y España. Esa si es mi meta y para eso lucho.

Cual fue la experiencia más representativa para su carrera al trabajar con un productor cinematográfico como Benicio Del Toro y un director como Steven Soderbergh

Trabajar con Benicio fue una de esas oportunidades únicas. Estar en una película y compartir cámara con un señor que guarda un Oscar en su casa, no pasa todos los días. Hacerlo en español, pasa una vez en la vida.

Fui al set muerto de miedo, pero mirándolo siempre a los ojos. Me hablo como si me conociera de toda la vida, me invito a repasar la letra y nos sentamos a hacerlo. Eso me llevo de Benicio del Toro, no solo el gran actor que todos sabemos que es, pues eso salta a la vista, sino el excelente ser humano, sencillo, humilde y profesional. Fue una gran lección que aprendí, que no importa cuán lejos hayas llegado y lo bueno que seas en lo que haces, lo que te hace grande realmente es que seas siempre quien eres y no olvides de dónde vienes.

En cuanto a Steven, fue un honor como artista ser dirigido por un hombre con tanto talento, visión y creatividad como él. Al final de la grabación me dijo «se que nos volveremos a ver y trabajaremos juntos nuevamente». Si es algo que le dice a todos, no lo sé, pero yo espero con ansias ese reencuentro profesional.

¿Qué es lo mejor y lo más difícil que ha vivido al representar como actor a su país en otros lugares del mundo?

Lo mejor es conocer nuevas culturas y personas que hacen lo mismo que tú en otros lugares del planeta. Aprender de cómo trabajan en otros países y regresar a casa con conceptos y lecciones nuevas para poner en práctica. También el privilegio y la responsabilidad que conlleva el dejar de ser un individuo y convertirte en un país. Son cosas que te inflan el orgullo patrio y recuerdas para siempre.

Lo peor es definitivamente, estar lejos de la familia por ese periodo de tiempo. Extrañar tu casa, tu familia y la seguridad psicológica que le brinda a cada individuo el estar en su tierra.

¿Ha tenido dificultades con el acento al trabajar en producciones americanas?

No, he ajustado mi acento a los personajes que acepto. En el caso de la película The Argentine, interpreté un cubano y era en español, así que no tuve mucho problema. Practique bastante el acento cubano y logre hacerlo creíble.

En otras películas he hecho de italiano en ingles y eso también lo he usado a mi favor. Además he trabajado acentos como el argentino, dominicano y español.

Lo importante es tratar de dominar el acento antes de enfrentarte al personaje. De esa manera es más fácil y te da la oportunidad de improvisar sin perder el personaje en caso de que sea necesario.

¿Qué siente cuando actúa?

Que estoy vivo. Es algo que es difícil de entender si no eres actor. Es estar y no estar, prestar tu cuerpo sin perder la noción. Dejarte llevar por el personaje sin perder la técnica o lo ensayado.

Hacer creer al espectador que es tu vida, hablar con sinceridad y ser creíble mientras recuerdas que no puedes bloquear la cámara de tu compañero o que te levantas en tal o cual línea. Es ser dos personas a la vez sin dejar de ser tu mismo. Es a veces una lucha interna contra el nervio y tratar de superarlo sin que nadie lo note. Dije que era difícil de entender, no? Para algunos esta definición puede ser masoquismo o personalidad múltiple, para nosotros es actuar.

¿Qué película lleva en su mente y por que la recomendaría?

Hay muchas películas con historias maravillosas y efectos increíbles que me vienen a la mente, pero como actor me fijo mucho más en las interpretaciones de los actores. Puedo pensar en el trabajo actoral merecedor de un Oscar de Dustin Hoffman en Rainman o tal vez recuerdo a Tom Hanks en Forrest Gump. O quizás el mismo Hanks actuando solo con una pelota de Voleibol en Cast Away. Su actuación en esa película fue tan buena, que hasta me imaginaba la pelota reaccionando y pensando cómo ayudarlo a salir de esa isla desierta. Y ni hablar del cambio físico que realizo para rodar ambas partes de la historia. En nuestro idioma, imposible no mencionar a Norma Aleandro en El hijo de la novia o a China Zorrilla y Manuel Alexandre en Elsa y Fred.

Yo, al igual que la mayoría de los actores, no voy al cine solo a disfrutar. Voy a aprender, a estudiar los trabajos de los grandes actores del cine. Y a veces, ¿por qué no?, a envidiarlos sanamente por yo no ser parte del elenco. Me ha servido de mucho y es algo que siempre recomiendo a los principiantes.

 
¿Un significado simbólico de «Actor»?

Instrumento de una historia.

Un tip para la memorización del texto

Saber de qué trata el texto y asociarlo con el movimiento. Para mi es fundamental conocer lo que dices y pretendes, aunque no te sepas la letra en un principio. Si estas claro que quiere conseguir el personaje en cada escena, la letra será más fácil de aprender. El movimiento también es sumamente importante para memorizar y el lenguaje corporal te ayuda a apoyar los matices que decidas darle a los parlamentos. Cada actor tiene su forma, a mí esta es la que me da resultado.

¿Qué herramientas utiliza para preparar sus personajes?

Todo lo que se me ocurra que pueda servir. Lo primero es leer el texto y entender mi personaje, luego olvidar el texto y meterme de lleno al proceso creativo pensando como es, como camina, como se mueve, como se viste, como piensa, como actúa, etc. Irme a un centro comercial y sentarme a observar la gente pasar para tratar de encontrar rasgos del personaje. Si el libreto no me da pistas de cómo creció el personaje o como fue su pasado, que lo llevo a ser como es, sencillamente lo invento y le creo una vida. Todo lo que sea necesario para justificar sus acciones presentes. Luego que tengo el cuerpo desnudo del personaje, lo visto con las líneas que debe decir.

¿Qué le puede decir a esos padres que ven la actuación como una carrera no seria, y de poca reputación, o inalcanzable?

Con todo el respeto, le diría que la ignorancia es atrevida. Si hay alguna profesión seria, que conlleva responsabilidad y entrega, que es alcanzable para los que luchan por sus sueños, es esta. Es cierto que es difícil y que hay que sacrificar muchas cosas, pero las recompensas son mayores. Y no hablo del factor económico, que a veces es bueno, otras no tanto; hablo de la satisfacción de vivir haciendo el trabajo para el que naciste, de sentirte realizado como ser humano. Es la única manera que conozco de ser feliz. Se que los padres se preocupan porque los aman, pero lo peor que le pueden hacer a un hijo es apartarlos de la vocación con la que nacieron. Tengo algo escrito en mi pared y lo leo cada vez que me levanto en las mañanas, son palabras de Facundo Cabral y dicen: «Bienaventurado el que no cambia el sueño de su vida por el pan de cada día». Es mi filosofía y mi lema. Tuve la suerte de tener padres que me apoyaron y me motivaron a seguir mis sueños, pero se que no todo el mundo tiene esa suerte. Es triste. A los jóvenes les digo que es importante y es una obligación respetar siempre a los padres, ya sea los que nos dieron la vida o los que nos criaron, pero si tu padre quiere ser médico y no pudo hacerlo, todavía está a tiempo de irse a estudiar.

¿Qué libros puedes recomendar a los que se están preparando?

Todo lo que se pueda leer es beneficioso para el actor. Se deben conocer todas o al menos muchas de las técnicas para poder descubrir cual nos funciona a cada uno de nosotros y cuales no nos sirven de nada. Aparte de los libros clásicos de actuación como los de Stanislavski y Meyerhold, recomiendo los que hablen de actores reconocidos y como estos se preparan. Por ejemplo, Un siglo de actores: 42 magos de la interpretación desvelan los secretos de su oficio. Otro es Sobre la actuación, de Sanford Meisner quien fue maestro de actores como Robert Duvall y Diane Keaton. Además, cualquier revista o periódico en los cuales se entrevisten a personajes del medio, es bueno leerlos siempre. Y si vas a realizar un personaje histórico, un buen libro de historia de la época y el lugar donde nació y creció, es imprescindible.

¿Qué consejo le da a los jóvenes que están luchando para estar dentro del medio como es el teatro, el cine y la televisión?

Primero que se preparen, que estudien. A veces vemos mucha gente guapa sin estudios de actuación en tv o en el cine, pero la belleza no lo es todo. Tal vez están en la pantalla, pero siguen siendo caras lindas nada más, ser actor es mucho, muchísimo más que eso. Hay que prepararse y después de eso estar dispuesto a luchar por llegar lo más alto que puedas y aun después de eso, luchar más fuerte todavía por mantenerte allí. No es una carrera fácil, es cierto, pero con talento, disciplina y mucha perseverancia puede lograrse.

Fui maestro de actuación en varias escuelas y lo primero que les decía a mis estudiantes era que yo no podía ensenarlos a actuar, yo podía darles las herramientas y la técnica, pero eso tenía que nacer con ellos. Es un don. Hay que saber reconocer que esto es lo que realmente queremos, que tenemos el talento para hacerlo y estar dispuesto a luchar.

¿Cuál es la importancia del agente para el actor?

El agente para el actor es todo. Si comparamos al actor con un vehículo; el agente es el motor que lo mueve, sin lugar a dudas. Lo actores somos artistas y por ende, pensamos con el corazón y no con la cabeza. A veces aceptamos trabajos que no nos convienen por esa necesidad de crear. Otras veces nos da igual si trabajamos gratis o con poca remuneración económica con tal de participar en algún proyecto. Por el contrario, el agente es negociante, piensa con la cabeza y no se deja llevar por pasiones. Por tal razón es el complemento perfecto para el artista. Es quien te ayuda a abrir las puertas y te da a respetar como profesional. Tener un agente no es un lujo, es una necesidad y más en estos momentos donde el taller escasea y el actor necesita alguien que vele bien por sus intereses. Además un agente te da la oportunidad de llegar a lugares a los cuales tú físicamente no puedes llegar. En mi caso, mi agente Nelson Matta está trabajando fuertemente por abrirme paso en Latinoamérica, algo que a mí como actor se me haría muy cuesta arriba si estuviera solo.