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Farándula y famosos en América Latina

ENTREVISTAS

Constanza Duque

Queridísima actriz, con una experiencia en la actuación inigualable, desde muy joven puso que quería ser parte de la actuación en su país, puso todo su empeño, paso con por grandes escuelas de actuación en el extranjero, hoy Constanza Duque es una de las actrices Colombianas con un carisma evidente, ya que está viviendo un gran momento internacionalmente.

 
¿Cómo iniciaste en el medio de la Actuación?

Yo soy de la ciudad de Manizales, allí hay un festival de teatro que por su momento fue muy famoso. Aunque hay gente que dice que desde niña se veía que iba a ser actriz. Toda la vida tenía como una capacidad para afrontar las cosas horribles y difíciles, las tareas y las obligaciones en mi casa y todo, me lo inventaba como personaje; es una anécdota por esa parte.

Yo empecé a estudiar primero Bellas Artes porque en esa ciudad no había escuelas de teatro, ni yo me imaginaba que eso podía ser una profesión, y decidí hacer teatro universitario como aficionada. Después de estudiar como 5 ó 6 años, me fui a viajar por Europa y viví del sombrero, canté en el metro y un día dije: ¡Yo quiero ser actriz!

Regreso para Colombia porque estaba ya sin un peso, de andariega, y vine a Bogotá a estudiar en la Escuela Nacional de Arte Dramático, que en ese momento era una escuela muy importante en la que se formó gente como:Robinson Díaz, Pedro Camargo, actores muy reconocidos y al ver al profesor Alfonso Ortiz inicié en La Candelaria. Allí estudié 5 años y cuando ya estaba terminando por primera vez la parte de teatro, me llamó Jorge Luis Triana. Él es un director muy conocido, que hacía unos programas históricos que se llamaban Revivamos nuestra historia. Escribió una historia que se llamaba El Bogotazo que era sobre la muerte de Gaitán y fue ahí mi primer papel en televisión, sin dejar de hacer teatro y televisión. Desde ahí no he dejado de hacer ninguna de las dos cosas y estamos hablando como del año 81 u 82, ya llevo más o menos 28 años en esto.

¿Denos un significado simbólico de la palabra Actor?

Seguramente hace unos 20 años hubiera dado una respuesta como: Es pararme en un escenario frente a una cámara e interpretar, pero en este momento siento que soy un instrumento maravilloso para expresar ideas y pensamientos de esas personas.

 
Constanza Duque
Constanza tiene la capacidad de transformarse como un camaleón, puede hacer de una señora humilde como fue su recordado personaje en «Café con aroma de mujer» una tia solterona como su personaje en «Hasta que la plata nos separe» o una señora extremadamente clasista como su mas reciente personaje en «Novia para dos».
Es amante de la comedia y sueña con tener su propia serie en este genero como su gran idolo Lucille Ball
 
Tengo una voz, soy la voz de esas voces y presto mi cuerpo a otras historias, a otros personajes. Eso es ser actriz, ser un instrumento, un medio a través del cual se cuenta una historia, un don que me ha permitido contar las vivencias de muchos, aprender, conocer y ser diferentes mujeres de distintas edades, estratos, problemáticas. Ser actriz es una bendición, en este momento de mi vida así lo considero.

¿Aparte de actuar practica alguna otra disciplina?

Son muchas las disciplinas que tienen que ver con mi trabajo. Para mí sí me dicen qué hago en mi tiempo libre o cuál es mi hobbie, me cuesta mucho trabajo decirlo porque toda mi vida se ha ido armando alrededor de mi profesión. Siempre estoy entrenándome físicamente, tengo clases de danza porque me gusta bailar y estar con mi instrumento afiladito para cualquier personaje. Me preocupó por los problemas de la voz, cómo solucionarlos, por estar en clases de canto, haciendo talleres, trabajo con toda cosa que tenga que ver con mi oficio, todo para ser una actriz integral.

¿Qué te satisface de trabajar en televisión?

En televisión hay dos cosas, una que no puedo negar, que hay un reconocimiento, no es el ser famoso. La gente te asume como tu familia, me saludan en la calle, son muy amables conmigo, aunque cuando hago un papel de mala no es tan amorosa la reacción de la gente pero siempre hay un gran afecto y uno siente que es parte como de las familias y que de alguna manera ha colaborado como a mostrar un pedazo del mundo de otra manera. La televisión me gusta a nivel actoral y personalmente.

 
Yo venía de teatro y los del teatro teníamos muchas prevenciones de que la televisión era un poquito como prostituirse porque era una cosa como comercial. Hoy en día me encanta como medio, me parece que es muy poderoso. Mientras yo he hecho teatro toda mi vida, por allí me ven pocas personas, por televisión salgo 5 minutos y ya me ve un país entero. Eso también me da mucho oficio porque yo un día en televisión tengo que grabar unas 20 ó 25 escenas, en las que paso por unas emociones totalmente opuestas, de la alegría así exaltante a una crisis de nervios, entonces me ha dado oficio. Prácticamente tengo que andar como afiladita, como una cuchilla, me da mucha cancha y eso me encanta porque es una cosa en la que se practica permanentemente, tienes que volverte muy recursivo y muy rápido.

El teatro es con el público en vivo, es más directo, sientes que sales a la escena y hay una respiración de las otras personas que están ahí, hay el calor, la piel y no te puedes equivocar porque es un acto único. Esa es la otra parte del teatro, emocionante. Entonces, son dos medios que antes pensaba que eran como antagónicos y en este momento pienso que estoy feliz de poder impulsionar a los dos y me hacen mucha falta. Si dejo de hacer televisión, me hace falta e igual sucede si dejo de hacer teatro. Me gusta estar permanentemente haciendo los dos porque me parece que me complementan.

Usted ha visto durante el tiempo que tiene actuando, cómo ha evolucionado la televisión colombiana ¿Cómo le parece ese proceso en que la televisión colombiana está dando de que hablar en el extranjero?

Me siento muy orgullosa, aquí hemos tenido ciertos conflictos mucha veces, porque ha habido épocas en que las empresas, las programadoras y los canales, han querido de pronto como homogeneizar los productos y venderlos como en un acento neutro para que se pueden vender en Venezuela, en México y nos quitan ciertos regionalismos y siento que eso no les ha funcionado. Cuando mejor han funcionado los programas Colombianotes, es cuando han sido más colombianos, como en Café, Betty la fea, Hasta que la plata nos separe, que está ahorita en Venezuela, y la están viendo bastante.

Eso me encanta, saber que yo estoy participando en una televisión que se ha tomado un puesto en América latina, porque antes cuando estaba joven eran los venezolanos y los mexicanos, quienes nos daban clase, ahorita me parece que la televisión colombiana tiene un lenguaje propio colombiano, y me agrada que eso se esté viendo afuera. Y los ejemplos son estas novelas que mencioné, que se han visto en 80, 100 países, han sido traducidas a muchos idiomas.

Yo estuve en un festival de teatro en Israel precisamente gracias por haber estado en Café, y el público que empezó a verme eran israelitas, gente de allá, que habían aprendido a hablar español por las novelas colombianas. Me siento orgullosísima de eso y soy una defensora de nuestro estilo de hacer novelas, de nuestro lenguaje, de nuestra manera de contar historias, de una de las maneras, no me estoy negando a las otras, pero me parece que nos ha dado una identidad maravillosa a nivel internacional.

¿Qué le hace falta a Constanza Duque para sentirse completamente actriz o artista?

Estoy en miras de hacer mi propia comedia y protagonizarla, a mí ese género me encanta. Yo tengo una vena cómica, que no es la que la gente más recuerda, a pesar que cada uno de mis personajes tiene un vis cómico. No soy de la comedia de caídas, ni de chistes de doble sentido, ni de humor verde, como decimos los colombianos, como de connotaciones sexuales. Soy de un humor muy grafico, muy estilo Chaplin, o Lucille Ball, para mí es uno de mis ídolos, o tipo Show de Lucy.

Ese sueño lo estoy trabajando para que deje de ser un sueño, y se pueda realizar. Es una comedia que quiero que trascienda, que se pueda ver en los canales internacionales, que si la ve un argentino, un venezolano, un mexicano; se sientan identificados, se emocionen, una tragicomedia. Eso me hace falta tener «Mi» y no lo digo por ego, de que es que quiero tener «Mi Programa», sino que hace rato venimos trabajando los personajes en teatro y en unos eventos para empresas, y siento que ya quiero contar unas historias, que no han sido contadas de una manera que no han sido hechas. En eso me voy a empeñar en estos años que vienen.

¿Qué herramientas usa para preparar sus personajes?

Muchas, voy a decir una cosa, que es muy chévere, se me acaba de ocurrir, por primera vez la digo, como dicen por allí que cada niño nace con un pan debajo del brazo, debo decir que cada personaje tiene el pan debajo del brazo, trae como el método. Tengo más o menos unas generalidades que uso en todos, pero depende del personaje, hay personajes que primero me invento la pinta, o la imagen, tengo un closet en mi casa gigante de ropa, de ropa antigua, de ropa nueva, de colecciones, gafas guantes, y miro allí y digo, este personaje ¡me lo imagino, así !.

Normalmente, si es un personaje con alguna profesión, por ejemplo si me dicen que es un médico o un abogado, investigó, siempre investigó, si es una profesional. En Café, que era una recolectora, fui a la zona cafetera, y hablé con recolectoras, miraba como cogían el café, y me metí como a un curso, hice una tejedora de sombrero, y tomé clases con una tejedora. Después, me tocó hacer un personaje de una mujer que era manicurista y peinadora a domicilio y me inscribí en una academia de belleza. Así que aprendo el oficio que corresponda al personaje, que se vea que yo sé manejar el instrumento, leo libros si hay sobre el tema. Otro ejemplo, hice de empleada de servicio, me leí algunas cosas sobre el servicio doméstico, entrevisté a mis empleadas, a las empleadas de mis hermanos, a las de mi mamá, a las de mis tías, con grabadora y un cuaderno.

Si es una señora de la alta sociedad, trato de hacerme invitada de algún club, o alguna reunión así muy exquisita para ir y mirar. Luego, leo mucho sobre eso, y como desafortunadamente nosotros no tenemos algo como el Actor´s Studio para perfeccionar. Otra vez hice un personaje de una mujer que termina ciega, fui a un instituto de ciegos, hacía ejercicios en mi casa como taparme los ojos, tratar de hacer todas mis rutinas con los ojos cerrados, de bañarme, lavarme los dientes, de comer, trato de buscarle por todos los lados muchos puntos de vista al personaje, porque mientras más esté llena de eso más rico va a ser el personaje después.

También tengo dos personas que me ayudan, como mi socia, que es quien me ha dirigido en teatro, y por otro lado una gran amiga y gran actriz que se llama Ana María Sánchez, y las dos nos apoyamos mucho en eso. Yo la llamo a mi casa, le muestro y le digo- «Mira tengo este dibujo, esta idea».

¿Qué consejo le das a quienes están incursionando en la actuación?

Consejo número uno, que se preparen, con un profesor privado o en una academia. En una academia es chévere porque tienen la posibilidad de trabajar con personas distintas, y hacer diferentes cosas. Que se preparen, ese es el consejo y que amen lo que hagan. Si no hay pasión, si no hay ganas de hacerlo permanentemente, no inventen meterse a actores porque pueden ser famosos, o pueden conseguir dinero, eso es una equivocación.

¿Qué tan fácil o tan complicado puede ser trabajar con un novato que no tenga ni idea sobre la actuación?

Si es un novato que tiene talento y que está abierto a escuchar a los demás, uno también tiene que estar abierto y estar desprevenido y dejarlo sacar su talento, pero si es un novato que es un irresponsable, que no se ha sabido su letra y que llega sin preparación, no es fácil y no me interesa trabajar con esa clase de gente. Es un martirio trabajar con una persona así y no porque sea novato, sino porque no sea serio con su profesión, me cuesta mucho trabajar con alguien así.

¿Qué libros recomienda a los nuevos talentos que
inician en el medio de la actuación?

Es muy difícil recomendar un libro, yo sugeriría los libros técnicos pero de pronto a alguien no le toque en ese momento. Yo recomiendo más que un libro, que lean mucho, vayan a museos, oigan música, vayan a conciertos, al teatro, que se nutran de arte, de belleza, de información, lean el periódico, porque es nuestra herramienta de trabajo. Lean un libro de Stanislavsky o uno de Lee Strasberg, que fue uno de los maestros donde estudié. Cada momento de la vida les va a mostrar una cosa distinta, o cada uno tiene una necesidad. Un libro maravilloso para mí es El principito, y no tiene nada que ver con la actuación, tiene que ver más con la sensibilidad, con escuchar, con amar. Estén abiertos, somos unos instrumentos, y nuestro cuerpo, mente y voz es lo que usamos, que nuestras almas estén bien alimentadas.

¿Algo más que quiera agregar?

Sí, me encantaría llevar una obra de teatro a Venezuela, es una obra de teatro que escribí con una directora, otra mujer y mi socia que se llama: La gallina ciega. Esa es mi otra pasión en este momento, el teatro y esa obra que vamos a sacarla aproximadamente en octubre. Aprovecho para invitarlos durante todo el mes de octubre en el teatro Leonardo de Bogotá, esa es como la otra parte de mí, siempre luchar por sacar los sueños adelante.

No olviden ver a Constanza en Octubre del 2008 con su obra «La Gallina Ciega»