Primero: Hay que querer este oficio de una forma muy intensa, instintiva y sincera. Si uno se da cuenta de que no puede vivir sin actuar… hay que hacerlo, de lo contrario no.
Segundo: Hay que ser una persona dedicada, perseverante (rayando a veces con lo terco), curiosa, estudiosa y disciplinada.
Tercero: Hay que divertirse mucho haciéndolo, de lo contrario se va a aburrir un montón.
Cuarto: Hay que tener mucha confianza en si mismo y en su talento… porque en la mayoría casi absoluta de los casos uno debe soportar muchísimas negativas antes de recibir una positiva.