Una mirada picara pero a la vez inocente, un cuerpo de diosa y una elegancia incomparable se reúnen en una sola mujer; además de ser considerada una de las actrices más hermosas en la historia de la televisión, la radio y el cine. Sin más preámbulo, aquí en actuemos.net la reina de la comedia americana Lucille Desiree Ball.

Esta rubia exitosa en las tablas y frente a las cámaras, nació en New York, el 6 de agosto de 1911. Desde temprana edad, descubrió una gran pasión hacia el arte dramático, lo que generaría entonces su afán por comenzar los respectivos estudios. Inició en la escuela dramática de Jhonn Murray Anderson sus primeros acercamientos a la actuación, pero paralelamente a este aprendizaje y como toda mujer exuberante al igual que llamativa, no demoraron en contratarla como modelo. Lucille era un frasco de talentos, además de ser buena para el drama, también cantaba, así que perteneció durante su crecimiento artístico, a coros. Para los años 30, ya haría parte de la casa de los grandes actores, logro ingresar a Hollywood gracias al contrato con Samuel Goldwyn.

Su éxito fue total, gracias a las apariciones en algunos musicales como Roberta (1935) su estatus y su nombre fueron poco a poco siendo reconocidos, haciéndola entonces solicitar por cineastas reconocidos a nivel internacional. Apareció en un film que seria el motor de su gran carrera, esta película dirigida por Gregory La Cava con «Damas del teatro» donde por primera vez relazaría un papel con un rango más alto de importancia. A partir de ese momento, llegaron a sus manos libretos con personajes más protagónicos, en películas como: Hotel de los líos (1938), Volvieron cinco (1939).

En la vida de los artistas, su parte personal influye en la profesión; su matrimonio con Dersi Arnaz, fue su trébol de cuatro hojas, que le daría suerte con un nuevo empuje para la continuación de su carrera. Como ya mencionamos, era la mujer diez en todo, hacia todo lo que se le propusiera. En radio con la caracterización de una ama de casa alocada en su el programa My favorite husban demostraría su gran talento para hacer reír al oyente, fue tanta su aceptación, que duro hasta 1951 y después de este éxito en radio, CBS propuso seguir con la comedia en la televisión; y fue ella quien la protagonizo al lado de su esposo Dersi Arnaz. De allí continua con mas producciones como I love Lucy serie que duró casi 6 años al aire. Eran tan profesionales sus personificaciones que se consagró en la televisión, mostrando una gran despreocupación por volver al cine, y así ocurrió, ya para los años 50 ya sus apariciones en películas eran muy pocas, los directores de cine la buscaban constantemente, pero ella estaba decidida, se quedaba con la pantalla chica.

Dentro de las producciones que realizó aparte de su éxito con I love Lucy, al finalizar su carrera otros programas terminarían de rematar su gran talento y su reconocimiento a nivel internacional, como: Fancy Pants de George Marshall, The Lucille Ball show, Tuyos, míos y nuestros co protagonizada por Henry Fonda.

Lucille Ball, por toda la trayectoria artística que realizo durante tantos años, la posiciono como el mejor comediante del show Business americano, que en la actualidad es el ejemplo a seguir para las nuevas actrices de comedia tanto de America del norte como para Latino America, y sin dudarlo del mundo en general.

El 26 de abril de 1989 dice adiós para siempre esta rubia, que a pesar de tener 77 años aun conservaba su estilo, personalidad, elegancia, pasión por la memoria del arte, dejo profesionalismo, y una gran huella en la televisión, posiciono la comedia y dio alegría a las familias que diariamente disfrutaban de sus exitosos programas, además de luz a las nuevas generaciones inclinadas hacia el humor.

Fotografías:Tomadas de Internet