El lenguaje entre el Director y el actor, es tan importante e indispensable que, de no haber o existir no solo un lenguaje…
El lenguaje entre el Director y el actor, es tan importante e indispensable que, de no haber o existir no solo un lenguaje, sino una buena comunicación, esto se ve reflejado en el resultado final de la película. La estética, creatividad, concentración, recursividad e imaginación en el lenguaje que tengan tanto el director como el actor, son básicos para que exista un buen resultado.
Estética, haciendo alusión a que tanto el director como el actor deben respetar cada uno su profesión y viceversa, pues el director debe saber cómo sacarle emociones al actor de la forma más creativa sin que se conviertan en «órdenes», porque este puede ser uno de los peores errores en los que no debe caer ni cometer un buen director; debido a que las emociones no se están viviendo realmente.
El actor las tiene que saber traer a su realidad esporádica e instantáneamente como sea, o ya sea reproducirlas de forma fidedigna a la realidad.
Es una cuestión muy compleja, por lo tanto es un error que un director quiera un acto dramático, por ejemplo en donde el actor represente un personaje que está deprimido por la muerte de su madre. Si a él no se le ha muerto, primero es muy difícil interpretarlo como un recuerdo emocional ya vivido, es decir traer al presente esa fuerte emoción que alguna vez tuvo, pues ya que no es un recuerdo ni mucho menos algo antes sentido, el actor tiene que ser lo suficientemente creativo como para tratar de sentir esa fuerte emoción tal cual la estuviera viviendo.
Segundo, tiene que hacerlo ver como si lo estuviera viviendo, por eso no solo tiene que ser creativo en sacar y crear emociones que no está sintiendo, sino también debe estar lo suficientemente concentrado para mantenerlas, como si fuesen hechos reales.
Para que el actor pueda realizar y generar todas las emociones que el director quiere, por supuesto requiere de ayuda del director, el cual a su vez también tiene que ser creativo para producir emociones en el actor. No existen las reglas universales de cómo dirigir a un actor, pero si muchos directores usan métodos propios que les funcionan, además de los ya estudiados y aplicados, muchos basándose en estudios como el «Método Stanislavsky», entre otros.
Además de tener su propia academia y formación en su profesión, ellos requieren de originalidad y creatividad en la forma cómo guían a su actor sin caer en la rutina, ni en la exigencia, al no poder sacar lo mejor de este; y que este proceso sea de la forma mas didáctica, natural para proporcionar actos realmente convincentes y dentro del buen desempeño y rendimiento del actor.
Cabe discernir, que el resultado de una actuación que sea fidedigna y conmueva al espectador, produciendo reacciones y emociones en este, depende no solo de la habilidad de la persona que actúa, sino, es un trabajo en equipo entre el director y el actor. Por eso es clave, la buena relación y comunicación entre estos dos.