El actor colombiano de origen tumaqueño Fernando Villamizar, con tan solo 37 años,  en un vuelo corto y repentino el fatídico 7 de octubre de 2015, nos ha dejado para siempre. Es lamentable su partida, pues estaba en la plenitud  de su carrera actoral, hacia parte de un selecto grupo de actores que en esta quijotada del teatro independiente se trazaba sueños y metas que él no podrá llevar a buen puerto. Nos lo arrebató el desasosiego y la forma que rompe los sueños de los artistas y donde muchas veces estos se desvanecen, este es un llamado para que a pesar de las dudas que se emplazan en nuestros corazones y nuestros proyectos, sean borradas o sorteadas con decoro y no en actos repentinos que hacen que los corazones de los artistas se llenen de penumbras y dolor.

La obra de Fernando Villamizar perdurará para siempre pues se preocupó por muchos años en compañía de su maestro de teatro Álvaro Rodríguez en dejar escritas obras de creación colectiva, por más de 15 años en este andar y devenir en el mundo del teatro colombiano y la escena bogotana; es como junto a otros quijotes del teatro, hacen parte del “Teatro Estudio Alcaraván” que desde este año gozaban de una hermosa sala propia, a la que bautizaron “Casa TEA”, desde donde se reunían a planear el futuro de la casa y a volar en manada en sus próximos proyectos.

“Fercho” como lo conocíamos sus allegados, inicio sus estudios en el año 1997 en la Casa del Teatro Nacional de Bogotá y participaba en la actualidad en varias obras teatrales, entre los que se destacaban “La soledad de los nadies” del grupo “Teatro Estudio Alcaraván” dirigido por el maestro Álvaro Rodríguez; donde además desplegaba otra de sus grandes virtudes como cantautor pues la música de esta obra fue de su autoría. Otra de las obras en las que trabajaba en su rol protagónicos era en “El método”   del grupo “Lalola Teatro”, dirigido por Nelson Cruz, también en la obra “La noche” con el grupo “Koturno Teatro”, dirigida por Juan Ernesto Alfonso. También es de destacar que empezaría en poco tiempo unas giras por Europa con la obra “La torre de la defensa” del grupo de “Teatro de la complicidad”, dirigido por Claudia Maldonado.

Aún sabiendo como era de importante para todos, decidió partir, dejando un desalentador mensaje en las redes sociales. El dolor que nos ha causado su partida es indescriptible y el vacío es insondable, aun nos parece escuchar su risa y sus canciones, pues sabemos que sigue desde lo más alto preparándose para una eterna representación.

Hoy después de ver su cuerpo sepulto por paladas de tierra, nos queda el recuerdo de lo hermoso que fue, de sus incalculables abrazos, de ese cariño que nos mostró siempre y que quedará grabado en nuestros corazones,  generoso como el que más… partió entregándonos un derroche de talento con el que noche tras noche nos acompañó en medio de risas, miedos y dramaturgos como el llamada al “wiski”. Buen viaje “Fercho”… “mi chinito”,  todos los próximos dramaturgos serán en tu nombre,  tus amigos y tu familia agradecen todo lo que compartiste con nosotros y  lo que nos duele es la deuda de amor que dejaste en nuestros corazones.

“Recuerde el alma dormida,

avive el seso e despierte

contemplando

cómo se passa la vida,

cómo se viene la muerte

tan callando;

cuán presto se va el plazer,

cómo, después de acordado,

da dolor;

cómo, a nuestro parescer,

cualquiere tiempo passado

fue mejor”.

“Coplas de don Jorge Manrique por la muerte de su padre”

Segismundo-…

¿Qué es la vida? Un frenesí.

¿Qué es la vida? Una ilusión,

una sombra, una ficción,

y el mayor bien es pequeño;

que toda la vida es sueño,

y los sueños, sueños son.

“LA VIDA ES SUEÑO”

Pedro Calderón de la Barca

 Fabián Astudillo López