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Edith González – Portada Actuemos.Net – En Exclusiva.

Edith González, una actriz que llego a Colombia para hacer un gran trabajo como siempre lo ha desempeñado en su natal México, dejar Televisa y venir a Colombia no ha sido fácil para la actriz quien nos explica que ha tenido que aprender ciertas cosas que manejan en las grabaciones, como el organigrama, Edith se siente Feliz con su equipo de trabajo, el cual les ha parecido un equipo excelente que le ha brindado apoyo incondicional desde su llegada…

La carrera de Edith González empezó cuando ella era muy chiquita y su reconocimiento ante el publico llega al interpretar a Maria Isabel en la exitosa novela

¿Cómo empieza su carrera artística a tan corta edad?

Por casualidad estaba jugando con unas muñecas de una amiga de mamá y se le ocurrió que yo podía ser actriz, porque hacía tonos de voz distintos y decía cosas con cada una. Así que, una amiga de mi mamá decidió que a lo mejor yo podía ser actriz, porque hacía personajes y así fue como empecé.

¿Cómo cambia la vida de una niña cuando empieza a trabajar en el medio artístico, teniendo en cuenta que usted comenzó a tan temprana edad?

Cambia y no. Cambia en el sentido que los niños de por sí son el centro de atención y un niño actor es un foco de atención, eso es un hecho. Te da ser un poquito más consentido, pero a la vez te da más obligaciones y eso siempre es duro; y al mismo tiempo es una vida muy interesante para cualquier niño porque si tienes muchas obligaciones todo el mundo te consiente aún más y de pronto tienes acceso a lecturas que como un niño normal no tendrías.

Por ejemplo, yo leí Los Miserables de Víctor Hugo, haciendo análisis de texto, y eso te da una perspectiva distinta, porque no creo que haya muchos niños que tengan padres que los sigan o se sienten a leer con ellos, no es tan frecuente, y aún más cuando se hace el acceso a los textos como si fuese un juego, ese era mi caso y era muy bonito. Es una experiencia muy linda para un niño siempre y cuando no sea una figura pública, siempre y cuando no se vuelva estrella.

Yo sé que era una niña actriz, una niña que trabajaba, esa era mi gran ventaja. Nunca fui famosa siendo niña, entonces digamos que tenía todas las ventajas y casi ninguna de las desventajas.

Muchos artistas no tienen la posibilidad de viajar a otros países a prepararse. Usted que estudió en la Escuela de Lee Strasberg y en el Actors Studio.
¿Qué diferencia considera que hay entre estudiar en una academia común de cualquier ciudad y estudiar en estas escuelas?

Yo no encuentro gran diferencia. Creo que la escuela real es el empeño en el aparato interno del actor y la constancia que una persona, cualquier ser humano, en cualquier escuela del mundo, tenga por salir adelante. Por supuesto, hay mejores escuelas que otras, pero insisto la verdadera diferencia entre una academia y otra es el deseo verdadero de salir adelante, y la diferencia la hace cada individuo.

Puede sonar un poco romántico o soñador, pero en nuestros países donde muchas veces no hay algunas buenas escuelas de actuación y para acceder a una puede sonar tan difícil. Es muy importante por lo mismo que los papás, y los maestros nos dediquemos a tratar de accesar lo más posible a la educación de cultura lineal; y que la gente intente leer lo más posible.

Realmente, la gran ventaja con la actuación y otras disciplinas, es que todo te sirve, si vas al parque y te pones a observar niños, si te quedas en soledad y lloras, eso te sirve. Además, puedes ser actor a cualquier edad, en cualquier momento puedes hacer una buena carrera, a lo mejor nunca tuviste éxito y en el último instante de tu vida vas a tener un gran éxito.

Esta es una carrera muy noble y demandante, pero retribuye cosas que otros oficios no. No puedes intentar ser bailarina a los 30 años porque ya se fue el tren. Sin embargo, como hombre o mujer puedes empezar a actuar a los 60 años y lograrlo.

Es terrible cuando te dicen que no porque tú eres un producto. Por tanto, hay que ser juicioso y muy maduro para entender que uno es un producto, es la parte dolorosa. Ahí es cuando tienes que entender que el ser humano lo tienes que guardar para tus adentros y tener claro qué es lo que realmente vales como persona y como profesional.

Esa es la parte dura, cruel, también cuando de pronto te dicen que no porque a lo mejor no fuiste simpático o porque no llegaste en el momento apropiado. Por otro lado, es una carrera que sí te va hacer llegar a algún puerto, si realmente lo aplicas. La carrera actoral siempre hay la posibilidad de hacerla; nunca sabes bien si el trabajo te va a poder funcionar.

Edith González llega a Colombia gracias a Doña Barbara su nueva novela que promete ser un éxito.

Después de tener una carrera tan sólida como la que has tenido, ¿Con qué sueña Edith González ahora?

Profesionalmente sueño poder hacer más cine y bueno. No solo hacer cine, sino que sea de calidad; poder tener una carrera que empate lo comercial con lo artístico y eso es bien difícil.

Tener una carrera con credibilidad, asertiva y con riesgos porque de pronto cuando te sientes cómodo en una situación ya no los tomas. Por eso quiero no perder esa parte de aventura dentro de mi profesión, jugármela, y tal vez es doloroso cuando dices, ¡Hijole no era por allí! La idea es tener una carrera de joven, no de vieja. Cuando eres joven juegas, subes y bajas, y conforme vas teniendo cierto nombre con el público, pues es más difícil tomar riesgos.

Yo lo que quiero es hacer un trabajo siempre como si fuera la próxima chamba en ello, y la otra es no conformarme y hacer cine de calidad, proyectos que digan algo tanto artísticamente como socialmente; también pienso hacer teatro que vaya a algún lugar.

Hace algún tiempo usted dio una entrevista para otro medio de comunicación. En esa oportunidad dijo que en el cine latino encasillan a los actores de televisión sólo en ese género y los actores de cine no hacen televisión ¿Sigue pensando de igual modo?

Creo que no soy yo la que piensa eso. Considero que la industria es la que lo ha pensado por muchos años, pero en los últimos éxitos cinematográficos han participado artistas con nombre de televisión. En México, los últimos éxitos de taquilla los han hecho repartos mixtos, entonces a la industria no le ha quedado más que aceptar que sí pueden ser simplemente actores, sin ser actor de televisión, de cine o teatro. Eso fue lamentablemente un hito que se creó y ojalá fuera mi pensamiento, pero ante la evidencia han tenido que doblar las manos y contratar actores de televisión. Poco a poco se ha ido perdiendo ese prejuicio.

¿A qué actor o actriz de su país admira?
Obviamente ahorita toca admirar a Gael García Bernal l y a Diego Luna porque tienen una carrera brillante con mucho tino, garra e ideal. Realmente son chavos que tienen ideales, ganas de que el mundo cambie, no es nada más ganas de ganar dinero, de hacer cine, sino que son chavos que de verdad quieren que el mundo cambie.

En los últimos años se han visto actores novatos que no saben lo que es enfrentar la fama repentina, ven su vida personal en boca de todos y no saben cómo manejar esta situación. ¿Cuál sería el consejo para tratar de enfrentar la rudeza de los medios de comunicación de corte amarillista?

Decir que no te duele que hablen de ti sin conocer tu vida sería una mentira, decir que no te alegra que hablen bonito de ti sin conocerte y que no tenga una cabida al alma eso también sería falso, decir que yo soy totalmente indiferente a la crítica es una mentira. Ni el mismo Gandhi lo lograba; cuando le venían críticas adversas le dolía.

Mi gran consejo es que la estrella en la frente se la come uno. Uno sabe lo que es, lo que vale, y con los medios entender que lamentablemente nos estamos moviendo cada vez más dentro de lo que es una prensa que se interesa por conocer la vida privada de los artistas. Aunque no me queda muy claro si es el público el que está interesado o no se toman el tiempo de investigar lo que un actor ha declarado. Ustedes si se han tomado el tiempo de leer entrevistas anteriores mías, se han dedicado a construir una buena entrevista.

Algo que me ha funcionado cuando hacen preguntas indiscretas es decir: ¡Sin comentarios¡ ser elegante, con una sonrisa en la boca. Creo que para tener una carrera longeva, que pretenda llegar a ser lo más seria posible, se debe procurar no hablar de la vida privada para que la gente poco a poco, aunque haya distracciones, se enfoque en ti como profesional. Siempre van a haber distracciones, pero tratar de construir lo más posible ese perfil profesional.

Cuéntenos sobre su experiencia en Colombia, ¿Cómo la han tratado?

Los colombianos son muy cariñosos con los mexicanos, esto es punto número uno; punto número dos es que les digo que yo no me despego de mi país, de mi familia y de proyectos laborales como «La Aventurera», sino también de una compañía televisiva para la cual trabajaba desde los cinco años que es Televisa. Desde los técnicos, las maquilladoras, es duro. Es difícil de pronto encontrarte con nuevas personas a quienes realmente no conoces; de eso hay ejemplos tan simples como a lo que nosotros llamamos jefe de producción, acá le llaman productor de campo.

Me ha tocado aprender todo el organigrama, no solo el nombre y el cargo, sino el equivalente a lo que esa persona haría en México. No ha sido fácil, pero cuento con la ventaja de que el colombiano de cierta forma es cercano al mexicano, se saben mejor las rancheras que nosotros, te abren las puertas, y yo en mi caso he tenido la oportunidad de encontrar gente como Luchito Velásquez, Andrés Martínez, que me han abierto el corazón. Y como trabajo con puros hombres es muy divertido, haciendo una novela de acción, me ayudan, y se divierten de alguna forma conmigo, ha sido lindo.

Corazón Salvaje se presento en 1993 y fue el éxito de ese año, Edith González Interpretó a Mónica una mujer que luchara por el amor de Juan Del Diablo interpretado por el desaparecido actor Eduardo Palomo.

En México se trabaja con el apuntador, en Colombia con libretos memorizados, ¿Cómo ha sido el cambio en ese sentido?

Eso ha causado aquí mucha curiosidad cómo maneja uno el apuntador, cómo manejas tú la memoria, si hay una diferencia de técnicas. Yo creo que es importante cuando trabajas con un apuntador porque debes hacerlo tuyo, y no que sea una parte externa a ti. No tengo nada en contra de los que usan apuntador, yo lo uso, no le veo nada de pecaminoso, ni de malo; y si va a ser con texto tiene que ser tan leído y estudiado que no estés pensando en lo que sigue.

Denos un significado simbólico de actor.

Intérprete, diversión, entretenimiento.

¿Qué libros puedes recomendar a los que se están preparando?

Para actores sirve todo siempre y cuando sean lecturas serias. A mí me gusta la novela histórica. Recomiendo lecturas con las que estés informado con el acontecer nacional y mundial, de entrevistas a celebridades cualquiera que sea su profesión.

¿Qué herramientas usa para preparar sus personajes?

Básicamente es como cuando tomas clases de baile. Tomas una técnica A, B, C y después haces tu propia técnica. Es importante tomar bases y después de allí tú actúas y que eso fluya dentro de ti, no pensar al hacerlo sino que salga desde el instinto, confiar mucho en tu instinto.

¿Qué consejo les das a los jóvenes que están luchando para estar dentro del medio como es el teatro, el cine y la televisión?

Que crean en ellos mismos. Esta carrera no se acaba con un proyecto, esa es la gran ventaja que tenemos sobre cualquier otra, aquí la pueden usar a los 60 años o lo pueden usar a los 13. No es una carrera a corto plazo, es a largo plazo.

Lo importante no es tener un éxito sino mantenerlo, eso es súper cierto. Que no se la crean pero sí sepan lo que valen, y sepan que todos pueden aportar muchísimo dentro del estilo físico que tengas.

Mentira que ahora el valor que impera es el de la chava buenísima y perfecta, no; hay espacio para todos, obviamente sí lo hay. Lo importante es tener la constancia y el empeño en salir adelante.

Juan Carlos Amaya

Redaccion Rebeca Mendoza.