“Alex Lora y El Tri” festejaron a lo grande 47 años de trayectoria artística impecable.
Un concierto histórico e inolvidable en el Auditorio Nacional, acompañado por la orquesta “Filarmónica 5 de Mayo”
47 años: tal vez nadie creyó en él, pero él jamás dejó de creer en sí mismo, ni dejará de hacerlo. Armonías, melodías, silencios, letras: retrato musical perfecto de un pueblo luchador, épico –más que histórico-,unido, cuya fe, al igual que él, la pone en la Guadalupana.Las letras, las frases que todos quieren expresar ante la corrupción, la pobreza, la justicia social, el desempleo, el niño sin amor, el desamor, el racismo, el odio, surgen de su mente, de su corazón, de su inspiración y llegan al mundo a través de su voz… Grandeza reflejada en sencillez; sensibilidad en canciones; humildad en humanismo: ¡Alex Lora! Carismático, original, atrevido, iconoclasta y… ¡Alex Lora!
11 de octubre de 2015: fecha de celebración de un aniversario más de “El Tri de México”. Lugar: Auditorio Nacional en la capital de la República Mexicana. Culpable de la perfecta organización: Chela Lora. Cómplices de ella: Alejandra Palacios y el gran equipo que conforma “El Tri”, desde los músicos, hasta la seguridad, pasando por logística, coordinaciones, caterings, etc. La cereza en el pastel: “El Tri Sinfónico 3”. El merengue del mismo: “El Tri” con la Orquesta Filarmónica 5 de Mayo. Los convidados: diez mil almas; eso que ahora en México le llaman “Sold Out” (lleno total). El que esto escribe lo definiría como “Fiesta total”.
Itinerario:
12:00 horas: ensayo general con la orquesta. Antes, un exquisito desayuno para todos los músicos de la orquesta, de la banda y para todo el personal que trabajó en el concierto. Empanadas de atún, hawaiana, de rajas, de mole, de champiñones, jugo, café, refresco, fruta. Se sentía el correr de energía total que invadiría el Coloso de Reforma. Un escenario que estaría inundado de talento poblano (Alex Lora y la Filarmónica son orgullosamente poblanos). De repente, unos grupos de fans llegados de otros lugares del país –San Luis Potosí, Irapuato, Puebla- fueron invitados a ver el ensayo. Todos con playeras alusivas a “El Tri”, coreando cada canción que se ensayaba. Fotografías, videos… todo un regalo de los artistas para sus seguidores.
Comida: un salón bastante grande adaptado como comedor, al lado del pasillo que lleva de camerinos hacia el escenario. Todos juntos departiendo el pan, platicando. Terminando un tiempo de descanso.
El que esto escribe sale del lugar para ver el ambiente del público. Del metro Auditorio muchísima gente camina a paso apresurado; todos con playeras de “El Tri”, algunos coreando “El ADO”, otros tantos “Triste canción de amor” y otros hasta “El metro Balderas”, cambiándole la letra por “Metro auditorio”. Es ese público, es esa “raza” que ha seguido durante tantos años a Alex Lora y “El Tri”. Tres generaciones unidas en un solo evento, en un solo festejo.
17:58 horas: tercera llamada en camerinos. Músicos a escenario, se escuchó a través de las bocinas que están instaladas en los pasillos de los camerinos. Los de la orquesta se colocan a un lado para escuchar y disfrutar las primeras rolas de “El Tri”, en las que los filarmónicos no intervendrían. Alex y Chela se postran frente a un altar dedicado a la Virgen de Guadalupe. Un cuadro enorme de la patrona de México. Rezan con fervor.
Un video con imágenes de lo que ha sido, es, será y jamás dejará de ser “El Tri”: tocadas, ensayos, grabaciones y hasta la más reciente boda celebrando 35 años de amor de la incansable domadora y la máxima estrella del rocanrol que ha dado México a la historia.
Y sonaron las notas de “La Raza más Chida” y apareció Alex Lora con una máscara de luchador hecha por el reconocido “Niño Pelado”, una chamarra de piel, al igual que el pantalón, ambos en color negro, mientras que Ramón Pérez, en la batería, Oscar Zárate y Lalo Chico en la guitarra electrónica. Charly Valerio en el bajo, el maestro Lalo Toral en el piano, Rafa Salgado, el famoso Wea en la armónica y Alex Álvarez en el violín, vistieron muy a su estilo sin perder nunca la esencia del rock. De hecho, el maestro Toral llevaba una playera con la imagen de la Virgen de Guadalupe y un traje en color negro. Al iniciar las notas, se escuchó el grito de “¡Viva México, cabrones!”, mismo que enloqueció al público. Un danzante, que ya es tradición en las tocadas más especiales de la banda, bailó a ritmo de la música, mientras Alex Lora hasta se dio el lujo de tocar un tambor. Al terminar la canción, una bandera de México estaba extendida a lo largo de una bocina. Y siguió una canción que fue coreada, aclamada y gritada por todos los asistentes: “Abuso de autoridad”.
Se quitó la máscara para continuar con el concierto. Y no podía faltar la rola que le compuso Alex Lora a Puebla con motivo del 150 aniversario de la Batalla en donde los zacapoaxtlas y el ejército nacional derrotaron a los franceses el 5 de mayo de 1862; esa canción aparece en el disco especial de conmemoración. La primera vez que la cantó en público fue en el estadio Ignacio Zaragoza en la ciudad de Puebla. Para ello, Alex dijo: “Yo también soy poblano, así que vamos a estrenar esta rolita” –cabe hacer mención que se refería a que era la primera vez que la tocaba en ciudad de México- e hizo cantar a todos el coro “Que bonito es Puebla…”.
Y otra gran sorpresa del concierto: apareció en el escenario el compositor Armando Manzanero, con quien interpretó el tema “Quién da un peso por mis sueños”. Al terminar la canción, Alex Lora dijo: “Armando Manzanero… un gran aplauso a mi maestro Armando Manzanero”. El público, muy respetuoso y sabedor que en el escenario estaban viendo a dos verdaderas leyendas e historias musicales que ya trascendieron a la eternidad, aplaudió fuertemente. Manzanero le dio un abrazo a Lora y le dijo: “Dios les bendiga”. Sigue mi hermano, Alex Lora”. Abrazó a Oscar Zárate, a Charly Valerio y salió del escenario, mientras el público vitoreaba “Armando, Armando”.
Continúo con “Hasta que el cuerpo aguante”, “Esclavo del Rock and Roll”. Los músicos de la orquesta, ordenadamente, ocuparon sus lugares en el escenario. Y como buen músico, no solo tocó rolas suyas, sino hasta hizo una adaptación a “Tu mamá no me quiere”, original de “Vago”, cantando “Donald Trump no nos quiere” y las mentadas del público no se dejaron esperar.
Eso sí, a cada grito de “…ulero”, Alex Lora siempre encontró el decir algo, contar un chiste o rememorar alguna de las pifias de los políticos.
El célebre músico, cantante y compositor, se cambió de playera en el mismo escenario y se puso una de la selección nacional de fútbol que llevaba el logo de “El Tri” al centro y 47 años al lado derecho.
La Filarmónica 5 de Mayo, dirigida por el maestro Armando Cedillo, después de que fue presentada por el más festejado, hizo una obertura muy interesante y de ahí interpretaron con “El Tri” la primera canción juntos: “Virgen Morena”. Siguió “María Sabina”.
Y como humano y como artista, sencillo y agradecido con su público, dijo: “Una nueva generación de rockeros nos contempla; pero que se oiga un aplauso para las verdaderas familias rockanroleras”. Y es que como se menciona anteriormente, tres generaciones completas estuvieron reunidas para ser testigas de un concierto histórico.
Y vino el griterío al escuchar las notas de “Niño sin amor”, y el coro masivo y los brincos y los sonidos de los instrumentos orquestales, cuyos ejecutantes imprimían ese sello de majestuosidad a la canción.
“Nunca es tarde” fue aclamado, pero no como “Chavo de Onda”, en el que hubo una verdadera comunión de brincos entre artistas y respetable. Y siguió con una rola dedicada a las mujeres: “Pobre soñador”. Y también la protesta musical a favor de la paz tuvo gran espacio: “Tierra en llamas”, canción compuesta por Alex Lora, Óscar Zárate y Memo Valle. Prosiguió con la primera canción que compuso, “Oye cantinero” y terminando la misma, dijo: “Ahora viene la hora feliz” e interpretó “Todo me sale mal”. Continuó con “Pamela”, esa canción coautoría de Alex y Óscar Zárate, que surgió de la historia de una niña asesinada por su propia madre.
Y para la siguiente canción, apareció Chela Lora, vestida muy rockera y elegante, en color negro y perfectamente peinada y maquillada, en el escenario. “Contigo me conformo”, esa canción que fue gran éxito de su disco “Ojo por ojo”, editado en 2013, fue la primera que interpretó al lado de su esposa. Terminando la interpretación, dijo: “Un aplauso para mi domadora; ella es la organizadora de todo este pinche desmadre”.
Y vinieron los homenajes póstumos: “Jorge Macías y Joan Sebastian son mis maestros y allá se fueron”, a lo que los asistentes aplaudieron. Tuvo una pequeña confusión, ya que también mencionó a Martín Urieta, el compositor de “Mujeres Divinas”, “Urge”, entre otras, pero él no ha fallecido. Después dijo: “Esta tocada está dedicada a nuestras mamás que están en el cielo y sin las que no hubiéramos podido hacer este pinche desmadre, así como a todos ustedes que tienen a alguien que se fue, pero que está rocanrroleando en el cielo”. Nuevamente el grito y los aplausos no se hicieron esperar.
Y prosiguión las dedicatorias: “Y también para los 43 que nos faltan; no podemos más que dedicar un minuto de desmadre”, a lo que tanto “El Tri”, como los músicos de la orquesta con sus instrumentos y el público hicieron gran escándalo e inmediatamente después tocaron “Cuando tú no estás”.
Como buen protestante de la injusticia social, interpretó junto con su banda, el tema que le compuso a Donald Trump. Y vino uno de los momentos que más esperaba el público: la interpretación de “Triste canción de amor”, canción con la que el feliz matrimonio se dio un beso, muy aplaudido por sus fans.
Con ello, comenzaba a vislumbrarse el gran final del concierto. Lora dijo: “En toda la historia de “El Tri”, en estos 47 años, nadie ha apoyado o patrocinado nuestra música, más que ustedes, los valedores; así que les vamos a dedicar esta canción” y tocaron “ADO”.
“Gracias a toda la banda que vino; ojalá que Dios nos preste vida para volver a rockanrolear juntos, mientras tanto, que Dios me los bendiga y gracias” e interpretó “Las piedras rodantes”.
Salieron del escenario, mientras el público gritaba “El Tri”, “Otra, otra” y “…uleros” y los de la orquesta, felices y contagiados de esa energía, movían las manos y los instrumentos para provocar el famoso grito futbolero de “¡Eeeeeeeehhhhh Puto! No pasó mucho tiempo y apareció nuevamente Alex Lora en escena, ahora con una playera que llevaba inscrita una mentada hacia Donald Trump. La misma playera que puso en la mesa durante la conferencia de prensa que dio el lunes 5 de octubre, anterior al concierto.
Tanto Alex, como Chela, volvieron a agradecer profundamente el apoyo del público congregado en el Coloso de Reforma. Tocaron “Perro Negro”, mientras aventaron balones blancos a la gente. El concierto culminó de manera extraordinaria con la interpretación de “Metro Balderas” y con las frases “Que Dios bendiga a toda la raza, este es “El Tri” de México y ¡Qué viva el Rocanrol”. en punto de las 20:28 horas.
Terminando el concierto, en el mismo salón donde se sirvió la comida, fue la cena para todos los músicos, equipo de producción, equipo técnico, personas del gobierno del estado de Puebla que asistieron e invitados especiales. Cabe hacer mención que a cada músico, Alex y Chela les regalaron una botella de mezcal “El Tri 38 años”, una botella de tequila “El Tri”, una playera alusiva al tercer disco de “El Tri Sinfónico” y su disco respectivo, ya que el mismo fue grabado en el concierto que dio Alex Lora y su banda junto con la Filarmónica 5 de Mayo dentro del marco del Festival 5 de Mayo de este año.
No podía haber un festejo tan apropiado y justo para la máxima estrella de rock que ha dado México a la historia y a la eternidad: Alex Lora y El Tri.
POR MINO D’BLANC