Era muy chistoso porque en el colegio siempre fui la niña tímida que se ponía tan roja como un tomate cuando le tocaba pasar en frente a exponer algo aunque paradójicamente siempre estuve metida en cuanto baile y obra de teatro se montaba para presentarlos en los días especiales y ahí si no existía el color rojo en mi cara, no me pasaba nada malo y me sentía la más feliz del mundo. Cuando estaba en once y me empezaban a preguntar que si ya estaba segura de la carrera que iba a estudiar yo convencidísima pero con cierto vacío en el alma decía «por supuesto, estudiaré psicología», no tengo idea de dónde me salía tal inclinación, la única excusa que encuentro es porque me gustaba aconsejar y porque mi única tía que es una mujer a quien quiero muchísimo es psicóloga.
El día de la inscripción para el examen de estado que nos exigen a todos los colombianos próximos a ser bachilleres, supe de inmediato que la responsabilidad de mi vida estaba nada más que en mis manos y mi rumbo cambió radicalmente, por eso cuando en ese formulario preguntaban la carrera a seguir y vi la palabra «psicología» escrita por mí dije «¡qué! Y yo por qué voy a estudiar eso!», borré y escribí «TEATRO». No se imaginan la mano de comentarios, sugerencias, opiniones que llegaron de la familia al conocer el abrupto cambio de decisión, los dejo a su imaginación porque tanta retahíla no quiero ni recordar (risas).
Cuatro años después me gradué como Actriz Profesional de La Casa del Teatro Nacional y de eso hace ya tres años y medio. En este tiempo me he especializado en la recitación del verso y en el baile en general que son dos ramas que me apasionan; también incluyo el arte del clown pero con este no he tenido mucho tiempo para aprenderlo bien, me lo estoy debiendo.
Gracias a Dios en este tiempo mi vida profesional ha sido muy gratificante y cada vez va madurando más y más.
He tenido el privilegio de viajar dentro y fuera del país presentándome en varios teatros con diferentes montajes y bueno, poco a poco he ido incursionando en el medio de la televisión que también me encanta y respeto mucho, he trabajado las producciones Bella Calamidades, Sin Senos no hay Paraíso, Doña Bárbara y Sin Vergüenza de Telemundo; La Quiero a Morir de Caracol y Padres e Hijos de Colombiana de Tv; no tengo afán de ser la súper estrella o la más famosa pues debo confesar que no creo en la fama pero sí en el éxito y estoy convencida que las cosas se dan en el momento preciso y perfecto así que queridos amigos, colegas y lectores este es un abrebocas de lo que Lina Restrepo les va a regalar como actriz en el tiempo que Dios me quiera regalar en esta vida.
¡Un fuerte abrazo y mil gracias a todos!
Lina Restrepo