Desde muy pequeña, aún en la capital antioqueña disfrutaba del circo y el teatro en compañía de sus padres, y es desde ese momento cuando se enamora de las exitosas e inolvidables películas de Cantinflas, recuerda cuando llegaba a su casa a imitarlo con la escoba y los calzones medio caídos: «Soy barrendero… me gusta bailar, me gusta cantar…soy barrendero»
A sus nueve años, sus padres le contrataron un maestro personalizado de piano, pues siempre estuvo presente el gusto por las artes, le encantaba pintar y dibujar. En navidad hacia los pesebres en plastilina, disfrutaba haciendo títeres con medias y botones de colores, pero fue el teatro quien la enamoro, allí encontró todas las artes: la música, la plástica y la magia de seguir jugando siempre; para hacer teatro no necesitó crecer, pudo seguir siendo siempre niña.
Se visiona siendo una gran actriz, excelente artista, más que pensar hasta dónde quiere llegar en su carrera, quiere hacer que su buena imagen perdure en el recuerdo del público siempre.
Cuando terminó el colegio viajó a la capital Colombiana, en busca de una buena universidad para formarse como actriz, pero por su corta edad, sus padres le pidieron que regresara y esperara un poco antes de irse a vivir sola a otra ciudad, pues en ese entonces apenas tenía 16 años. Anai recuerda mucho el consejo, que en ese entonces le dio su madre: «El colegio y la universidad no hacen al alumno, si usted tiene el talento y las ganas será la mejor actriz del mundo estudie donde estudie» y así fue como se quedó en Cartagena y decidió estudiar en La Escuela Superior de Bellas Artes.
Durante los cinco años que duró su carrera de artes escénicas, tuvo la oportunidad de hacer con el SENA un Diplomado en Gestión Cultural, pues ella piensa que el artista de hoy día debe ser integral, como dice el gran maestro Santiago García en su libro «Teoría y práctica del teatro». Según Santiago García, el artista de esta época no se debe limitar simplemente a un texto y a su interpretación escénica, sino también a otros aspectos como lo son el administrativo y el de creador de proyectos y ser a la vez el promotor y gestor de su arte promoviendo la cultura de su ciudad o su país, y por ello la importancia de la gestión cultural.
Su tesis de grado estuvo enfocada hacia la creación y realización de un Festival de Teatro para espacios no convencionales en Cartagena y no ha descartado la idea de realizarlo.
También tomó un taller de voz e interpretación del texto dramático con el maestro Rubén Di Pietro en Cartagena.
Dentro de las obras de teatro en las que ha participado están: LA CASA DE BERNARDA ALBA de Federico García Lorca, FIN DE PARTIDA de Samuel Becket, con esta obra tuvo la oportunidad de viajar a un encuentro de escuelas de teatro en San José del Guaviare, SEXO SEGUN MAE WEST de Rene Polesh, LAS MUJERES DE CHEJOV que fue una adaptación de las obras de Chejov hecha por Miguel Ángel Pazos, y ÁBRETE CORAZÓN, creación colectiva y su obra de grado.
En el 2009 trabajo tres meses con la Gobernación de Bolívar dando clases de teatro en un municipio cerca a Cartagena llamado el Guamo; al finalizar ese proyecto y recibir su grado como Actriz, viajo a Bogotá donde se radicó y tuvo la oportunidad de actuar en la obra de teatro LOS TRES COCHINITOS del actor y comediante Oscar Orjuela.
Anai asegura que nada es difícil cuando las cosas se hacen con amor y entrega, el teatro siempre ha sido su gran pasión, recién llegó a Bogotá su amigo y colega Robert Cuello, la invito a un casting en Colombiana de Televisión, Anai fue sin pretensiones de nada, pues nunca había hecho televisión, tomo la letra, hizo el casting y la llamaron, una semana después estaba grabando en Girardot. Ese mismo año trabajo en un video musical y grabo otros capítulos para televisión.
Posteriormente llegaron más oportunidades de hacer televisión con RTI en «Ojo por Ojo», con Colombiana de televisión grabo dos veces en la serie «Mujeres al Límite» y además fue escogida para grabar un video musical con la cantante venezolana Yesy Milano y el también actor Kothan Fernández.
Actualmente trabaja con la Fundación Mariposas Amarillas de su amiga, la también actriz Marilyn Patiño, está encargada de la parte artística con una obra de teatro infantil escrita y dirigida por ella misma y en la cual también actúa. La obra es presentada sin ánimo de lucro a todos los niños, en especial a los más vulnerables, con el fin de brindar recreación, diversión y un bonito mensaje de vida.
Sus ideales de vida la hacen diferente y especial, pues a diferencia de las demás actrices, más que la fama, la belleza y la riqueza, busca la paz interior y ser un reflejo hacia los demás; pues piensa que todos los artistas son seres de luz, parte fundamental en la sociedad, como dice Beverly Sills «El arte es la firma de la civilización.»
Cuando actúa en las tablas se siente grande, siente la energía que le da el público y la llena y de igual forma esa energía regresa a ellos por medio de su interpretación, esa energía nunca llega igual, regresa al público con un mensaje o alguna sensación que pueda despertar en ellos la obra artística. Es como un reflejo…
Para esta hermosa actriz colombiana, el significado simbólico de la palabra actor, hace referencia a la sincera imaginación e inocencia de un niño. Para ser actor se debe volver a la niñez.
Para preparar sus personajes lo primero que hace es darle rienda suelta a la imaginación creándole la historia al personaje (un pasado, un presente y un posible futuro) le busca una forma de caminar, de vestir, de hablar, de reír, Anai afirma que cada persona es un mundo y cada personaje tiene su propio universo, trabaja siempre desde lo orgánico (lo natural, lo instintivo) y con honestidad.
Esas son las herramientas con las cuales finalmente surge el personaje, pero toca trabajar, pues como dice Picasso: «La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando».
Su primer acercamiento a las cámaras fue en un casting que hizo para la película «El amor en los tiempos del cólera».
Aunque se sintió tranquila, la energía que le trasmite el público en el teatro no la encuentra en una cámara, nos cuenta que debe aprender aún más sobre el manejo de cámaras, se preparó haciendo teatro, y para hacer televisión debes bajarle a la «teatralidad», ser más natural, trabajar para una cámara no es igual que trabajar para el teatro, en el teatro no pueden haber errores y si te equivocas debes improvisar tan rápido y tan bien que el público no debe darse cuenta, esa adrenalina de salir a escena y saber que no hay vuelta atrás ni cabida para errores, es la que espera sentir algún día con las cámaras…
A los jóvenes que estudian y sueñan con entrar al medio les aconseja: Paciencia y amor, las cosas les llegan, y cuando dice paciencia no se refiere a quedarse sentado esperando a que las cosas lluevan del cielo, sino trabajar por ellas pero sin perder la calma cuando se tardan en llegar. Y el amor… el amor es fundamental para conseguir todo lo que sueñas y anhelas. Si amas lo que haces, llegarás lejos.
Una artista preparada con pasión y amor por el arte.
Fotografias: Tico Angulo Molina.