Teatro César Rengifo: Más de un siglo de historia, arte y renovación en Mérida, Venezuela
El Teatro César Rengifo, ubicado en el corazón de la ciudad de Mérida, Venezuela, junto al Palacio de Gobierno y dentro de la sede del Rectorado de la Universidad de Los Andes, es un ícono cultural con más de un siglo de historia. Su origen se remonta a 1904, cuando fue construido como un salón de actos públicos en la antigua capilla de la universidad. A lo largo del tiempo, este espacio ha sido testigo de innumerables transformaciones que ha fortalecido su rol como un centro artístico y académico de referencia.
De observatorio a teatro
Según Ángel Pacheco, coordinador general del teatro, en sus primeros años, el edificio no solo funcionó como un auditorio, sino que también albergó un observatorio astronómico en su torre, donde había un espacio con bancas para la observación de estrellas. Con el paso de los años, su destino fue cambiando hasta convertirse en lo que hoy conocemos como el Teatro César Rengifo. Aún hoy, la torre sigue en uso y, durante los recorridos históricos, los visitantes pueden subir, tocar la campana y apreciar el reloj restaurado, que suena cada cuarto de hora tras haber estado inactivo por una década.
Un espacio para el cine, la música y el teatro
Desde sus inicios, el auditorio fue un escenario para diversas manifestaciones culturales. En 1904, el empresario Mr. H. Delamare trajo a la ciudad una de las primeras proyecciones cinematográficas, iniciando así una tradición que consolidó al cine como un espectáculo habitual en el recinto. Con el tiempo, el lugar también acogió presentaciones teatrales y musicales, convirtiéndose en un epicentro cultural de Mérida.
Un homenaje a César Rengifo
En reconocimiento a su importancia cultural, el 10 de noviembre de 1981, el auditorio fue renombrado como Teatro César Rengifo, en honor al dramaturgo, poeta y pintor caraqueño fallecido el 2 de noviembre de 1980. Desde entonces, el teatro ha trabajado por mantener su compromiso con el arte y la educación, ofreciendo una programación anual de eventos abiertos tanto a la comunidad universitaria como al público en general.
Rescate y transformación en los últimos años
A pesar de su relevancia, el teatro enfrentó décadas de deterioro. En 2020, el director de cultura Víctor Daniel Albornoz convocó al profesor Igor Martínez para dirigir el teatro e iniciar su proceso de recuperación. Martínez reunió un equipo de trabajo, entre ellos Ángel Pacheco, con la misión de rescatar el espacio, que en ese momento se encontraba en muy malas condiciones tanto estructurales como operativas.
El desafío fue enorme: el 80% de las bombillas no funcionaban, el escenario estaba dañado por polillas, y el techo sufría filtraciones severas. Durante la gestión del profesor Jony Parra, quien asumió la dirección un año después, se realizaron reparaciones clave, como la restauración del manto asfáltico del techo y la pintura del escenario. En 2022, con la llegada del profesor Carlos Moreno, el teatro continuó su transformación con mejoras en la estructura, la tecnología y la estética del recinto.
Uno de los logros más significativos fue la recuperación del escenario, lo que permitió volver a utilizar los pianos del teatro tras casi una década. También se restauró el suelo original de granito, eliminando una alfombra añadida años atrás, para devolverle al edificio su diseño arquitectónico inicial.
El teatro, que originalmente contaba con una capacidad de 322 butacas, experimentó una importante modificación durante su proceso de restauración. Al realizarse el arreglo en el palco, se descubrió que una de las filas del segundo piso no formaba parte de la construcción original, sino que se trataba de un cajón de madera añadido con el propósito de aumentar la capacidad del teatro. Como resultado, se decidió reducir la capacidad y eliminar dicho cajón de madera, retirando las 15 butacas para devolver al edificio su estructura original y su diseño arquitectónico inicial.
El proceso de restauración fue supervisado por el profesor Julio Lugo, arquitecto y director de la galería «La Otra Banda», quien trabajó de manera cercana con los encargados del arreglo del teatro, respetando así el diseño original del edificio y procurando mantener su autenticidad histórica.
Una nueva era de producción y apertura
Desde 2021, la administración ha trabajado en abrir el teatro a agrupaciones externas y facilitar el acceso a diferentes expresiones artísticas. Se implementó un proceso de solicitud para el uso del espacio, permitiendo que compañías de teatro, danza y música puedan presentarse en el recinto. Además, se creó la iniciativa «marca César», que busca producir eventos propios con talento local.
Uno de los proyectos destacados fue la obra «Sudaca», la primera producción teatral traída desde Caracas e impulsada por el equipo actual. Esta pieza, que combina danza y teatro, cuenta una historia conmovedora y reivindicativa, transformando una palabra de connotación ofensiva en un emblema de resiliencia. «Sudaca», interpretada por Carmen Terife y dirigida por Daniel Dannery, se presentó en septiembre con una excelente recepción del público. Además, esta obra fue posible gracias a la colaboración con Puro Flamenco Internacional.
Una renovación exitosa
El jueves 13 de febrero tuvo lugar la reapertura del teatro, que regresó renovado tras los trabajos de remozamiento realizados en la sala y el escenario. A partir de las 4 de la tarde, más de 350 personas asistieron a este esperado evento.
Durante la inauguración, se ofreció un recital con los dos pianos de cola de la Universidad de Los Andes, denominado Dúo de Ébano y Marfil. Como coordinador general del teatro, Pacheco comentó: «Decidimos abrir con un concierto y fue increíble la receptividad. Tuvimos que poner más sillas plásticas porque la gente no cabía e incluso hicimos algo que normalmente no podemos hacer por recomendación de los bomberos, pero ese día nos dieron permiso de poner unos bancos afuera en el lobby. No queríamos que la gente que había esperado por más de una hora se quedara sin ver el concierto, que además era gratuito y un concierto de celebración».
Un espacio en constante evolución
Uno de los retos más comunes a los que se enfrenta el Teatro César es la falta de asistencia regular del público, un problema particularmente notorio en las obras de teatro. En contraste, los eventos de danza suelen atraer a un público más constante, debido a la participación de academias que llevan a sus estudiantes, desde niñas hasta adultos, acompañados de sus familiares. Los eventos de música, por su parte, también cuentan con un público asiduo. Sin embargo, las obras de teatro enfrentan dificultades para atraer a la audiencia de manera constante.
Para apoyar la difusión y aumentar la asistencia, el teatro ha implementado varias iniciativas. Una de ellas es el canal de Instagram (@teatrocesarrengifoula), que se utiliza para promover los eventos y apoyar gratuitamente a las agrupaciones artísticas. Cada mes, el teatro ofrece un día de grabación gratuito para las agrupaciones, durante el cual se graba un reel y se toman fotos para su uso en redes sociales, además de ser utilizados en las plataformas del teatro para ayudar a la promoción. Además, el teatro está reactivando su página de Facebook y, en algunos casos, paga publicidad cuando considera que el evento lo justifica.
Para atraer a un público más joven y vinculado al ámbito académico, el teatro también ha retomado un sistema de descuentos para estudiantes de la Universidad de Los Andes (ULA), que había sido descontinuado. Los estudiantes que presenten su constancia de estudios o su carnet de la universidad pueden acceder a un 20% de descuento en las entradas de cualquier evento, pero solo el día de la taquilla, no en preventa.
Hoy en día, el Teatro César Rengifo continúa su misión como un centro cultural activo y renovado, con una capacidad de 307 butacas tras la restauración de su estructura original. Cada enero, se aprovecha la pausa en eventos para realizar mejoras y mantenimientos que aseguren su funcionalidad a largo plazo.
Por: Oriana Salas