De una manera muy cordial empezó a contarnos sus inicios que desde muy joven ha tenido en esta carrera, el cual fue en una serie llamada «Décimo grado»; ahí se enamoró de «todo este rollo» como ella lo calificó, después vino «Generación 21″ y todas las series de colegio q hubo en Colombia ahi estaba su nombre.
Se dio cuenta que le encantaba jugar a ser quien no era, y decidió, empezar a estudiar actuación con diferentes maestros en La Universidad Nacional de su país y en el teatro La Baranda. «De ahí vino una hermosa oportunidad inolvidable y de la cual estoy muy agradecida porque fue mi mayor escuela, «Padres e hijos», trabajé varios años en la serie y nunca me sentí encasillada porque siempre jugábamos roles diferentes así como en la vida real, a veces me tocaba ser la victima y en otras ocasiones, la villana del cuento» nos comentó entre risas, como recordando momentos agradables de su vida, expresando a la vez sus respetos a la serie y a los libretistas y a todo el equipo de trabajo, por que yo se que no es fácil, hacer cincuenta o setenta escenas diarias, la cual ella afirma que han sido brillantes al hilar una historia tras otra por más de 15 años consecutivos y no cualquiera logra eso, aunque critica un poco el hecho de poner un poco a los actores perezosos al utilizar el apuntador.
Nos explicó que la idea de ir a México, surge porque ella nació allá, su madre es colombiana y su corazón también lo es, por lo menos así nos lo hace saber. Afirma que fue una decisión por querer crecer profesionalmente, «llegue aquí hace 7 años a estudiar en el CEA, de Televisa, con la intención de entrar a la empresa a trabajar; ha sido un proceso largo y hasta ahora no ha sucedido nada interesante para mi ahí, pero afortunadamente aquí en México hay muchas opciones de trabajo para los actores y la vida me ha ido llevando al cine que es mucho mas encantador» dijo la actriz.