Para él Colombia es una mina de oro, a la que obviamente le falta crecer en algunos temas, dejar de lado un poco los guiones que tratan de drogas, pandillas, muerte, prostitución y temas que ya están muy trillados. Una propuesta que él le hace a los nuevos talentos colombianos es que se esfuercen por crear nuevas historias y mostrar que en el país hay mucho más de que hablar.
Ricardo Ardilla está llevando nuestro cine mas allá de lo que pensamos y está mostrando que aquí se pueden hacer grandes cosas y gracias a su trabajo y al de varias personas, los productores extranjeros están poniendo sus ojos en Colombia debido a la calidad tan alta que reflejan sus proyectos.
Por ahora su vida está en los Ángeles donde sus esperanzas y futuro profesional se centran, el 2009 le depara a este gran productor un camino interesante y largo que trazar ya que piensa empezar la carrera de efectos especiales e iniciar a escribir un cortometraje, además de algunas propuestas que tiene en su puerta.