Margarita Vera, arquitecta, vive como si estuviera pegada a un cable de alta tensión, y todo por cuenta de su pasional y caótica relación con Adrián Zea, un hombre exitoso, fascinante e insoportablemente impredecible. Pero a la vida de los dos llega Antonio Ríos con los mismos ojos, el mismo andar, un ingenio y un encanto similares a los de Adrián. Antonio es nada menos que el gemelo de Adrián, la fotocopia, el «repetido». Son los mismos genes de Adrián pero en versión «populis». Antonio es el líder del «plaguero», una extensa familia de albañiles en la que hay de todo: plomeros, estucadores, pañetadores, carpinteros»¦ Para sorpresa de Margarita, Adrián, en un acto de amor decide enderezar la vida, ir a un centro de rehabilitación y dejar en su lugar a Antonio. De la noche de la mañana Margarita y Antonio tienen que asumir la tarea de suplantar a Adrián y aparentar que son pareja frente al mundo. En un primer momento Margarita rechaza visceral mente a Antonio pero sin darse cuenta a qué horas, termina seducida por «el repetido», adorando la nobleza del uno en el cuerpo del otro y estremecida por todo eso que tiene el albañil pero que le falta a Adrián»¦ hasta que empieza a verlo con reserva, con miedo» Adrián no regresa, no da señales de vida y Antonio, «El Repetido» parece ser el autor de la extraña desaparición de su novio.

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