«Le agradezco a Dios y al Canal RCN por haberme dado esta oportunidad», con esta frase plasmada en el tablero de la Casa Estudio, Manuela Gómez se despidió de sus compañeros convirtiéndose en la participante número 12 en abandonar la competencia. Si bien es cierto que su paso por el programa le trajo muchos conflictos con sus compañeros, la paisa también agradece que a través del reality aprendiera a valorar a sus padres y a luchar por sus sueños.

Tranquila, enamorada y feliz por la oportunidad que le dieron Dios y la vida de haber estado en el programa, Manuela habló sobre lo que para ella significó vivir esta gran experiencia que cambió por completo su manera de pensar y de ver la vida.

«APRENDÍ A VALORAR A MIS PAPÁS ADOPTIVOS, ESA FUE OTRA LECCIÓN DE VIDA QUE DIOS ME DIO DENTRO DE LA CASA ESTUDIO. YO NO ERA MUY BUENA HIJA, PERO CUANDO ESTUVE ADENTRO, ME DI CUENTA DE QUE ÉL ME DIO LA OPORTUNIDAD DE ESTAR ALLÁ PARA APRENDER A APRECIARLOS MÁS».

¿Cómo se siente fuera de la competencia?

Estoy súper feliz y muy tranquila, le doy gracias a Dios por la oportunidad que me dio de haber estado en la Casa Estudio. Mi sueño nunca fue ganar los $150 millones de pesos ni el carro, realmente lo que quería era obtener una beca para estudiar actuación, lamentablemente no lo logré, pero aprendí mucho estando allá adentro.

¿Qué la motivó a presentarse a Protagonistas de Nuestra Tele?

La oportunidad de darme a conocer y descubrí que aunque nunca había tenido un libreto en mis manos, la actuación fue algo que me gustó mucho. Dejé mi carrera de tercer año de Derecho por cumplir este sueño, no digo que sea la mejor en este oficio, pero quiero aprender, estudiar y ser profesional en lo que me gusta.

Usted fue cuestionada por sus compañeros porque alguna vez comentó que estaba en el reality de vacaciones y eso causó un malestar general en los que estaban luchando por su sueño de ser actores. ¿Qué opina de eso?

La experiencia de presentarme a protagonistas nunca me nació, fue de un momento a otro que Dios me iluminó y me llevó por este camino. Empecé a pasar los casting y yo le pedí a él que si me daba la oportunidad de ingresar, fuera hasta llegar a la Casa Estudio. Al comienzo no sabía a qué iba, estaba muy confundida preguntándole a Dios por qué estaba allá, pero quería alejarme un poco del mundo exterior. Al poco tiempo empecé a valorar todos los conocimientos que estaba adquiriendo y empecé a estudiar y a ensayar los libretos.

¿Qué le hizo cambiar su actitud en el programa?

Edwin Garrido cambió mucho mi forma de pensar, respecto al reality, me decía que si ya había llegado a la competencia la luchara y que estudiara para las pruebas de talento, su apoyo fue incondicional y por eso seguí. Y Si llegué hasta este punto, fue gracias a que él me animó a seguir adelante, porque yo al comienzo decía que no servía para esto. Eso me animó a seguir luchando por la oportunidad de prepararme y de ser una profesional en lo que hago.

¿Cree que si Edwin no le hubiese dado ese impulso se habría ido antes?

Sí, habría abandonado la competencia porque no me sentía con fuerzas de seguir, porque estaba pasando por una depresión muy fuerte. Lloraba mucho.

¿A qué se debía su depresión?

En parte fue por la situación con Edwin al comienzo porque estuvimos mal un tiempo, después por el ingreso de Andrea porque hubo ciertos acercamientos entre ellos dos y eso me afectaba. La situación de pelea constantemente con Óscar, para la gente afuera era muy fácil juzgar mi actitud hacia él, pero es que me tenía desesperada, no me dejaba tranquila y hacía comentarios desagradables. Pero mi concepto hacia Óscar también cambió gracias a Edwin, porque él me decía que todas las personas eran diferentes y teníamos que respetarlas. Le agradezco que me hubiese enseñando muchos valores que no tenía.

¿Qué enseñanza le dejó su paso por el reality?

Aprendí a valorar a mis papás adoptivos, esa fue otra lección de vida que Dios me dio dentro de la Casa Estudio. Yo no era muy buena hija, pero cuando estuve adentro me di cuenta de que Él me dio la oportunidad de estar allá para aprender a apreciarlos más. Ellos me recogieron de la calle y me dieron todo lo que pudieron. Por eso yo salí como una ganadora del programa, porque aunque no hubiera ganado el premio aprendí muchas cosas importantes de mí, a conocerme y a darme cuenta de que soy una mujer muy fuerte.

En la competencia tuvo muchos problemas con sus compañeros quienes la tildaban de manipuladora, porque manejaba el juego y compraba votos. ¿Qué opina de esto?

De que soy estratega y una mujer inteligente, para nadie es un secreto, toda Colombia lo vio. Yo entré a la Casa Estudio queriendo hacer un juego limpio, sin complots ni estrategias, pero allá adentro desarrollé también otro sentido que era descubrir en las miradas de las personas qué podían sentir. Obviamente yo no quería salir de primera y el día antes del segundo cara a cara, sospechaba que 5 o 6 personas iban a votar por mí sin tener motivos porque recién habíamos entrado. A los demás no les importó e hicieron un complot para sacarme sin saber quién era yo. Yo nunca compré un voto, sí mis compañeros me lo dieron, fue porque querían, yo no saqué a nadie, Colombia es la que decide a quien saca y a quien deja. Simplemente yo me defendía, en los momentos que había empates yo no iba a votar mi voto y buscaba salvarme.