La imagen del fallecido actor Blas Jaramillo, es en la actualidad, sinónimo de nostalgia y admiración. Recordado por muchos como un hombre sencillo, que pese a su gran trayectoria por las tablas, el cine y la televisión, siguió viviendo fielmente en un barrio tradicional de Bogotá, Blas está más vivo que nunca entre los amantes del séptimo arte.
Hijo del pintor Luciano Jaramillo y de la profesora los Andes Gloria, Blas Jaramillo heredó de sus padres la gran pasión por el arte, pasión que logró comunicar y transmitir a su audiencia. Una pancreatitis y una peritonitis lo alejaron de la actuación pero no de la memoria de un público que anhela ver en escena actores de tan alto nivel.
Partícipe de una de las producciones cinematográficas más importantes de la historia del cine latinoamericano, «Satanás», dio vida al personaje de «Ernesto», un sacerdote que enamorándose de su ama de llaves tuvo que cargar con el secreto de una de las mujeres de su comunidad. Definido por Blas Jaramillo como «un hombre que cree en el dolor por eso trata de consolar a sus feligreses ayudándolos a superar sus problemas de hambre y de fe», el actor le otorga al personaje una carga dramática que trasciende los matices sentimentales y las responsabilidades sociales.
Cautivando a los espectadores con su lenguaje corporal, con su mirada reveladora, hasta una entrevista era dinámica y encantadora. Nunca se casó, no dejó nieto ni sobrinos, pero si un gran legado al cine y al teatro.
Conocido por obras como «Ricardo III», La Impaciencia del Corazón y «Sexo según Mae West». Blas le regaló a los amantes del teatro una excelente puesta actoral que se vio reflejada en la última obra en la que participó «el monólogo de Divino Pastor Góngora», bajo la dirección de Pedro Salazar. Blas Jaramillo tuvo participó escasamente en la escena televisiva, no obstante se destacó por papeles como Raúl en la serie «Tiempo Final» transmitido por el canal de televisión FOX; por participaciones en seriados como «Historias de hombres sólo para mujeres» (2001) y «La Jaula» (2003). De aquí que él mismo se definiera como: «Soy básicamente un actor que ha hecho mucho teatro, varios largometrajes y cortometrajes y muy poca televisión».