Todo latinoamericano en algún momento de su vida ha escuchado o leído algo de este gran señor de la…

Todo latinoamericano en algún momento de su vida ha escuchado o leído algo de este gran señor de la literatura, quien en cada una de sus obras no deja de sorprender a sus lectores trasportándolos a un mundo paralelo lleno de fantasías, ficción y realidades, que hacen muchas veces, meditar sobre la vida.

Gabriel García Márquez nace el 6 de marzo de 1928 en un pequeño pueblo de la costa atlántica de Colombia llamado Aracaraca (Magdalena), hijo de Gabriel Eligio García y de Luisa Santiaga Márquez, y criado por sus abuelos maternos, el coronel Nicolás Márquez y Tranquilina Iguarán, asintiendo para la época al Colegio San José de Barranquilla; para luego de culminar sus estudios de secundaria, comienza a escribir una novela que en un principio llamó «La Casa», imperándose de Kafka y Joyce, dos grandes escritores.

Luego viaja a Bogogtá, donde ingresa a la Universidad Nacional, e inicia sus estudios de Derecho carrera al tiempo cambiaría por el periodismo, tiempo en el que publica su primer cuento, «La tercera resignación», y años después, «Eva está dentro de su gato», «Tubal-Caín forja una estrella», «La otra costilla de la muerte», en el diario El Espectador.

Trabajó El Universal como reportero por un tiempo, y a finales de 1949 se trasladó a Barranquilla, para trabajar como columnista y reportero en El Heraldo, hasta el año 1954, que pasó a pertenecer como parte del equipo de trabajo de El Espectador como reportero y crítico de cine por petición de Álvaro Mutis, escritor y poeta colombiano.

A sus veintisiete años de edad en el año 1955, luego de varias novelas, publica en los diversos diarios en los que trabajó su primera novela «La hojarasca», en la que ya demostraba sus rasgos más característicos sobre la ficción, y abundante fantasía, encaminando así su carrera y la tradición literaria hispanoamericana.

Pesa misma época contrajo matrimonio con Mercedes Barcha, con quien tiene dos hijos, Rodrigo en el año 1959 y Gonzalo quien tres años después nació en México, celebrando en el 2008 su boda de oro.

Comprometido con los movimientos izquierdistas, Gabriel García Márquez en el año 1960 se traslada a Cuba tras el triunfo revolucionario, donde trabaja en la agencia de prensa creada por el gobierno cubano «Prensa Latina» y hace amistad con Ernesto Guevara.

En el año 1965 en México, escribe quizás su obra literaria más reconocida, «Cien años de soledad», agotándose su primera edición al salir al mercado, en sólo poco días, provocando la transformación sin fronteras del idioma y por la cual recibiría el premio Nobel en el año 1982.

En el año 1970 saca «El relato de un náufrago», una recopilación de reportajes aparecidos en El Espectador y «Un señor muy viejo con unas alas enormes» en Cuadernos Hispanoamericanos, en Madrid. En el año 1984 publica el artículo; «¿Cómo se escribe una novela?».
En 1972 Gabriel obtuvo el Premio Internacional de Nobela Rómulo Gallegos. En el año 1985, se da a conocer aún más por su novela «El amor en los tiempos de cólera», la cual en el 2007 salió la película del libro, dirigida por Mike Newell y filmada en las calles de Cartagena de Indias, donde muchos artistas originarios de esas tierras, tuvieron la oportunidad de participar.

En 1991 da lugar a la publicación de «Doce cuentos peregrinos». En 1994 apertura con su hermano Jaime y con el abogado Jaime Abello, la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), donde es presidente, con la idea que los jóvenes periodistas puedan aprender con maestros del oficio como Alma Guillermoprieto, Javier Darío Restrepo, etc. En busca de renovar sus vocaciones y aprender hacer un mejor periodismo.

En 1996 saca su última novela, «Noticia de un secuestro», un amplio reportaje periodístico, que relata la peripecia de nueve periodistas secuestrados por orden del narcotraficante Pablo Escobar.

Para nadie es oculto que Gabriel García Márquez también ha incursionado en el cine, con la redacción de numerosos guiones y adaptaciones de sus propias obras, demostrando al igual que sus escritos, su amor al arte.