Gabriel Blanco, manager de artistas nos relata sus pasos para ser quien es hoy en día, su paso por México, su vida en su natal Cuba, y los artistas a quien ha representado y mucho mas, una entrevista exclusiva para Actuemos.Net

Como empieza la carrera de representación artística?

Mi carrera de representante artístico arranca a partir de una propuesta que me hace el músico y director del grupo de rock cubano Artevivo, Enrique González

Fue manager de un grupo de rock en Cuba, como ser manager en un país con tantas limitaciones?

Los momentos más felices y verdaderamente «Artísticos» que yo he tenido en mi vida profesional fue cuando manejé al grupo artevivo, a los escritores Alberto Serret y Chely Lima y al pintor Gustavo Egües y al grupo teatro caribeño. Realmente la palabra artística estaba bien puesta. hice muchos trabajos con amplios recursos, dirigí espectáculos nada más y nada menos que en el teatro más importante de Cuba, teatro nacional, produje conciertos multitudinarios, espectáculos de multimedias, etc. eran tiempos hermosos donde casi todo era color de rosa, hoy la realidad es otra, muy triste.

Después de tener éxito en cuba como representando, como surge la idea de salir de cuba y radicarse en México? Como logra salir de cuba?

A partir del periodo especial en 1991 todo el apoyo gubernamental mermó a las actividades culturales y si para los artistas era difícil la supervivencia, imagínate para un representante que trabajaba para los artistas, en un país donde oficialmente no se te reconocía como tal, yo era una especie de paria que se cuela por el hueco de una aguja, además de estar lleno de vida de fuerza, me encantaban los retos y no aceptaba un «no se puede» por respuesta.

Por que se retira de la representación de artistas musicales?

Francamente por agotamiento y subsistencia. La música es un negocio difícil y complejo donde se necesita mucha infraestructura, tiempo, dinero, que era todo lo que yo no tenía y necesitaba ganar para sobrevivir ahí fue cuando yo decidí ampliar mi horizonte profesional hacia otras manifestaciones artísticas.

¿Cómo entra un manager a proponer actores en México sabiendo que no trabajaban con managers las grandes cadenas televisivas?

Es muy cierto lo que dices no eran ni son bien vistos los managers en México, pero cuando yo arranqué no sólo no eran bien vistos sino que tampoco te reconocían como tal, literalmente no te daban una cita para mostrar tu portafolio. Entonces tuvo que agarrar un avión e irme a otros países a vender a los artistas. Comencé en Venezuela, después EEUU mercado latino, y posteriormente Argentina, Ecuador, Colombia, Brasil, Perú, España, y hasta Croacia. Entonces yo me abrí solito las puertas porque mi trabajo hablaba por sí sólo, si no me recibían aquí yo me iba para allá. Nunca he dependido de un sólo empleador ni de un sólo artista. Porque es muy triste que después te quedes sólo mirando a los lados.

Muchos actores buscan oportunidades para que usted los represente, ¿que debe tener estos artistas para que Gabriel Blanco les diga: Entras en mi Book de Artistas?

Talento, disciplina, humildad, estudio. Es un conglomerado de muchas cualidades.

Como ve esta nueva generación de artistas ¿están comprometidos con el oficio? ¿O simplemente lo que quieren es fama?

Como todo, hay una generación muy comprometida con su profesión, con su oficio de artista y otra que sólo le interesa figurar y ser famoso.

Como manager, ¿cómo se puede manejar un escándalo ante la prensa amarillista que cada día crece más?

No dándole importancia. Yo siempre le digo al talento no te preocupes qué es lo que te van a preguntar sino lo que qué vas a responder. Si la nota es amarilla no nos interesa, entonces entre menos importancia le des, mejor será.

Teniendo años de experiencia como representante, como maneja ese sentido de la fama, cuando un actor se despega del piso por el reconocimiento.

Es inmanejable, cada talento tiene su peculiaridad de acuerdo a su individualidad. Uno trata de centrarlos básicamente con experiencia y honestidad. Pero hay veces que desgraciadamente no se puede. Cada persona debe experimentar en su propia cabeza.

¿Que lo tiene atado a Colombia?

A Colombia me ata el trabajo, su gente, su idiosincrasia, y el país mismo, que ya es como México, mi segunda patria.