Todo proceso de creación audiovisual tiene etapas las cuales se tienen que cumplir si se quiere un óptimo…
Todo proceso de creación audiovisual tiene etapas las cuales se tienen que cumplir si se quiere un óptimo resultado del trabajo. Sin embargo, existen muchas formas de trabajo tanto local como internacionalmente. Por lo tanto, es indispensable una estandarización y la creación de una especie de reglas, por así decirlo, para unificar el lenguaje audiovisual mundial.
Desde su invención, el cine ha sido un arte que abrió muchos otros campos audiovisuales tales como: la televisión, el video, el cine arte, el video arte, instalaciones y demás audiovisuales que seguramente nos seguirán sorprendiendo en un futuro. Esta evolución del cine y las imágenes en movimiento crearon sus propias reglas y procesos de creación las cuales seguimos hasta ahora en la mayoría de ejercicios audiovisuales.
Estos proceso son tres básicos: preproducción, producción y posproducción; el antes, durante y después. Cada una tan importante como la anterior, estos procesos merecen mucha atención y cuidado, ya que todos dependen entre si y lo que mal empieza mal termina. Por esa razón es importante tener un buen Storyboard después de haber realizado el guión.
Un Storyboard es el mismo guión, dibujado en viñetas, mostrando paso a paso los acontecimientos tal como deben ser vistos por el objetivo de la cámara. A través de este nos damos la idea de cómo van a ser las tomas que en un futuro el director tiene que realizar, cómo van a ser los encuadres, los desplazamientos de cámara, la luz, los escenarios y todas las cosas que puedan ayudar al director, a los actores y artistas a entender cómo se va a ver la película. Los detalles técnicos más complicados que requiera una película pueden ser descritos en las imágenes del Storyboard o en texto al lado de cada cuadro.
Después de tener un buen guión es importante que el Storyboard sea muy claro y exprese lo que el director quiere. Por lo tanto es indispensable una buena relación entre el director, el escritor y el realizador del Storyboard. El guión y el Storyboard son los primeros pasos para una producción, de estos depende el buen entendimiento entre productor, director, técnicos, camarógrafo, etc.; el Storyboard es una guía que le va a servir a todo el equipo de producción y más adelante al equipo de posproducción. Al haber realizado el Storyboard hay que tener en cuenta que todo lo que estamos viendo en este se va a realizar en adelante, por lo tanto no hay lugar para los errores, pues éstos tienen que haber sido previstos. Para eso es el Storyboard, para equivocarse en el momento, no en el futuro y no tener que inventar sobre la marcha.
Existen mil maneras de hacer Storyboards, algunas mucho más técnicas que otras, algunas completamente libres y otras muy específicas. La variación de cada una depende del trabajo a realizar, ya sea un comercial de televisión, un cortometraje, un largometraje, una película animada o en vida real o un programa de televisión. Generalmente entre más corto el producto a realizar, más específico y detallado es el Storyboard porque en menos tiempo se realizan más acciones. Lo importante al realizar un Storyboard es que éste sea claro y que muestre en él los momentos más representativos e importantes de la historia que se va a realizar.
El Storyboard nació en los estudios Walt Disney durante los principios de los años 30 cuando Disney para enseñarle a su equipo de trabajo, una gran cantidad de expertos animadores y dibujantes, quería que se viera la animación y darles una idea clara de cómo desarrollarla de manera ordenada y segmentada con el fin de obtener un resultado más eficiente y más rápido, después de varios procesos similares empleados por Disney y otros estudios de animación. Más adelante en los años 40, el Storyboard se hizo popular en la producción de películas reales, ya que este sistema simplificaba la forma de trabajo y el entendimiento del grupo.
Hoy en día el Storyboard se ha convertido en casi que un proceso obligado en la preproducción de todo ejercicio audiovisual, más que todo en aquellas películas que requieren escenas de difícil tratamiento visual, tales como: animaciones, películas de acción con escenas que requieren movimientos extremos y ágiles, o películas de ciencia ficción o fantásticas.
Esta responsabilidad de crear el Storyboard no recae en cualquier persona, esta persona tiene que ser un muy buen dibujante que refleje en sus trazos las intenciones, tensiones, expresiones y la idea del director en cada toma determinada. Quedando determinado en el resultado final un rastro del arte que el creador del Storyboard ha puesto en él.
En ocasiones el Storyboard finalizado es desechado o archivado como una parte más de un proceso de preproducción; sin embargo, en ocasiones, es apreciado como un invaluable recuerdo artístico, ya que estos son tan bien elaborados de manos de tan prestigiosos dibujantes o artistas que sería una pena desecharlos. Algunos de estos se convierten en una verdadera reliquia invaluable o se convierten en libros por su contenido tanto visual como técnico. La imaginación vuela cuando pensamos en el Storyboard del señor de los anillos, de la Guerra de las galaxias, de Matrix, de Los increíbles, de Buscando a Nemo e infinidad de películas que nos han hecho soñar.
El Storyboard ha evolucionado a tal punto que actualmente hacen todo tipo de Storyboards, ya sean en técnicas de ilustración digital como 2D o en 3D, en fotografías o simplemente en dibujo. Pero el objetivo y su estructura siguen y seguirán siendo los mismos, el mostrar a través de imágenes fijas o recuadros tipo cómic, cada una con su explicación pertinente, la idea global de lo que va a ser el producto audiovisual, siempre teniendo en cuenta que, «Una imagen vale más que mil palabras»