En algún lugar del universo, donde nacen las historias de amor y donde se inspiran las canciones que nutren el alma de los enamorados, alguien estaba poniendo atención cuando Manolo le juró a Noelia que si él pudiera retroceder el tiempo, no volvería a cometer ninguno de los errores que desencadenaron el rompimiento de su noviazgo y la decisión irrevocable por parte de ella, de alejarse, olvidarse de ese amor y contraer matrimonio con Eddy, el buen partido que había sido su novio antes de conocer a Manolo. Quien quiera que fuera el personaje que oyó el juramento del protagonista de esta historia, también tuvo el poder para concederle a Manolo su deseo, solo que esa oportunidad de volver a vivir para reparar las equivocaciones, tiene una condición implacable: Si en un lapso de seis meses, Manolo no es capaz de cumplir su juramento, Noelia estará irremediablemente condenada a morir la noche del 6 de septiembre. Ese plazo comienza a correr la mañana en la que Manolo se despierta en la clínica después de haber sobrevivido a un grave accidente automovilístico que ocurrió cuando él «iba conduciendo a más de cien», cegado por la desesperación de tratar de disuadir a Noelia, a quien Manolo ahora supone muerta.
Cuando Manolo logra entender que Noelia está viva gracias a que a él lo devolvieron seis meses en el tiempo, también se entera de que la única manera de evitar que el destino fatal se cumpla es que él no cometa ni un solo error. Aunque Manolo conoce el camino, su viaje será difícil pues » siendo tan desubicado “ no se dará cuenta de los nuevos peligros y pondrá en riesgo la supervivencia de Noelia, lo cual tampoco ayudará a la conquista de ella.
La aventura de Manolo tratando de convertirse en un hombre bueno para poder estar con su amor, cuenta con la complicidad de Blas Delgado, el amigo incondicional que hace honor a «La balada para un gordo» y con las pistas de un personaje enigmático que a la vez nos va narrando la historia. Una historia de amor que, por cierto, tiene tanto de melodrama como de comedia y donde una selección de canciones reconocidas de los 60´s y los 70´s además de unas cuantas más recientes, todas del género de la «música para planchar», tienen tanto protagonismo como Manolo y como la misma Noelia.
SEBASTIÁN MARTÍNEZ ES MANOLO IZQUIERDO PRECIADO Es un tipo distraído y adicto a la adrenalina a quien algunos consideran como un rebelde sin causa. Especializado en primer semestre de cuatro carreras distintas, parte del problema de este galán es que es muy despistado. Manolo siempre tiene una alternativa más atractiva para ocuparse de la tarea que tenga que realizar. Por eso los trabajos de la universidad y todas las obligaciones que conlleva una carrera siempre están subordinados a la jugada de un partido de billar, al saboteo de alguna reunión de las señoras encopetadas del barrio, a una carrera de cuarto de milla en una calle que no llega a los 200 metros con los carros robados momentáneamente a los respectivos padres de los pilotos. Manolo no es bruto, ni mala persona, es un tipo distraído y adicto a la adrenalina. Él deberá cambiar su forma de ser para luchar por recuperar el amor y la vida de su amada Noelia. |
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CAMILA ZÁRATE ES NOELIA FERNÁNDEZ SANTAMARÍA Es la hija única de la familia Fernández. Es una mujer llena de virtudes. Bien educada en un high school de los Estados Unidos de Norte América. Dulce, suave, tierna, talentosa y muy mimada por papá y mamá que no sospechan ni en su peor pesadilla que su bebé tenga el mínimo criterio para enamorarse de un tipo distinto al que ellos le digan o sea distinto a Eddy Jaramillo el partidazo gringo hijo de inmigrantes de Medellín, Colombia que ya le ha dado anillo de compromiso. Pero los padres de Noelia no tienen la menor idea de quién es verdaderamente su hija y ni se les pasa por la mente que a la niña le encantan los pelafustanes, que la bohemia le resulta mucho más sexy que Club del Country y que la idea de ser cantante de una banda de música para planchar la seduce mucho más que la blusa blanca y el fonendoscopio que tan olímpicamente le quieren colgar sus papás. |
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MARÍA HELENA DOERING ES LUPE PRECIADO DE IZQUIERDO Aunque es de origen aristócrata es una mujer hippie, feminista, revoltosa y a la vez ama de casa, pero también una mujer dulce, amorosa y serena. Es la madre de Manolo, Ernesto y Clara de Luna. Se casó muy enamorada, y así sigue de este hombre que no tiene más apellidos que Izquierdo a secas, pero que se ha forjado a fuerza de voluntad, honestidad y estudio. Heredó de su mamá la compulsión a construir la vida a partir de lo que dicen las revistas científicas, razón por la cual, Lupe tiene más o menos cada semana una nueva teoría sobre algo que, inevitablemente, altera las rutinas de su casa. Por ejemplo, el día que leyó que el café producía cáncer, o aquella vez en que un estudio de una universidad inglesa comprobó que el sonido de los relojes alteraba la frecuencia cardiaca, le exigió a todos los habitantes de la casa utilizar reloj de sol o reloj de arena, o cuando leyó un artículo que la convenció de que el consumo de carne reducía de un quince a un veinte por ciento la longevidad y erradicó de la nevera de la casa cualquier cosa que tuviera el más mínimo parentesco con una vaca, un cerdo o un pollo y a su familia la tocó montar una red de tráfico de salchichas para poder comer algo que no fueran acelgas, espinacas o rúgula. |
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CÉSAR MORA ES SILVIO IZQUIERDO Es el papá de Manolo. Vive en unión libre desde hace 25 años con Lupe Preciado. Profesor de humanidades. Una persona serena, medio nueva era, liberal, demócrata y amante de la música plancha. Aunque la moda ya lo está alcanzando por la espalda, él no se ha enterado porque la decisión tomada hace cerca de 30 años es que ellos (o sea Lupe y él) no iban a renunciar a sus principios bajo ninguna razón. Y así lo han cumplido. Este humanista por convicción cree en la total libertad del hombre para decidir lo que hace con su vida siempre y cuando respete el derecho ajeno. Por eso no puede estar de acuerdo con la penalización de la droga, ni con las restricciones del estado a las libertades civiles como tomar, fumar o consumir drogas. No cree en las clases sociales ni en el status producido por el dinero o la apariencia, su gran conflicto, es que se va a ver enfrentado a la dura realidad de una sociedad de libre mercado en la que un profesor de sociología no tiene más valor que un chicle de segunda mano. Es buen amigo de sus hijos y como no cree en la autoridad se enreda la cabeza tratando de ser figura paterna, amigo, consejero y papá. |
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HUMBERTO DORADO ES JOSÉ JOSÉ (PEPE PRECIADO ) Hermano de Lupe, cuñado de Silvio, tío de Ernesto, Manolo y Clara de Luna. Este hombre es lo que llaman El último romántico, a la muerte de sus padres partió como Nino Bravo llevándose un beso y una flor, un te quiero una caricia y un amor, a la manera de los mejores marineros, se hizo a la mar y estuvo casi desaparecido por unos quince años, en los cuales todo lo que se recibía de él eran postales en las que confirmaba que seguía respirando y que ya pronto volvería. Trotamundos y aventurero, es experto en el despecho y de allí su afición por la música de plancha, tanto que es locutor y conductor de un programa de radio de la madrugada en donde deshace entuertos amorosos a punta de baladas. Pepe habla en baladez, es decir su filosofía toda se encuentra en las letras de las canciones de los clásicos: Sandro, Leonardo Favio, Nino Bravo, Shakira, José José, Enrique Guzmán, Piero, etc. Como dice Sandro: «˜Una muchacha y una guitarra para poder cantar, son las dos cosas que en esta vida nunca deben faltar». Su gran sueño es montar un negocio millonario, tarea en la que le va como a los perros en misa. Se acuerda del pasado y aunque nadie le cree, se consuela en la nostalgia de aquellos días en que le componía a los grandes de la canción americana. Esto lo convierte en motivo de burla del barrio y de su propia familia. |
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CRISTÓBAL ERRÁZURIS ES BENIGNO CANCELADO Es un hombre gruñón y muy organizado, pero a la vez tierno y generoso. Viudo y padre de Susana, quien es la luz de sus ojos. Tiene una tienda de la cual es dueño, no atiende a nadie que no haya hecho cola, y se enfurece cuando alguien se brinca el turno. Todo esto por supuesto se confunde cuando la que hace la fila es Eva María a quien él ama en secreto. Estaba casado con Lucy, pero la señora murió y lo dejó embarcado con Susana, a quien en el barrio la llaman La Despeinada. Benigno tiene su vida ya resuelta, la tienda, la radio, su hija y esperar pacientemente que nuestro señor se apiade de él y lo lleve al lado de su amada Lucy con quien él tiene una conversación pendiente desde hace varios años. Porque lo que más piedra le da, es que preciso Lucy se haya ido de este mundo sin conocer el restaurante que ellos estaban montando para que ella pudiera por fin tener su soñado negocio «El Mesón de Lucy», Un salón de té, restaurante, modesto pero digno y bien decorado que lleva años intacto, casi como un salón fantasma. Es alrededor de resucitar este espacio, que Eva María se comienza a acercar a Benigno para convencerlo de que lo abra en memoria de su querida difunta. |
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KATHY SÁENZ ES EVA MARÍA CONTENTO También la conoceremos como La Mujer de los Labios de Rubí, bella, muy bella, a los 40 más bella que nunca. Vive sola en la casa más misteriosa del barrio, en donde desde la acera se ve el bello maniquí en donde ella expone sus diseños de atuendos clásicos y sensuales que nunca vende. Su vida es un total misterio y solamente existen dos maneras de aproximarse a ella: Yendo a su costurero a ordenar una refacción o a que le lean las cartas. Eva María nunca hace afirmaciones, todo lo habla en interrogaciones. Ese es uno de los grandes misterios que acompañan a esta mujer, de quien con el tiempo, descubriremos que tiene guardada en su alma una gran pena de amor causada por un hombre que en el pasado le destrozó el corazón. Este hombre resulta ser, por coincidencia, Leonardo Fernández. Ese amor rancio del pasado, se opone en cuerpo y alma al amor de don Benigno Cancelado, el viudo de la tienda del barrio a quien se le detiene el tiempo cada vez que Eva María entra a su negocio en busca de los víveres para su casa. |
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MAURICIO BASTIDAS ES ADOLFO AFANADOR Todo el mundo lo ve como un niño bueno, pero en verdad es un manipulador que carece de escrúpulos. Le encanta la plata, pero la fácil, porque el trabajo es para los brutos. Según él no hay que estudiar, sino ser avispado. Los delitos menores son su hobby y el vandalismo, su profesión. También es necesario advertir que este muchacho es mujeriego, condición que heredó de su padre (Wagner Ricardo Afanador Casas), así como el odio profundo por las mujeres. Desde que su mamá abandonó a su papá, Adolfo recibió en el tetero varias onzas de frases como: a las mujeres hay que pegarles pasito, porque si se les pega duro se enamoran. O porque te quiero te aporreo. A las mujeres no se las quiere, se las usa, es mejor abandonar antes de ser abandonado, o mujer no hay más buena, que la ajena. La gran ventaja que él tiene y de la cual Manolo carece por completo, es que su apariencia es la de un niño bueno que no rompe ni un plato. Será el que se encargue de poner todos los obstáculos posibles para que Manolo llegue a ser un hombre medianamente decente para alcanzar el corazón de nuestra protagonista |
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ÁLVARO RODRÍGUEZ ES WAGNER RICARDO AFANADOR CASAS Padre de Adolfo, de quien está muy orgulloso. Es apodado el Káiser, y no propiamente por la dulzura de su carácter. Gracias a la usura ha amasado la fortuna que tiene. Sus primeros millones los hizo con negocios de esmeraldas. Posteriormente, incursionó en la construcción de urbanizaciones piratas. Gracias a esto y a otros negocios turbios, este hombre ha amasado una considerable fortuna que no tiene inconveniente en ostentar. Su casa es la más engallada y tiene el carro más caro de la cuadra. Su apariencia es la de un típico levantado, que presume de tener excelentes modales, siempre con chaleco debajo del saco de paño, su buen pisa corbatas, zapatos con escobita copiados en el barrio Restrepo de alguna revista extranjera y los domingos usa vestido de paño tornasolado brillante. De puertas para afuera, sonríe, es zalamero y lleno de manías que él interpreta como buenos modales. Al igual que su hijo Adolfo, a los ojos de los vecinos, es un residente inofensivo del barrio, un hombre trabajador con el que se puede contar cada vez que alguien tiene un apuro económico. Wagner Ricardo se las arregla para estar bien con todo el mundo, inclusive con el padre Dominique. |
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JAVIER GENNECO ES JUAN FERNÁNDEZ Padre de Noelia y esposo de Victoria. Con ellas vivió en los Estados Unidos, pero tuvo que regresar a Colombia. Al igual que su esposa siempre se ha creído mejor personaje que los demás, y por ello no dejará en evidencia su precaria situación económica y hará todo lo posible por mantener su status. Según la conciencia de Juan Fernández, el retorno a Colombia se debe a los malos manejos en una de las cuentas más importantes de la compañía y, según Noelia, porque el destino quería darle la oportunidad de conocer lo que era la vida, la de de verdad, verdad. |
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CRISTINA LILLEY ES VICTORIA SANTAMARÍA DE FERNÁNDEZ Es una mujer que siempre ve por encima del hombro a los demás y que no le permite a Noelia acercarse a la gente del barrio. Victoria añora su regreso a Miami, pues en Colombia las cosas no son suficientes para ella. Cuando vivían en Estados Unidos, Juan Fernández y Doña Victoria solían asegurar que ellos no eran ningunos inmigrantes, ellos lo que eran era expatriados, que al final es lo mismo, pero suena más sofisticado. Porque lo sofisticado es lo que a ellos les sienta bien, les hace menos agria la vida y les permite creerse más personas que los demás. En Miami vivieron los mejores años de su vida. Y esos años se acabaron. Según doña Victoria porque a su marido la empresa lo trasladó como reconocimiento a su impresionante labor profesional. |
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JUAN CARLOS SALAZAR ES LEONARDO FERNÁNDEZ Leonardo es el típico hermano menor que siente tanta admiración como envidia por el primogénito de la familia. A él, desde pequeño, le tocó luchar contra el buen ejemplo que Juan daba. Sufría cada vez que su padre le recordaba: Si su hermano puede montar en bicicleta, ¿usted por qué no va a poder? Si su hermano dejó el promedio en cinco, ¿no le da pena este cuatro? Si Juan ya está trabajando en una multinacional, ¿a usted cómo se le ocurre ponerse a pensar en montar su propia empresa? Leonardo miraba a su hermano y lo odiaba por ser tan perfecto, tan buen hijo, tan buen esposo y sobre todo, tan exitoso. Así que él decidió que aunque había perdido algunas batallas, no iba a claudicar en la guerra. Por eso se casó con una mujer cien veces más rica que Victoria Santamaría, por eso, para hacerse su propia carrera y su propia fortuna, se dedicó a hacer negocios medianamente turbios y, tal vez por eso mismo, su hija Juanita nació un par de meses antes de lo previsto. Para que a ella no le tocara ser, como a él, la menor. En su vida se dedicó a hacer negocios un poco turbios para lograr un mejor status que su hermano, pero esto lo llevó a perder el amor de su vida, Eva María, con quien se volverá a reencontrar. |
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JENNY OSORIO ES SUSANA CANCELADO «LA DESPEINADA» Susana, como otros de nuestros personajes, se define por lo que no es: Susana no se la pasa «despeinada, ella dice que lo que le gusta es Andar de pelo suelto. Ella no es peluquera, es estilista. Ella no le echa champú a sus clientas, les aplica tratamientos y ella no seca el pelo: Susana hace el blower. Para ella la estética no es un simple negocio, es un estilo de vida. Y si además de peinar, cortar, tinturar y maquillar, vende perfumes, accesorios, zapatos y cuanta baratija encuentra en San Andresito, lo hace porque no le gusta eso de ser pobre y porque heredó de Benigno, su papá, una inmensa pasión por los negocios. Entre las jóvenes del barrio ella fue la primera que cogió buseta sola, la primera en maquillarse, la primera en ir a fiestas de noche y, por supuesto, la primera en tener novio y en dar un beso. Aunque Susana en teoría tiene más experiencia que las demás muchachas de su edad, en la práctica, y sobre todo en el amor, es en realidad una completa novata. Está enamorada de Adolfo quien sólo quiere jugar con ella. |
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CAMILO SÁENZ ES EDUARDO (EDDY) JARAMILLO Radicado en Miami desde su niñez, es un hombre elegante y de buenos modales. Aunque Eddy pertenece a una rica familia paisa (que ha construido su fortuna gracias a diversos negocios en finca raíz), para él decir que es colombiano es una vergüenza. Según la educación que recibió, Colombia es algo así como un mito que es necesario superar, una pesadilla que jamás quiere soñar, una jungla en la que no se quiere perder y un mal recuerdo que por fortuna ya casi tiene olvidado. Sus papás nunca lo trajeron al país ni siquiera para pasar las vacaciones de verano. Llega a Colombia tras una llamada de doña Victoria, su futura suegra, quien le suplica que venga a rescatar a Noelia de la influencia de una banda de criminales, Al llegar, Eddy ve este barrio, a esta gente, estos modales, estas tradiciones, esta comida, esta música y estos amiguitos de medio pelo de su novia como la cosa más rara y más desagradable que jamás haya visto en su vida. Lo único que le parece medianamente digerible es Gloria, la espectacular vecina de Los Fernández. |
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SANDRA BELTRÁN ES GLORIA Es una mujer caribeña, espontánea, divertida, y sobre todo, una excelente bailarina. Siempre busca estar bella, pues le encanta que la admiren. Gloria puede no ser capaz de cocinar, planchar, parquear un carro, hablar por celular y caminar al mismo tiempo, pero el swing para el baile lo tiene todo. Tanto, que los hombres, con sólo verla caminar o menear sus caderas, se derriten por ella. Y si para Gloria bailar es su mayor adicción, el ser mirada y admirada es su deporte favorito. Por eso, ella no escatima esfuerzos para verse siempre más atractiva de lo que ya es por naturaleza. Pese a que puede pagar los mejores peluqueros, prefiere hacer uso de los servicios que Susana presta a domicilio. Pudiendo vestirse con modelos de los mejores diseñadores, a ella le encanta que quien le cosa la ropa sea Eva María y teniendo la plata suficiente hacer mercado en Pomona, a Gloria le encanta ir a la tienda de Benigno. |
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JUAN MANUEL GALLEGO ES SPEEDY GONZÁLEZ Es de origen muy humilde y trabaja haciendo domicilios en la tienda de Don Benigno, Gracias a su trabajo, Speedy ha entrado a todas las casas de la cuadra, conoce chismes que nadie ni siquiera sospecha, sabe quién tiene un romance con quién, qué tiene cada uno en la nevera, quién trasnocha, quién fuma y quién bebe. Analizando las listas de los pedidos, Speedy puede deducir si algún vecino está enfermo, esta noche dará una fiesta o si se encuentra deprimido. Speedy puede ser muy rápido si quien ha pedido el domicilio es Gloria o Eva María, y hace honor a la canción que le dio origen a su nombre: «Ya veo venir a Speedy González… como un pequeño ciclón…» pero cuando debe ir a la casa de la vecina de la esquina el pedido puede tardar en llegar hasta tres horas. Su gran amor platónico es Clara de Luna Izquierdo. |
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PATRICIA TAMAYO ES DAMITA SEGURA La confidente, la aliada y cómplice de Victoria Santamaría de Fernández es Damita Segura, una mujer de 40 años, amiga de la mamá de Noelia desde que las dos estaban en el colegio. Por haber sido condiscípulas, Damita y Victoria se conocen sus respectivos orígenes de clase media acomodada, arribismo y sangre azul. Damita, ya un poco entrada en años, se casó con un candidato que ofrecía algunos atractivos, pero el hombre resultó ser un completo fiasco para los negocios y no solo acabó con el patrimonio personal de Damita, sino con los sueños que ella tenía de vivir una vida de millonaria como sí lo consiguió Victoria. Lo único que ella conserva después de la ruina económica y del divorcio, es la capacidad para que no se le note la pobreza. Se las arregla por todos los medios para seguir alternando con sus amigas acomodadas, se vale de cualquier recurso para usar ropa de marca, así sea de segunda mano, evadir el pago de las cuentas o hacer que le den crédito en la peluquería y no dudó en adquirir una deuda en condiciones de usura con Wagner Ricardo Afanador, con tal de pasarse a vivir a uno de los apartamentos del edificio Miami. |
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ALFREDO ANHERT ES EL PADRE DOMINIQUE Inteligente, carismático, estudioso, práctico, efectivo en todo lo que se propone y desde que tiene memoria ha dedicado su vida a ayudar a los demás. Dominique es un cura al que las beatas reverencian, los muchachos consideran un bacán y al que los ateos acuden cuando tienen ganas de sostener una buena conversación. Es tan respetado en el barrio, que a nadie le importa que no use sotana, que en el sermón del domingo se le escape alguna vez un madrazo, que se ría a las carcajadas y sin pudor, que las penitencias que pone, además de los padrenuestros de rigor, incluyan hacer obras sociales como ayudar a los vecinos, limpiar el parque o pintar la fachada de la escuela. Con los jóvenes, tiene una relación excepcional con los jóvenes, quienes saben que en él pueden contar con un aliado y un amigo, y no con a alguien con ganas de castigar o regañar. |
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LAURA PERICO ES CLARA DE LUNA IZQUIERDO PRECIADO Excelente estudiante, buena amiga, sin prejuicios, e incapaz de mentir. Para cualquier jovencita de su edad, mirarse en el espejo y saberse bella, es algo así como la suma de todas las dichas. Pero para Clara de Luna, es la peor maldición. Que a ella le digan que está muy bonita, es como si le mentaran la madre, que un obrero le eche un piropo en la calle, es un detonante que la lleva a encerrarse tres días y con candado en su habitación. Por eso, ella se pone los jeans que a sus hermanos ya no les quedan, se niega a usar maquillaje, y por lo mismo, tiene prohibido que alguien en su casa siquiera sugiera que para su fiesta de quince se ponga falda y tacones. Y lo hace porque ella no quiere que la vean como una cara bonita, por el contrario, ella aspira a que la gente vea en ella lo que considera importante: que es la mejor estudiante de su curso y que no tiene reparos en tratar a sus compañeros hombre como iguales, que es una joven sin prejuicios, que dice la verdad en la cara y para quien es imposible mentir. Para rematar, Manolo ahora se la pasa espantando a los gritos y a los puños a cualquiera que se atreva a acercarse a ella con fines que no sean ciento por ciento inocentes. |
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ULISIS GONZÁLEZ ES BLAS DELGADO (EL GORDO BUENO) Amigo de Manolo, nerd, medio genio, con sobrepeso y problemas de autoestima, lo que lo hace ser generoso más por conveniencia que por convicción, pues quiere sentir el aprecio de la gente. El único factor que hace al Gordo muy atractivo a los ojos de los muchachos del barrio, es que las fiestas en la casa del Blas son buenísimas, no tanto por su frecuencia ya de por sí muy apreciada, sino porque los padres del Gordo son fabricantes de lechona tolimense, unas personas sencillas, con muy poco estudio pero con un gran corazón. A los papás de Blas les encanta abrir su casa para recibir a La Plaga, viven convencidos de que su hijo goza de la mayor popularidad entre sus amigos y siempre están más que dispuestos a atenderlos y a dejarlos que dispongan a sus anchas de la lechona y de la música. Aunque Blas es consciente de que los muchachos lo buscan solo por el atractivo de la comida y la rumba, se conforma pensando en que al menos esos factores le permiten alternar socialmente con sus vecinos. Está enamorado en secreto de Susana La Despeinada y será la pieza clave para que Manolo logre eludir el fatal destino de su historia de amor. |