Sí, es fundamental porque el universo de la actuación en cine es muy distinto al del teatro. En el teatro tú tienes que hacer que la persona que está sentada en la butaca cincuenta, allá lejos en el teatro, vea, con lo cual a veces se termina exagerando. Esa es parte de la dinámica del acto teatral, expones más tus gestos.

En cine, el proceso es inverso, tienes una cámara que puede tener un lente que hace que tu cara se vea inmensa en una pantalla, por lo cual el gesto tiene que ser mucho más pequeño.

En el cine, así como en el teatro, en general se utiliza la expresividad de todo el cuerpo, se basa en el rostro, en los ojos, tiene que ser más sutil… podríamos llamarlo un poco más realista porque es el contacto más parecido al contacto que tienen dos personas cuando conversan. Por tanto, si es necesario que el actor tenga ese conocimiento.

Pareciera que existe una tendencia a buscar actores de trayectoria en las producciones cinematográficas. ¿Por qué sucede esto?

Creo que hay dos cosas. Una, que a veces los actores de trayectoria son más solventes, tienen más habilidad y hay otra y es que a veces los actores de trayectoria ayudan a llamar la atención de la película, de los medios, pero en nuestro país siempre está muy abierta la opción de nuevos actores. Acuérdate que el cine fuera de nuestro país, el Star Sistem, donde el cine realmente es una industria como en Estados Unidos o algunos países europeos, hay realmente todo un rollo donde los actores generan la atención de grandes masas hacia la película. En nuestro país pasa menos. Hay algunos casos pero evidentemente hay que abrir los espacios en el cine para la presencia de actores noveles, pero siempre hay un espacio para eso porque en todo proyecto siempre hay una persona joven y en fin.

¿Qué debe tener un actor para participar en una de sus producciones?

Tiene que parecerse al personaje que buscamos primero que nada, luego tiene que haber pasión por hacerlo, ganas de hacerlo, entrega… Yo diría que eso es fundamental.

¿Qué consejo les da a aquellos actores que desean ingresar al medio?

Actuar en cine tiene que ver con un proceso extraordinario. A esos actores les digo que tienen que estar pendientes, el actor tiene que ver mucho con su hambre por actuar, por sus ganas de surgir, por estar en el lugar, por buscar. Nunca se me olvida que a mí me llegó hace como seis años, un muchacho y me dio un cassette, me dijo: «Yo quiero actuar en alguna película tuya alguna vez». De hecho, yo no lo conocía, me dijo: «Por favor mire este cassette» y me escribió una carta bellísima. «Yo vi, Una vida y Dos Mandados y quiero trabajar en una de tus películas». Yo vi el cassette… el muchacho se llama Edgar Ramírez y mira donde ha llegado con ganas.

Qué le falta al cine latinoamericano para proyectarse aún más?

Creo que el cine latinoamericano está bien encaminado. Le hace falta consolidar los mercados, unirnos»¦ y esto no es retórico, esto es real. En el sentido, que nosotros los venezolanos podamos ver películas colombianas, los colombianos películas ecuatorianas o chilenas, los argentinos puedan ver películas brasileñas o panameñas. De modo que, podamos ser un gran mercado. En tanto, seamos un gran mercado y nuestras películas tengan espacios, nuestro cine va a llegar lejos… está llegando lejos.

Mientras tanto, nuestro principal problema es el guión, no solo en Venezuela sino en América Latina. Técnicamente estamos en un buen nivel, hay algunos buenos guionistas pero hay que decirlo son la excepción.

No obstante, hay que reconocerlo hay un crecimiento muy importante en escuelas de cine a nivel latinoamericano. Se está creando un cine cada vez más profesional y menos empírico. Cuba tiene una de las escuelas más importantes del mundo que es la escuela de San Antonio de Los Baños, donde se ha tomado más en serio el tema de la formación de nuevas generaciones y probablemente la escuela más importante de América Latina.