Si hablamos de iconos y emblemas al arte y la cultura de Colombia, el Teatro Jorge Eliécer Gaitán es…
Si hablamos de iconos y emblemas al arte y la cultura de Colombia, el Teatro Jorge Eliécer Gaitán es quizás el más imponente. Situado en toda la carrera séptima con calle 22 en Bogotá, este monumento se proclama como uno de los teatros más antiguos e importantes del país. Sus tablas, a lo largo de la historia, han servido de fieles y silenciosas compañeras de innumerables artistas nacionales e internacionales. Cientos de festivales de cine de todo el mundo, importantes grupos musicales, cantantes, orquestas, actores, actrices, un derroche de talento es lo que se ha respirado y aun se respira dentro de él. Pero la fama y el prestigio de este teatro no es gratis, desde su primera fundación en 1890 ha dejado una extensa historia a lo largo de varias generaciones de bogotanos que lo han sabido conservar como una valiosa pieza de la ciudad y del país. En sus 118 años de existencia el teatro ha sufrido diferentes cambios desde físicos, grandes y pequeños, hasta algunos con tintes políticos. Pues bien, el 15 de febrero de 1890 se inaugura bajo el escueto nombre de Teatro Municipal, cabe anotar que aun no tenía una connotación nacional y menos fuera del país. Hasta los años 30 y 40 el furor del arte y la cultura se tomó a los capitalinos, a esa gran clase popular, por ello el naciente partido gaitanista vio en ese teatro su atrio y soporte para extensos y enérgicos discursos del nunca olvidado caudillo. Pero el tiempo pasa y la historia no perdona. Este líder, Jorge Eliécer Gaitán, fue acallado a tiros, hiriendo los sentimientos sociales y políticos de todo un país. Hecho que llevó a diferentes retaliaciones, asesinatos, destrucciones que aun hoy, toda Colombia paga ese alto precio por el arrebato de un hijo a la sociedad popular.
La historia se ha hecho sentir. Llega a la presidencia en 1950 el no muy bien recordado conservador Laureano Gómez, quien en un año de presidencia entre otras cosas manda a demoler el Teatro Municipal, pues según muchos aun tenia el estigma del caudillo y su voz parecía aun retumbar por sus paredes. Fueron implicaciones políticas, pero fue como quemar un libro al mejor estilo de la «Divina Inquisición» en la época más oscura de Europa. Así pues, el ya inaugurado 10 años antes Teatro Colombia, reemplaza lo que queda de las cenizas y escombros del Teatro Municipal. Allí, en ese espacio prestado, renace otra vez el espíritu de muchos años de intenso trabajo, horas artísticas y miles de sinceros aplausos.
En 1973 el Municipio ya había adquirido este teatro y en ese año lo reinauguraría y bautizaría bajo el nombre de ese inolvidable hombre: Jorge Eliécer Gaitán. De esa época hasta hoy, el teatro ha sufrido cambios constantemente. En algunas remodelaciones, la silletería fue cambiada, las consolas de sonido, las luces, todo para dejarlo en óptimas condiciones. El último cambio grande fue la remodelación de los soportes y columnas pues este coloso aun no tenía las características de sismo resistencia. Muchos cambios y remodelaciones para que el arte se pasee y deleite a cada uno de los espectadores, en su mayoría respetuosos de todo lo que tenga que ver y promueva la cultura ciudadana.
Actualmente el Centro Cultural Teatro Municipal Jorge Eliécer Gaitán es un escenario de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, la cual ha alcanzado un reconocimiento mundial y sin duda seguirá dejando huella con sus notas y un teatro que a pesar de los años y cambios sigue en su honor inmutable.