«Se presentó en el teatro Latea de la ciudad de Nueva York, la tercera temporada de «Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí» y tenía que verla, les debí confesar que esperaba mucho menos de lo que fue, teniendo en cuenta que las segundas y terceras partes no son tan buenas pero me llevé una gran sorpresa, ya que esta tercera temporada, se erige como un brillante ejemplo de la excelencia teatral en Nueva York, combinando un elenco talentoso, una dirección innovadora y la audaz inclusión de elementos interactivos. Adaptada de la exitosa película de «Félix Sabroso» del año 97 de la que soy fan desde hace varios años, esta obra cautiva tanto a los seguidores de la historia original como a nuevos espectadores, ofreciendo una experiencia que no se debe perder.»

Protagonizada una vez más por Charlie Zen, quien ya había dejado huella en las temporadas anteriores, su interpretación del villano es un despliegue de versatilidad. Zen, a quien recordamos como el payaso de «Catatonia», logra un contraste fascinante al encarnar la dualidad del mal, navegando entre lo cómico y lo oscuro. Su capacidad para transmitir matices complejos en su personaje añade una profundidad que enriquece la narrativa. El común denominador entre el público fue el odio que produce su personaje, lo que demuestra su excelente trabajo, el elenco se complementa de manera magistral con las actuaciones de Daniel Diaza y Jhonathan Zapata. Diaza, en el papel del místico Tony, aporta un aura de sabiduría y misterio, sus movimientos, voz y mirada nos sumergen en la mística de su personaje, deseando como espectadores tenerlo como amigo, mientras que Zapata, como Carlos, encarna una melancolía que resuena con el público. Víctima de los maltratos de Dani (Zen) nos conmueve y provoca tirarse al set junto a él para consolarlo, al final hubiera deseado que Lucas lo eligiera a él. La química entre estos tres personajes es palpable, creando una sinergia que eleva la obra a nuevas alturas y provoca una reflexión sobre las relaciones humanas. El contraste de la amistad con su guerra por Lucas es enternecedor, navegamos entre la risa y la melancolía que provocan sus escenas, tan bien logradas por el carácter contrastable de estos tres actores.

Catherine French, interpretando a la inspectora Clara, destaca por su carácter fuerte y decidido. Su presencia en el escenario es contundente, y su interacción con su asistente y con el elenco es una completa clase de actuación, a su lado Gemma Ibarra, quien da vida a la imprudente ayudante, genera un equilibrio perfecto entre la seriedad de la trama y momentos de alivio cómico. Ambas actrices, con una trayectoria notable, brindan interpretaciones sólidas que aportan una capa de autenticidad a la historia. Aplauso para el casting que repitió temporada, sin repetirse, logrando que sus personajes fuesen diferentes, aunque contaran la misma historia.
Las caras nuevas, Ximena Tovar como la despistada Maricarmen y Juan Alzate como Lucas, aportan frescura a la producción. Tovar, con su humor encantador, se convierte en un contrapunto esencial, brilló con su encanto, sus momentos son escasos pero precisos, cautiva al moverse en el escenario como un pajarito de lado a lado, un personaje muy refrescante que agradece la audiencia, mientras que Alzate logra conectar con el público de manera genuina, facilitando la inmersión en la trama, logró crear diversidad en sus propuestas, el chef que juega con Dani (Zen) y Carlos (zapata) fue lo mejor que le vimos, cómico y sereno a la vez, y su escena del torpe stripper son lo más destacado de su Lucas que enamoró al cast y al público con su belleza y encanto.


La dirección de Yolanda Báez se hace evidente no solo en su conducción del elenco, sino también en su brillante diseño de luces y visuales, que añaden una atmósfera única a cada escena. Junto con la codirección de Olivia de Eleia, han creado una experiencia sensorial que transforma la obra en un viaje emocional. Un acierto notable en esta temporada es la inclusión de un karaoke, que invita a la audiencia a participar activamente en la historia. Este elemento interactivo no solo rompe la cuarta pared, sino que también convierte cada función en un evento único y memorable. La decisión de incorporar esta dinámica permite que el público se sumerja en la narrativa de manera más profunda.

Producida por Vicio Producciones, esta obra se posiciona como un referente de la producción latina en Nueva York. La compañía, que también presentó «Catatonia», continúa elevando el perfil de las obras latinas en la ciudad, ofreciendo historias que resuenan con audiencias diversas y desafiando las convenciones del teatro tradicional. Con la próxima gira por varias ciudades de Estados Unidos, «Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí» promete llevar su magia a un público aún más amplio. En cada una de estas ciudades, el público no debería perderse la oportunidad de experimentar esta obra que combina talento, emoción y una historia cautivadora. No es de extrañar que con todos estos elementos la obra y el cast se hayan alzado en la temporada de premios del 2023 con los premios LATA, ATI y TALIA, y tengan ya en su haber tres temporadas de lleno casi total en el círculo latino de teatro de New York tan difícil de lograr.
En conclusión, esta tercera temporada reafirma no solo el talento del elenco y del equipo creativo, sino también el compromiso de Vicio Producciones de contar historias que resuenen profundamente. Con actuaciones memorables y una propuesta innovadora, «Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí» es, sin duda, una experiencia teatral que deja una huella imborrable.
Escrito por: George Andreas. Función del 16 de febrero de 2025.