Martha Zavaleta en su trayectoria cuenta con infinidad de glorias como visionaria, maestra, productora, directora, asesora y sobre todo actriz, ámbito en el que este año cumple 55 años de trabajo.
Y nada mejor para una intérprete de su altura y su extensa trayectoria que festejar sobre las tablas de un escenario la maravillosa vocación que abrazó en 1957, estando todavía en la preparatoria, aunque confiesa que su primer sueldo como actriz lo cobró diez años más tarde en la telenovela «La Tormenta».
Así, el festejo de Zavaleta es mediante un derroche de talento y experiencia que brinda sobre el escenario del teatro Sor Juana Inés de la Cruz con «Soldadera», pieza escrita por Miguel Sabido.
«Esta obra se decanta en una forma brutal; es el resultado de este México que vivimos, de revoluciones cada cien años con las Leyes de Indias. En un momento la gente ya no puede más y explota, sale la Revolución con todo lo sanguinario que fue, porque no hay Adelitas bailando ni guitarras a la hoguera. Esto es la realidad de una mujer que fue violada por su patrón, que su hermanita fue asesinada por el patrón, que vio cómo asesinaron a un muchacho jalándolo con una cuerda a través de un empedrado, a quien le robaron tierras. Es todo lo terrible que fue el porfirismo» –dice la intérprete de este monólogo
Egresada de la carrera de Letras Españolas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, Zavaleta debuta como actriz y productora de teatro universitario en el año 1957, recibiendo reconocimientos como el primer Gran Premio del festival de Nancy, Francia, así como las Medallas de Plata de los festivales de Varsovia y de Reimss.
En 1967 se integró a Telesistema Mexicano, que hoy es Televisa, para este medio trabajó en 63 telenovelas con productores como Ernesto Alonso y Miguel Sabido. Fundó el Centro de Educación Artística de Televisa en 1978, del cual han egresado decenas de generaciones de actores famosos. Como colaboradora de la vicepresidencia de investigaciones de Televisa desarrolló el canal cultural de esta empresa.
Pero lo suyo es actuar y, no necesariamente en todos los escenarios. El cine, por ejemplo, dice que no es del todo su ámbito favorito, si decidiera hacerlo de nuevo lo haría con Almodóvar. A Zavaleta lo que le gusta es el teatro y la televisión, en esta última, además, le gusta enseñar cómo actuar y actuar bien.
«Soldadera» tiene una exigencia vocal extraordinaria, verdaderamente pesada. Para poder hacer la obra tuve que recuperar voz, memoria y trabajo de resonancia, que hacía mucho tiempo que no trabajaba», explica la actriz, pues considera que aunque el teatro exige mucho y da poco, nada se compara con la mística que implica estar arriba del escenario.
Ella conoce todas las técnicas de actuación, pero tanto le apasiona y tanto tiempo se ha dedicado a enseñar que ha desarrollado una metodología específica para el actor de televisión, pues indica que casi siempre a un actor de este medio se le prepara para teatro sin considerar que cada medio tiene su propio lenguaje.
«Hay técnica para cine, para teatro, pero la televisión es tan novedosa y sobre todo la parte de la telenovela, que es donde se necesita más técnica. El hecho que no haya técnica es la razón por la cual el actor de telenovela no necesariamente puede desarrollarse, no te da la suficiente cantidad de tablas, no es formativa porque no alcanza el tiempo, es una industria y tiene que producir rápido», explica.
Porque conoce los diferentes escenarios es que el teatro ocupa un lugar especial en su corazón. «Lo primero que me da es la satisfacción misma del escenario, es único por la retroalimentación que el público te entrega, es único por la posibilidad que tienes de desarrollo del personaje, el desarrollo de un personaje teatral es profundo y es rico, está lleno de facetas».
Sobre el trabajo en teatro discierne: «Es como hecho a mano y eso es muy sabroso, eso enriquece mucho, enriquece a nivel personal, íntimo, espiritual. Obviamente no te da popularidad, esa te la da la televisión pero sí te permite mostrar lo que eres capaz de hacer, lo que es importante desde el punto de vista profesional».
De la generación Poesía en voz alta, por ejemplo, Zavaleta vio nacer el Centro Universitario de Teatro en El Eco, donde se generó la compañía oficial de Teatro Universitario. Alumna y maestra del CUT, ha recibido numerosos premios, como el Xavier Villaurrutia a la mejor actriz experimental.
De esa época comparte un recuerdo tan vívido que le enciende las pupilas: Es 1964, en el primer Festival de Nancy en Francia, al final de la obra Divinas palabras, dirigida por Juan Ibáñez. El elenco universitario del que formaba parte recibió 15 minutos de aplausos.
El jurado, conformado por Jean Louis Barrault, Eugène Ionesco y Madeleine Renaud, otorgó el primer gran premio y ésta última actriz dijo «este es uno de los cinco momentos del teatro más importantes de mi vida».
«Soldadera» se presenta hasta este 3 de julio en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz del Centro Cultural Universitario, los sábados y domingos a las 12:30 horas.