Esta es la historia de dos personajes muy singulares nacidos en un pequeño y próspero pueblo de la zona cafetera del país, que lograron, con el tiempo, adquirir tal poder que influyeron de manera contundente en el destino político de Colombia a finales de la década de los setenta, y, sin saberlo, en el estado de cosas que hoy vive el país.
Ella, Amanda, una educadora por vocación, se inició en las artes de la brujería desde muy joven. Empezó leyendo el cigarrillo a sus amigas y luego estudió con cuanta bruja y brujo le recomendaron, llegando a tener tanto prestigio y poder que fue contratada por el Gobernador de su departamento y por el Presidente de la República para que los asesorara en asuntos amorosos, políticos y de negocios.
Él, Jaime Cruz, fue uno de los primeros narcotraficantes reconocidos en su región. Nacido en una familia humilde, trabajó como peón en varias fincas para ganarse la vida, y luego desapareció de su pueblo para regresar, años después, dueño de una inmensa fortuna. Él, como muchos otros, se inició en el hampa haciendo pequeños robos y extorciones –de la mano de una mujer negra, hermosa y corajuda que también se hizo narcotraficante- y luego se adueñó de varias rutas, que en su mayoría pasaban por México, para introducir cocaína a los Estados Unidos.
Jaime Cruz, a su regreso, compró, literalmente, todo el pueblo: las casas del parque principal, el club, la gallera, los negocios, el supermercado, la flota de buses, las haciendas, las fincas, las mujeres, y, por supuesto, la conciencia de la mayoría de la gente del pueblo y la fidelidad de los políticos.
Amanda fue quien organizó una reunión entre Jaime y el gobernador de su departamento la cual podría ser documentada como la primera relación que hubo entre narcos y políticos en Colombia. El gobernador y el mafioso, asesorados por Amanda, consolidaron un gran poder político en la provincia, y ganaron elecciones y repartieron puestos y aplastaron a sus enemigos.
El gobernador, encantando con los poderes de Amanda, la presentó al Presidente de la República, para que le hiciera algunos «trabajitos» relacionados con la brujería. El Presidente viajó varias veces para reunirse con Amanda, y la invitó también al palacio presidencial para que le ayudara con algunos negocios e intereses amorosos que tenía.
PERSONAJES:
Amanda Mora (Flora Martínez)
Es una educadora por vocación, se inicia en las artes de la brujería desde muy joven. Empieza leyéndole el cigarrillo a sus amigas y luego estudia con cuanto brujo le recomiendan. Sus predicciones son tan acertadas que sus servicios son solicitados por señoras importantes del pueblo. Su fama de bruja llega hasta el gobernador del departamento, quien se entusiasma con ella por su inteligencia y sus habilidades, y se la presenta al Presidente de la República. Los dos le pagan para que los asesore en asuntos amorosos y de negocios. Amanda conoce a Jaime Cruz, uno de los primeros narcotraficantes del país, y allí empieza el triángulo en el que se mezclan política, mafia y brujería.
Jaime Cruz (Andrés Parra)
Es uno de los primeros narcotraficantes reconocidos a nivel nacional. Nacido en una familia humilde, trabajó como peón en varias fincas cafeteras para ganarse la vida y luego desapareció de su pueblo para regresar, años después, dueño de una inmensa fortuna. Él, como muchos otros, se inició en el hampa haciendo pequeños robos y extorsiones. Luego se adueñó de varias rutas del narcotráfico que en su mayoría pasaban por México, para introducir cocaína a los Estados Unidos.
Leonel Cortés (Andrés Toro)
Octavio Mejía (Germán Jaramillo)
Claudia Mejía (Natalia Jerez)
Carmen (María Cecilia Botero)
ELENCO
Cuenta con libretos de Alberto Quiroga y la producción general de Asier Aguilar.
· Flora Martínez, Andrés Parra y Andrés Toro, serán los protagonistas de esta serie que conjugar brujería, negocios ilícitos y política.
· Con la dirección general de Luis Alberto «Peto» Restrepo, aplaudido por su trabajo en El cartel, Las muñecas de la mafia y Sin tetas no hay paraíso.
· Grabada en alta definición en locaciones de Antioquia, Boyacá y Cundinamarca.
Inspirada en la obra de Germán Castro Caycedo
Una mujer que puede pasar desapercibida para todos, se puede convertir en la titiritera de las altas esferas políticas, económicas y destruir a todo aquel que se le atraviese a su paso para conseguir lo que quiere. Puede ser la vecina recatada, la viejita cariñosa, la bonita del barrio y hasta la ayudante de la iglesia, quien en realidad esconde en su interior el poder de la brujería, esa a la que todos le temen, de la que no se habla, que vive en los pueblos y que muchos prefieren censurar y calificar como una posesión demoniaca.
Esa bruja, angelical y poderosa será Flora Martínez, una de las actrices con mayor carácter de Colombia, quien encarnando a Amanda, sabrá muy bien cómo utilizar los dones de la clarividencia y el arte de las pociones, que venidas de la naturaleza, logran atrapar a sus amigos y enemigos en su círculo de ambición.
Es justamente el amor el detonante de su inigualable habilidad para la manipulación y la seducción, porque utiliza los hechizos para tener a toda costa al hombre que desea. Él será Andrés Toro, dándole vida a Leonel, su amor imposible porque está casado con otra mujer y «desde el primer capítulo estará a merced de la bruja que lo quiere sólo para ella», asegura Toro, quien confiesa que cuando Flora escucha en el set la palabra acción, su mirada se transforma a tal punto, que lo intimida con su interpretación.
Y aunque el amor está en la historia como eje central, la producción también gira en torno al truculento mundo de la brujería unido a los finos hilos de la política, la bonanza cafetera antes de la llegada de la roya a Colombia y de los negocios ilícitos a finales de la década de 1970, que en esta ocasión estarán a cargo de Jaime Cruz, interpretado por Andrés Parra.
Jaime es hijo de un peón, es arriero, estudió hasta segundo de primaria, fue ayudante de camión y años después regresó misteriosamente millonario a comprar todo el pueblo. «Él tiene una gran afición por los caballos y creo que así trata a las mujeres, es burdo y brusco», aseguró Parra, quien aunque nunca había trabajado con Flora, logró una excelente cohesión con ella: «es concentrada, improvisamos y las escenas han quedado muy bien porque desde un principio hablamos de darle mucha fuerza a este par de personajes», dice Parra.
«Yo creo que Flora es un acierto, tiene toda esa vitalidad, es despierta e inteligente», aseguró Alberto Quiroga, libretista de La bruja, quien complementa que esta serie es una adaptación muy libre, donde se han inventado personajes. No quiere ser documental, pero sí toma el espíritu del libro de Germán Castro Caycedo, en el que está inspirada». Quiroga se ha destacado por escribir documentales para Discovery Channel, varias películas como La primera noche y Bolívar soy yo y libretos para Suspenso 7:30, entre muchos otros productos televisivos y de cine.
En cuanto al manejo de la brujería, el director de arte Diego Guarnizo, de la empresa Guarnizo & Lizarralde, hizo una investigación intensa con brujos de verdad. «Hicimos todo el montaje para que Flora tuviera los elementos de arte y el conocimiento adecuado en las escenas de los hechizos. También nos entrenamos en el manejo del tarot, el vudú, lo que sucede durante los trances, cómo se lee el cigarrillo y las hierbas que se utilizan para los brebajes, con el fin de hacerlo lo más fiel posible a la realidad», confirmó.
Estos elementos y las historias que se entrelazan en un elenco compuesto por más de 45 talentos, crean El Dorado, el pueblo de La bruja. «En su mayoría grabamos en Jardín, Antioquia. Llegamos aquí gracias a la memoria de «Peto». Este pueblo es un tesoro porque los interiores de las casas se mantienen en el tiempo y pudimos adaptarla a la época de finales de los 70″, explicó Guarnizo. En cuanto a las fincas, grabaron en los alrededores de Fredonia, Venecia y Santafé de Antioquia y tendrán varias escenas en Bogotá, Medellín y Villa de Leyva.
«A Jardín se trasladaron dos unidades de grabación completando un total de 120 personas entre el área técnica, producción y elenco», aseguró Asier Aguilar, productor general, al tiempo que se contrataron entre 80 y 120 extras por día, logrando un total de 1200 extras en el tiempo de grabación.
Esta serie grabada 100% en alta definición (High definition) que mezcla «costumbrismo, ascenso social y lucha de clases», como lo indicó el director Luis Alberto «Peto» Restrepo, cuenta con la participación de figuras de la talla de María Cecilia Botero, Vicky Hernández, Germán Jaramillo, Humberto Dorado, Kepa Amuchástegui, Manuel José Chávez, Natalia Jerez, Martha Bolaños, Diego Vélez, Noelle Schonwald, Luis Mesa y Carmenza Cossio, entre muchos otros.