MARIO GIRALDO BARRERA, nací hace 21 años, crecí en la capital del Putumayo Mocoa, un pueblo que me vio crecer en una casa de madera y piso en barro en el que di mis primeros pasos, un pueblo bañado por ríos caudalosos y cristalinos –aquellos que en las grandes ciudades solo están en el recuerdo- un lugar que en pleno siglo XXI resulta inhóspito, selvático y hasta de película para algunos, con chalupas y bejucos como medio de transporte, con taparrabos como vestido típico y para estar a la moda, el descaderado esta in, JAJAJA…
Ser alguien en la vida, es una frase fuerte cuando realmente su significado pesa en la mente de quienes nos visualizamos como profesionales atiborrados, satisfechos y capaces de dejar huella en el camino, pues fue así como descubrí que el poco gusto por obtener excelentes calificaciones se convirtió en la mejor excusa para mis padres cuando al izar la bandera mi nombre no se escuchaba… Los movimientos perpendiculares, las fórmulas físicas y químicas, Baldor y su algebra, en fin, el lenguaje figurativo y la retórica no me ofrecían una opción profesional para mi futuro, como si lo hacia la representación artística, el teatro, las presentaciones escolares, el modelaje, pero mis padres veían en mi a un científico y más tarde un odontólogo.
Iniciar una nueva vida llena de retos, triunfos, fracasos y dificultades fue el mayor de ellos, concebía la selva de cemento –Bogotá, llamada así por mis padres- como el lugar para realizar mis sueños: Ser actor y siempre fui consciente que no sería nada fácil, y ahora lo entiendo las cosas con sacrificio son las que más se valoran, lo digo pues mi incursión en este mundo inicio como un trueque familiar y no por bienes, sino mas bien porque salir a la gran ciudad a «ser alguien en la vida», para mis padres representaba iniciar un carrera universitaria y como actividad lúdica dedicarme a lo que realmente me gustaba: las cámaras, el público, la vida dramaturga, en fin, en este devenir pase por criminalística, investigación judicial, sistemas, hasta obtener mi título de modelo profesional en la ciudad de Armenia; jamás perdí mi norte, Bogotá sería la ciudad en que vería hacer realidad el sueño por el que luche, y así conseguir el apoyo de mi familia, demostrar madurez e independencia para enfrentar este nuevo reto se sumaría a otra de mis metas.
Sentimientos encontrados en un río revuelto, me encontraba ahí en un terminal de transportes que perfectamente tenía el tamaño de mi colegio, un sinfín de rostros desconocidos, millones de comentarios y recomendaciones doblegando mi ser, pero sentir miedo y enfrentarlo es de valientes, me convertí en uno de ellos, llegué a la pensión que sería mi hogar por algún tiempo y sin esperar más inicié mis estudios en la academia… por primera vez sentí que no estaba en el lugar equivocado… pasar de playa alta, como llamábamos el hotel mamá, a playa baja fue el aliciente para convertirme en una persona echada para delante y sin miedo a las equivocaciones, diseñé mi camino hacia mis sueños, sin olvidar a mi parcero quien siempre ha estado conmigo «Mi Divino Niño», quien puso en mi camino a personas que de manera desinteresada me han brindado su apoyo incondicional…
El trabajo fortalece al hombre y lo hace grande, quien pronuncio esta frase no estaba lejos de la realidad, mi interacción
más directa con personajes a quienes admiraba inicio en mi primer empleo en un bar de la ciudad, luego me lancé al mundo de la publicidad repartiendo volantes, cree mi propio negocio venta ambulante de dulcería, y ahora al contar con más experiencias detrás de cámaras –cargando cables- en los cortometrajes, sin olvidar algunos protocolos, han sido parte de mi recorrido laboral y mi incursión en el mundo de la televisión y el cine con la realización de el cortometraje «Con la misma moneda»-del Director Alex Contrel-l, aunado a mis logros y a manera de retribución al pueblo que me vio crecer, me convertí por un golpe del destino en presentador del programa Zona Ocho del canal regional WVC televisión, para el Putumayo.
Hoy mis logros, sueños y proyectos son la expectativa de mi familia, amigos y seres queridos, con quienes comparto la concepción de que un excelente profesional crece con el día a día, por ello en la medida de mis posibilidades económicas, me esfuerzo por crecer intelectualmente, por investigar, aprender, cursar talleres, convertirme en un ser recíproco de conocimiento… pues si el mundo avanza a pasos agigantados seré un gigante incansable para avanzar a su ritmo.
Doy gracias, a mi Parcero por permitir llegar a este escalafón en el largo recorrido para lograr mis metas, por iluminar mi camino y poner en él a personas como FIGURARTES TV, empresa de que creyó en mí y en mi talento, a Juan Carlos Amaya director de Actuamos.net, a un gran amigo y colega Orlando Vásquez, Alejandro Estrado, a mi Maestro Juan Pablo Félix y a todos quienes no solo ven en mí a un mocoano, loco y luchador sino a un joven talentoso, con aspiraciones y echado pa´ lante.
Coreecion de textos: Elizabeth Santander.
Fotografías: Miguel Ángel Velandia
