El describirse le disgusta sin embargo, con reafirmante modestia describe su egocentricidad, vanidad, emprendimiento constante y lucha perseverante que demuestra, con pasión intensa la vida que adora cuando realmente hace lo que le gusta, actuar.
«Vengo de abajo y voy pa´arriba (..) Mi familia está hecha de sudor y ganas, me enseñaron desde pequeño el valor del trabajo, la importancia de ganarse la vida de forma honrada», señala. Desde pequeño nombra con orgullo que el motor, su familia hace que los sueños que él valora desde su niñez se logren; uno de ellos, el de ser actor fue dando forma al participar como personaje principal en todas las obras de teatro y bailes que organizaba el colegio, seguidamente, por un familiar que admira mucho, los gustos por la pintura se afianzaron, y los estudios que cultivaban poco a poco la afinidad de Charlie con el arte se dieron a partir de libros que le daba su prima. «Un día decidí que aunque me diera el agua en el cuello yo sería actor, pintor y escritor».
Comenzó su independencia empresarial, y los ingresos generados fueron valiosos para iniciar talleres y estudios actorales, que fueron realmente importantes para participar en producciones como Clase Aparte, Sabor a Limón, Conjunto Cerrado y Aquí no hay Quien Viva. Victoria Hernández fue la guía que lo formó como un actor potencial.
Argentina fue la segunda casa que permitió complementar los estudios artísticos de Charlie Zen y sumar varias experiencias a la vida de este hombre encantado de los retos y ansioso por su futuro. Como experiencia nombra que las producciones respetan el trabajo y valoran profesionalmente al actor: «Se respetan los horarios, entregan los libretos con suficiente tiempo».
La característica que sobresalta la manera en que hace televisión la producción argentina es la de crear temas y hechos totalmente locales. Para nuestro actor colombiano fue difícil pertenecer al medio inicialmente, pero finalmente todo salió bien cuando sus aptitudes artísticas salieron a flote al formar parte del elenco de Floricienta. «La experiencia fue muy buena sin embargo me quedo con las producciones colombianas», expone.
El diferencial que tiene ante los demás actores es la historia de vida que maneja y aplica para hacer que los personajes que muestra en acción ante las cámaras y un público, sean lo más reales posibles y así mismo, trasmitan el mensaje de la historia a la que pertenece.
Indica a su vez que la grandeza que se siente al tener contacto con la historia y el público es inexplicable y gratificante, así que para Charlie el teatro es la mejor manera de disfrutar el gusto por arte, por el actuar. Aunque ha particiapdo a obras musicales en este momento se encuentra reuniendo el elenco para dramatizar una obra que hace poco término de escribir, será dirigida por Victoria Hernández.
Las proyecciones de este gran joven son constantes, una de ellas es el de encontrar parte de su futuro en el cine español. «Quiero poder tener la oportunidad de hacer cosas interesantes, con calma, sin afanes (…) no me interesa la fama, quiero hacer un buen nombre».
Recomienda a sus colegas en potencia crear universos e historias a los personajes, apoyarse de los libretos y del análisis de las personas de nuestro alrededor.
El mezclar todo es útil y diferente. Para él, la realidad siempre será más interesante, «a mis personajes me gusta inyectarles vida», «soy muy mundano y utilizó eso para recorrer toda una realidad».
Finalmente, invita persistir con disciplina en una constante preparación, indica que lo más importante para lograr lo que se anhela es tener paciencia, y aprovechar el amor y la pasión por el actuar para lograr metas y superar retos.
La persistencia nunca faltara en Charlie Zen.
Éxitos.
Fotografias: Gabriel Carvajal
