Desde muy pequeña me gustaba hacer shows en la piscina de mi casa en Calí y mi público era mi nana y mi hermano. Después cuando entre al bachillerato, entré al grupo de teatro en el colegio y protagonicé todas las obras que se hicieron durante esos años: «Rosita la soltera»,»El barbero de Sevilla» y otras. En décimo, empecé a dirigir con la profesora, el grupo de teatro de extracurriculares.

¿Qué proyecto tiene Lina en este momento?

Pues acabo de llegar de un viaje muy enriquecedor, donde tuve la oportunidad de volver a mi escuela. Llegué recargada y con ganas de hacer cosas nuevas. También estoy estrenando manager así que vamos ver que cosas nuevas llegan.

Sabemos que acaba de llegar de Italia ¿Cómo le fue en la escuela del Teatro Píccolo? ¿Qué hay de diferente, en el entrenamiento actoral aquí en Colombia que en Italia?

Delhi, Siempre es una experiencia increíble.

La diferencia no esta en los países, sino en las escuelas. Cada escuela tiene sus métodos basados en alguien; aquí la mayoría se basan en Stanislavsky. La escuela donde yo estudie, fue fundada por Giorgio Strehler y hoy en día es dirigida por Luca Ronconi, que tiene un estilo muy particular en su forma de dirigir actores. Pero básicamente es una escuela clásica de teatro donde se trabaja al actor desde su naturaleza y se le enseñan todas las escuelas. A medida que uno va avanzando uno mismo va corrigiendo los errores, y esto pasa cuando vas teniendo mas información de los otros métodos. Es muy chévere.

¿Cuál es el reto actoral con el que sueña Lina Angarita?

Pues mantenerme vigente ya es un reto. Quiero trabajar en esto siempre. Y de personajes»¦ pues ojalá tenga la oportunidad de hacer de todo, incluso quisiera hacer algún día de hombre.

¿Qué consejo le das a los nuevos talentos que desean ingresar en el medio?

Que lo piense dos veces. Esto no es nada fácil. Hay que estudiar mucho todo el tiempo. Y además crecer como persona, desarrollar la parte humana, y la paciencia.