Después de su exitoso paso por el festival de cine más importante del mundo, el Festival de Cannes, la co producción colombiana PORFIRIO (Colombia, España, Uruguay, Argentina, Francia) dirigida por Alejandro Landes Echavarría, continúa recibiendo reconocimientos a nivel internacional. A PORFIRIO se le acaba de otorgar uno de los dos premios de distribución Cinédécouvertes que entrega la Cinematek (Cinemateca) de Bélgica, una organización benéfica que busca establecer y conservar una colección de películas que poseen un interés estético, técnico e histórico, permanente.

Durante la primera quincena de julio, los amantes del cine disfrutaron de la programación de los Premios de l’Âge d’Or y los Cinédécouvertes. 22 películas en competencia, sin distribución en Bélgica, fueron elegidas, por su atrevida apuesta estética y filosófica, de las secciones en competencia y paralelas de los principales festivales internacionales: Cannes, Berlín, Rotterdam, Venecia y Viena.

Los dos premios cumplen objetivos diferentes: L’Age d’Or, desde 1973, es un homenaje a la obra maestra de Luis Buñuel (La edad de oro) y recompensa con 5.000 euros al autor de un película «no conformista» cinematográficamente. Los Cinédécouvertes, por su parte, se entregan desde 1979, buscan fomentar la distribución de películas de calidad en Bélgica, otorgando dos premios por 10.000 euros. Algunos directores ganadores del primero han sido Theo Angelopoulos, Frederick Wiseman, Stephen Dwoskin, Jean-Luc Godard, Jia Zhang Ke, Carlos Reygadas, etc.; y gracias a Cinédécouvertes, el público belga ha podido descubrir cintas como EXTRAÑOS EN EL PARAÍSO de Jim Jarmusch, LA LEY DEL DESEO de Pedro Almodóvar, EL SÉPTIMO CONTINENTE de Michael Haneke y MABOROSI de Hirokazu Kore-Eda.

Las palabras del jurado dejan ver el mérito de Porfirio para hacerse acreedor a uno de estos premios «Esta película colombiana cuenta la verdadera historia de Porfirio que, privado del uso de sus piernas, sobrevive con la venta de minutos de su celular. El papel principal es interpretado por el hombre cuya historia se cuenta, lo que le da una credibilidad especial al filme. El director utiliza su experiencia como documentalista para representar con absoluta precisión y realismo la vida cotidiana del protagonista. El estilo naturalista de la filmación, muestra sin reservas la dolorosa cotidianidad de Porfirio, sin dejar de lado una gran ternura y humor. Porfirio ofrece un retrato matizado de un hombre sencillo que trata de vencer a su destino».