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ENTREVISTAS

Marialejandra Martín – Especial Festival de cine de Venezuela 2008

El Festival de Cine Venezolano Mérida 2008, también permitió encontrarnos con Maríalejandra Martín, hermosa actriz venezolana con amplia trayectoria en teatro, cine y televisión.

 
Esta maravillosa conversación en medio de un pasillo fue semejante a una clase magistral, ofrecida por una artista de gran experiencia como ella. Mientras conversábamos, un pequeño grupo de estudiantes de Actuación de la Universidad de Los Andes de Venezuela, se acercó a escucharla y se mantuvo atento a sus palabras.

Es que indiscutiblemente, la pasión con la cual Maríalejandra habla de su oficio y aconseja a aquellos que esperan iniciar en la actuación, produce un encantamiento que lleva a reafirmar a éstos últimos su deseo de formar parte del medio, a pesar de los obstáculos, y así algún día tener la dicha de ser tan profesional como esta estrella, o en el mejor de los casos poder compartir sobre las tablas o en un set de grabación con ella.

Maríalejandra enfatiza la importancia que tiene la avidez de conocimiento para el actor, la necesidad de formarse y lanzarse sin ningún temor a este extraordinario oficio.
Presentamos sus palabras y agradecemos su disposición por compartir con los presentes ese grato momento.

¿Cómo inicia Maríalejandra Martín en la Actuación?

Yo empecé en cine con una película que se llama Ifigenia de Iván Feo hace veintitrés años aproximadamente. Venir aquí a Mérida con Perros Corazones me recuerda ese momento, porque esa película con la cual empecé, uno de los estrenos fue aquí en el Festival de Cine.

Cuando la hice no tenía experiencia como actriz, pero el personaje requería a una muchacha con unas características que vio el Director en mí en ese momento. Luego de eso, empecé a estudiar en el taller del actor con Enrique Porte, después continué en teatro y en televisión. A partir de allí he participado en los tres medios de manera alterna, en teatro estuve durante mucho tiempo con el Grupo Actoral 80 y estudié actuación en New York.

 
Marialejandra Martín - Especial Festival de cine de Venezuela 2008
 
¿Existe alguna diferencia entre la preparación que recibió en su país en contraste con la obtenida en el Actor Studio en New York?

Esa pregunta es muy interesante. Yo creo que todo lo que uno estudia sirve y más para un actor. Un actor tiene que prepararse, y no porque vas a usar esas herramientas obligatoriamente, sino porque tú tratas de reflejar una cosa que está viva, es un espejo de la vida lo que tiene que ser la actuación.

Por tanto, si tú no vives, no aprendes, no creces, métete a otra cosa; enciérrate en tu cuarto o ponte a ver televisión y ya está. No tiene sentido que busques el camino de la actuación, si no caminas hacia adelante y cambias y respiras otros aires. En ese sentido, defiendo mucho la formación y todavía estoy buscando prepararme, no sólo en el área actoral sino en todo lo que sientas que puedes utilizar como herramienta.

En cuanto a la pregunta, me sorprendió ver que en Latinoamérica hay maestros tan grandes y tan importantes como los que yo encontré en New York. Nunca sentí que alguno de mis maestros fuera más o menos que los que conseguí allá. Todos los que he tenido son muy buenos, y cada maestro te da algo diferente. Es muy importante mantenerse eternamente buscando algo y aprendiendo, es fundamental.

¿Qué herramientas usa para preparar sus personajes?

Empleo el método que necesite para el personaje que esté trabajando, porque es una cosa que está viva. Tú no puedes cerrarte, ni ponerte una camisa de fuerza. El propio personaje, el guión y el Director, de alguna manera, tal vez no explícitamente, te va a pedir una forma de trabajar y tú allí vas a decidir que te funciona para ese momento y para ese personaje.

Todo depende, hay técnicas que no puedes utilizar y de cualquier modo con todas las técnicas que utilices el mejor de los escenarios es cuando te ves en los ojos que tienes al frente y permites que eso sea algo vivo, que vivas ese eterno presente en un escenario, en un set de grabación o de filmación.

 
¿Cómo logra mantener la línea del papel, poder entrar y salir del personaje con fluidez?

Eso se alcanza queriendo lograrlo. Recuerda que es una decisión, si uno quiere caminar el camino del actor y hacer una película, no tiene ningún sentido si no te interesa como para hacer tú el esfuerzo. Siempre he amado la palabra querer, porque implica voluntad y decisión de hacer cosas para conseguir. Decir amar es muy bello, importante pero querer implica también un trabajo. Si uno decide, se involucra y le importa lo suficiente, vas a trabajar al trescientos por ciento y va a ser inevitable que respires en ese idioma que respira el personaje

Para salir, te aconsejo algo que leí hace tiempo en un libro hermoso, una frase que me marcó en ese momento del cuarteto de Alejandría y aún la recuerdo, aunque no de manera literal. Hay un personaje que dice: “El temor que tienen los artistas tiene que ver con el miedo a volverse loco”, él decía no le tema a eso, doble esa barra hasta donde de y se va a dar cuenta de que todo sale más fácil.

No hay que tener ningún miedo, los actores tienen que ser héroes. Hasta los personajes más duros, son personajes que se paran en sus dos pies, en sus dolores y en sus tragedias, no son patéticos que andan pidiendo. El actor tiene que llenarse de eso, no puede ser cobarde nunca y yo te aseguro, confía que vas a salir de ahí muy fácilmente. Es una cuestión de voluntad y decisión.

De resto, zúmbate sin red. Entregarse con todo es una maravilla, no estamos operando un cerebro, la vida de nadie depende de eso. No te vas a volver loco, vas a jugar con eso y vas a profundizar de esa manera, pero no vas a enloquecer, vas a salir de ahí.

Denos un significado simbólico de la palabra Actor

Persona, vida, reflejo de la vida. La palabra actuación es como ego, por ejemplo, es algo que tienes que renunciar a eso porque va más allá de algo que se queda en la superficie.

¿Qué libros recomienda a los nuevos talentos que inician en el medio de la actuación?

Todos, en primer lugar hay que leer literatura, teatro. El que se va por el camino de la actuación y no lee está mal. Por ejemplo, los clásicos, te hablan de dilemas universales y tienen un significado tan claro para ti o para mí como los tenía para la persona que vivió en la época donde se escribió. Casa de Muñecas, todo Shakespeare o Chejóv. Hay que leerse todo y muchas veces porque tú encuentras esos grandes autores universales de teatro y siempre tienen algo nuevo que contar.

A veces, estás haciendo una obra y cuando es un teatro que ha permanecido por tanto tiempo, te vas dando cuenta que de pronto al final de temporada es que estás entendiendo ciertas cosas o comprendes que ¡Oye si exploro más qué pasa! Es algo que está vivo y no puedes parar nunca. Quedarte en el ya leí dos o tres tonterías, No!

Todo y Muchas Veces, actor que no lea teatro y que no esté ávido de conocer, no es actor a mi modo de ver.

Algunas palabras para esos actores que empiezan en el medio

Cada vez que tienes un personaje en frente, es mágico, es maravilloso, si no lo sientes así no seas actor.

El camino del actor es difícil, tienes muchas oportunidades de no ganar dinero, de no ser reconocido o que de pronto interpretaste un papel en el que dejaste las vísceras y te reconocen es por otro.

Esto tiene que gustarte demasiado, y para eso tienes que tener una actitud abierta, de comer y chupar todo lo que te pueda ayudar a mantenerte en eterno presente. Esa es la actitud que tienes que tener, no es una teoría es una práctica, es meterle el cuerpo sin miedo, zúmbense sin red”¦lo peor que puede pasar es que no ganen dinero, que el trabajo no quede bien, pero igual eso no es materia de uno. No es la película terminada, es el rodaje, ahí es cuando se hace lo que se puede.

Por eso hay que pensar siempre cuando te montas en un escenario que es en presente, lo que no hagas ahora no lo vas a poder hacer más nunca porque ya la película terminó, lo que quieras corregir, ya no lo puedes hacer. Igual el espectador que fue a ver una obra, la vio y si no le metiste el trescientos por ciento, no lo recibió ese espectador, y no importa que te equivoques porque no estás operando un cerebro.