Nacida en una familia apasionada por la música clásica, la ópera y el teatro. Poco a poco fue involucrada en la carrera de sus padres cuando a esa edad no alcanzaba a analizar que estaba haciendo una carrera propia, solo sentía que jugaba. Esta mujer alemana cuenta su verdadera historia de cómo una actriz logra trabajar en un medio en el que la competencia es muy grande, pero ha sabido mantenerse.

	¿Cómo empieza Sandra Eichler en la Actuación? Mis padres son cantantes de ópera y trabajaban cuando era niña en la ópera de Stuttgart en Alemania. Por lo tanto, siempre me llevaban con ellos y yo tuve la oportunidad de hacer muchos papeles infantiles. El primero a la edad de 3 años fue en Madame Butterfly como el hijo de Madame. ¿Cómo cambia la vida de una niña cuando comienza a trabajar en un medio de comunicación, teniendo en cuenta que usted comenzó desde muy temprana edad? En realidad cuando uno es un niño no diferencia una actividad de la otra. Muchos niños tenían clases de natación, piano, pintura y a mí me tocó trabajar en televisión (Caracolito Mágico), pero uno no tiene la capacidad de analizar que es un medio masivo y que lo que uno hace lo ve mucha gente. Simplemente, para mí era una actividad diferente pero normal como para los otros niños. Usted tiene una mezcla de culturas, nació en Alemania, ha vivido en Colombia y actualmente en Estados Unidos, ¿Qué tan importante ha sido para usted esto a la hora de actuar? Efectivamente mi padre es alemán, mi madre es barranquillera y yo nací en Alemania. Desde los 8 años viví en Bogotá. Esta mezcla algo exótica me ha permitido entender culturas distintas, mentalidades diferentes y formas de ver la vida. Un actor tiene la capacidad de meterse en los sentimientos y la mente de sus personajes.				Sandra Eichler trabajó en Colombia en importantes producciones como Tabú, La Alternativa del Escorpión y Padres e Hijos donde interpreto a Perpetua.
Desde que se radico en Estados Unidos ha trabajado en la presentación sin dejar la actuación de lado, su mas resiente personaje es el de Tina, una carcelera lesbiana en novela Pecados Ajenos.			Por lo tanto, entre más conoces y entiendes a los seres humanos de diferentes culturas, países, religiones, etc., más capacidad tienes para darle matices colores, rasgos de personalidad y sensibilidades a tus interpretaciones. A nivel físico, tengo muchos rasgos de mi padre pero de la misma manera me corre la calidez costeña heredada de mi madre por las venas.

La comedia es uno de los géneros más difíciles de interpretar a la perfección y que tenga buena acogida por el público ¿Cuál crees que es el secreto para hacerlo bien?

Definitivamente pienso que la comedia es buena porque la situación nos identifica de una u otra manera y porque las circunstancias son graciosas. Creo que el secreto para hacer reír es que un actor no se esfuerce en tratar de lograr la risa de su público, sino que de manera natural, la circunstancia misma sea la causante de la risa. En comedia de teatro es fundamental el ritmo de la obra. Cuando los libretos son buenos, el actor no tiene que hacer un trabajo adicional para causar el humor.

¿Por qué decide radicarse en Estados Unidos?

A mi esposo lo traslada la compañía y pensamos que para toda la familia era bueno un cambio temporal.

¿Qué tal ha sido la experiencia de protagonizar una película y más que es la primera en inglés?

Siempre es increíble y única la experiencia cuando se tiene la oportunidad de hacer cine. El inglés es un reto adicional, ya que no es mi lengua materna y por lo tanto exige aun más dedicación y horas de trabajo.